Estuve de flojo vacacionando en casa y trabajando en algunos asuntos pendientes pero no escribiendo nada al menos en este su y mi blog.
El concepto de solidaridad según la Real Academia de la Lengua Española es la "Adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros". Cuando hablo - al menos yo lo entiendo así -, de "otros" me gusta incluirme pues de esa forma lo siento más. Por primera ocasión conscientemente la percibí - a la solidaridad -; allá por 1985 en el temblor de septiembre en la CDMX, ya comentado antes en este blog lo viví en carne propia en el restaurante de raices españolas donde una noche - 20 de septiembre - caminando con Jesús Montalvo atrás del hotel Hilton creo era la calle de Atenas o Versalles, nos dieron a la 1 a.m. una excelente Fabada y un bolillo calientito, completamente gratis.
¿Qué se necesita para ser solidarios y la comida que nos sobra llegue a los que menos tienen?
Magnífica idea Nueva York - ver artículo en Reforma sección del "The New York Times International Weekly" de Amanda Rosa "Colocan refrigeradores con comida para todos" que ojalá las autoridades tomen en cuenta en todo el mundo y obviamente aquí en mi país México.
Debe haber refrigeradores viejos y vacíos en muchos lugares de nuestras ciudades. ¿Qué costaría conectarles a registros de los municipios o a restaurantes a tarifas preferenciales de energía eléctrica? Y, con la comida que sobra de los restaurantes, fondas, casas de los alrededores, la comida, en lugar de echarse a perder sirva de alimento gratis a nuestros semejantes con diferentes oportunidades en esta época...
Una tarea de municipios y autoridades estatales y federales...
Yo sólo comento...
Un muy buen día y saben los quiero, buen sábado.
Enrique
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