martes, 7 de abril de 2020

Mirándonos en el espejo

Hola

"Tener todas las respuestas es menos importante, que saber qué preguntar."

Ayer estuve en una junta de trabajo virtual y dentro de los temas vistos me llamó mucho la atención un artículo que voy a incluir en el taller que voy a facilitar, espero; a partir de junio de este año una vez que pasemos la cuarentena. El artículo de la revista HBR ( Autor: Robert S. Kaplan ¿Qué preguntarle a la persona en el espejo? de Enero 2007), plantea que en el mundo ejecutivo entre más subas de puesto o posición es muy importante recibir retroalimentación pero, y, esto lo pienso y digo yo, no sólo debemos hacerlo en el mundo ejecutivo. También, hacer un alto en el camino de vez en vez y mirarnos en un espejo y hacernos a nosotros mismos una serie de preguntas que debemos responder si deseamos fortalecer y allanar nuestro camino en nuestras vidas.

Pienso que esas preguntas también nos servirán para ir hacia nosotros mismos en los aspectos de tipo personal que dentro de estos temas también influirán - y en mucho -; en nuestros presente y futuro.

He aquí esos como también les llama "retos de liderazgo":
  1. Visión y prioridades
  2. Administración del tiempo
  3. Retroalimentación
  4. Planeación de tu sucesión
  5. Alineación y evaluación
  6. Liderando bajo presión
  7. Manteniéndote verdadero (honesto) a ti mismo
Como comento párrafos arriba, Kaplan lo dirige a nuestro accionar dentro de una organización, pero si pudiéramos llevar cada uno de estos retos también a nuestra vida personal, ¿Cómo contestaríamos?
¿Qué respuestas daríamos?

Por ejemplo: 

¿Tengo una misión y una visión clara de mí como totalidad, como Ser Humano?
¿Con base en qué administro mi tiempo? ¿Realmente lo administro?
¿Cómo doy y como recibo retroalimentación? ¿Me la doy a mí mismo?
¿Tengo un plan de sucesión familiar? ¿Estoy preparado para faltar?
¿Alineo mis objetivos con mi Misión/Visión? ¿Evalúo de vez en vez dónde estoy, dónde me encuentro con respecto a ellos?
¿Cómo actúo no tan sólo bajo presión de donde trabajo, sino de mi familia, de mí mismo?
¿Cómo vivo o, estoy viviendo conmigo mismo? ¿Soy honesto con quién soy?


Yo no tengo las respuestas pero ustedes deberán encontrar las suyas y, sobre todo; preguntarse si estas son las preguntas adecuadas o no para ustedes mismos. ¿Faltan? ¿Sobran? O, las respondo...

Un fuerte abrazo y recuerden que dondequiera que estén los quiero y les deseo estén muy bien.

Enrique 

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