Ayer no escribí aquí en mi blog, por una extraña razón se me fue el día. Pensé en varios momentos escribir pero llegó la noche, me dormí y no escribí. No me reclamo ya que no siento que esto que expreso casi diariamente sea una obligación para mí, ¡Para nada! Cuando algo se convierte en obligación y no gusto, por lo que yo he experimentado; por lo general se acaba, se termina.
Bien, ayer leía en el periódico Reforma en la sección de deportes a uno de dos según yo, de los comentaristas deportivos que no sólo hablan y comentan de deportes o de fútbol soccer para ser más precisos - Félix Fernández y Roberto Gómez Junco -; sino comentan también de cuestiones más profundas y mucho más importantes que los deportes. Hablan de la vida, de las decisiones, de cuestiones del ser y del no ser, de temas filosóficos, toma de desiciones, polémicas directivas y de liderazgo, etc., etc.
Tuve la suerte de leer al que fuera portero de aquel "equipo del pueblo" del Atlante, de los siempre aguerridos jugadores de ese equipo que ya hace mucho tiempo mi padre me llevaba a ver en el estadio olímpico universitario y que - siendo yo americanista -, y aún del lado de la porra de este archirrival, teníamos - mi padre y yo -, que agacharnos al oir el consabido grito: "ahí les va el agua de riñón hijos de la ch..." y eso que estábamos del lado del América... En fin, leyendo a Felix en su columna habló de la resiliencia ("Capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas" - Real Academia Española) pero para mi sorpresa la ligó a otro concepto que veíamos en mi comentario del 25 de marzo pasado, una visión de futuro. Y, nada menos hace referencia como yo también lo hice al gran Psiquiatra judío Viktor Frankl y "que las personas siempre podemos dar un sentido a nuestras vidas, sin importar lo adverso de la situación y, podemos decidir que actitud tomamos ante la adversidad". Y, regresando a mi comentario pasado, no tan solo esa proactividad de ser responsables de nuestras decisiones y que rumbo tomemos a partir de ellas, sino de su famosa logoterapia: pensar en el futuro en las cosas importantes para nosotros y que podremos y deberemos realizar en ese sueño por venir.
El unir estos dos conceptos resiliencia y visión de futuro me pareció no sólo importantísimo sino me permitió darme cuenta - tal vez una vez más -, de la profundidad de ello y de lo fundamental que es para nosotros los seres humanos el pensar en todo lo que debemos hacer en ese futuro como: conocer a mis nietos, abrazar a mi esposa cientos de veces más, ver un atardecer en una isla del pacífico, regresar a París y como decía mi madre "ver París y después morir"..., el comer con mis amigos, el escribir, el apoyar el crecimiento de los demás, ... ¡hay tanto por hacer! Todo ello conjuntado con la resiliencia que nos infundirán ese deseo por continuar luchando, viviendo y tener esa actitud tan vital de saber que juntos habremos de vivir sobreponernos a todo lo que venga y, ¡Lograr y ver nuestros sueños convertidos en realidades!
Pensemos en ese futuro, tomemos esa actitud de que nada ni nadie nos vencerá y que podremos vernos más allá de este 2020 sanos y con muchas ganas de vivir.
Gracias Félix por recordarme y hacerme ver estos conceptos de una manera diferente.
Un muy buen jueves santo, y, saben los quiero
Con mucho cariño donde quieran que se encuentren
Enrique
Bien, ayer leía en el periódico Reforma en la sección de deportes a uno de dos según yo, de los comentaristas deportivos que no sólo hablan y comentan de deportes o de fútbol soccer para ser más precisos - Félix Fernández y Roberto Gómez Junco -; sino comentan también de cuestiones más profundas y mucho más importantes que los deportes. Hablan de la vida, de las decisiones, de cuestiones del ser y del no ser, de temas filosóficos, toma de desiciones, polémicas directivas y de liderazgo, etc., etc.
Tuve la suerte de leer al que fuera portero de aquel "equipo del pueblo" del Atlante, de los siempre aguerridos jugadores de ese equipo que ya hace mucho tiempo mi padre me llevaba a ver en el estadio olímpico universitario y que - siendo yo americanista -, y aún del lado de la porra de este archirrival, teníamos - mi padre y yo -, que agacharnos al oir el consabido grito: "ahí les va el agua de riñón hijos de la ch..." y eso que estábamos del lado del América... En fin, leyendo a Felix en su columna habló de la resiliencia ("Capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas" - Real Academia Española) pero para mi sorpresa la ligó a otro concepto que veíamos en mi comentario del 25 de marzo pasado, una visión de futuro. Y, nada menos hace referencia como yo también lo hice al gran Psiquiatra judío Viktor Frankl y "que las personas siempre podemos dar un sentido a nuestras vidas, sin importar lo adverso de la situación y, podemos decidir que actitud tomamos ante la adversidad". Y, regresando a mi comentario pasado, no tan solo esa proactividad de ser responsables de nuestras decisiones y que rumbo tomemos a partir de ellas, sino de su famosa logoterapia: pensar en el futuro en las cosas importantes para nosotros y que podremos y deberemos realizar en ese sueño por venir.
El unir estos dos conceptos resiliencia y visión de futuro me pareció no sólo importantísimo sino me permitió darme cuenta - tal vez una vez más -, de la profundidad de ello y de lo fundamental que es para nosotros los seres humanos el pensar en todo lo que debemos hacer en ese futuro como: conocer a mis nietos, abrazar a mi esposa cientos de veces más, ver un atardecer en una isla del pacífico, regresar a París y como decía mi madre "ver París y después morir"..., el comer con mis amigos, el escribir, el apoyar el crecimiento de los demás, ... ¡hay tanto por hacer! Todo ello conjuntado con la resiliencia que nos infundirán ese deseo por continuar luchando, viviendo y tener esa actitud tan vital de saber que juntos habremos de vivir sobreponernos a todo lo que venga y, ¡Lograr y ver nuestros sueños convertidos en realidades!
Pensemos en ese futuro, tomemos esa actitud de que nada ni nadie nos vencerá y que podremos vernos más allá de este 2020 sanos y con muchas ganas de vivir.
Gracias Félix por recordarme y hacerme ver estos conceptos de una manera diferente.
Un muy buen jueves santo, y, saben los quiero
Con mucho cariño donde quieran que se encuentren
Enrique
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