lunes, 20 de abril de 2020

Regresando al tema de resiliencia, algo más acerca de ella...


Hola

"Las empresas resilientes encarnan el adagio de Nietzsche: "Lo que no me mata me hace más fuerte"."

Comienzo con este pensamiento de un libro "El poder de la resiliencia: Cómo las mejores empresas gestionan lo inesperado, de Yossi Sheffi editorial Temas Grupo Editorial SRL. Tomé el libro creyendo hablaría e resiliencia desde una perspectiva más personalizada pero se enfoca a cadenas de abastecimiento. Confieso mi ignorancia a este respecto - nunca había visto el tema relacionado con cadenas de abastecimiento -; ¡He visto tan poco!

Curiosamente hoy no iba a platicar sobre este tema pero me llegó vía WhatsApp una imagen que me hizo reflexionar nuevamente acerca de este tema:



Simplemente me encantó ver como Rocío Rodríguez - a quién no tengo el gusto de conocer -, maneja este concepto con maestría y, conjugándolo con lo que estamos viviendo en nuestros respectivos entornos de enclaustramiento voluntario. Desde una preocupación excesiva hasta la búsqueda de aprendizaje de la crisis pasando por caernos y levantarnos, no sobreexponernos a tanta noticia, ejercicio, llamar a familiares y amigos, metas realistas, positivismo, ayuda a otros.... En fin, ¡Hay tanto que hacer!

En mi comentario del 10 de abril,  contestaba a la siguiente pregunta.

¿Cuáles son las características de las personas resilientes?
  1. Tener y mantener una firme aceptación de la realidad
  2. Reforzada comúnmente por valores muy fuertes acerca de que la vida tiene significado
  3. Una misteriosa habilidad de improvisación
  4. Un reflejo, una forma de enfrentar y de entender al mundo y que éste, esté firmemente arraigado en la mente y en el alma de una persona.
Y a todo lo anterior le agregaría la motivación personal de ser flexible, siempre muy flexible. Ello no es fácil, siempre fuí - espero hoy menos -, muy estricto con lo que planeo. Ello no significa que no planeemos al contrario, hay que hacerlo, pero siempre como comenta Sheffi en el título de su libro: "gestionar lo inesperado". 

Hoy nos tomó no del todo de sorpresa esta pandemia, pero el estar encerrados y no acostumbrados a ello, nos lleva y llevará a flexibilizar nuestra antigua forma de ver al mundo. Por que si no se han dado cuenta nuestro mundo a partir de Wuhan ya hace algunos meses, nunca será el mismo.

No sólo adaptarnos a este nuevo entorno sino nuestro verdadero reto después de la resiliencia es como vamos a afrontar este nuevo mundo. Sinceramente espero sea a través de la cooperación mundial comenzando por la nuestra propia.

Nuestro mundo - al menos el mío -, ya está cansado de la ausencia de solidaridad y comunidad.

Hemos visto casos como los terremotos de 1985 y 2017 en México, los médicos, enfermeras y personal de los servicios de salud, los voluntarios, los cantantes y músicos espontáneos en las azoteas y balcones - Italia, Francia y España -, los programas vía Youtube, en fin. ¡Hay esperanza! 

Por un mundo mejor.

Los quiero y deseo salud y mucha paz

Enrique

No hay comentarios: