Hola a todos
Leyendo un magnífico libro de Yuval Noah Harari "21 lecciones para el siglo XXI"; no pude más que asombrarme acerca de la introducción y sus primeros 2 capítulos donde comprende los temas de "Decepción y Trabajo" y con su gran facilidad de palabra y de explicación hace comprensible y sencillo lo difícil. Además, los conceptos tradicionales los maneja excelentemente aunando su filosofía y nuevas formas y modos de ver a la vida y a la colectividad futuras.
Algunas frases y pensamientos que me llaman la atención:
"En un mundo inundado de información irrelevante, la claridad es poder..., con frecuencia, ni siquiera nos damos cuenta de que se produce un debate, o de cuáles con las cuestiones clave."
"Lamentablemente, la historia no hace concesiones. Si el futuro de la humanidad se decide en nuestra ausencia..., esto es muy injusto, pero ¿quién dijo que la historia es justa?"
Nos comienza a reflejar que algo deberemos de hacer si no para cambiar al mundo si para prepararnos a decidir sobre nuestras propias vidas y analizar, reflexionar, actuar e incidir en lo que si seamos capaces de hacer por nuestro bien y si posible por nuestras comunidades. Centrándonos como dice: "en el aquí y el ahora".
En su parte I "El desafío tecnológico" y como menciono al inicio de este comentario en sus primeros dos capítulos parte de una "decepción" por los relatos que nosotros los seres humanos nos hemos contado y creído: el fascista, el comunista, y el liberal. Y como uno a uno, cada uno de ellos ha venido siendo rebasados. El fascismo con la segunda guerra mundial, el comunismo con la caída del muro de Berlín y hoy le toca al liberalismo en donde el populismo de tipo dictatorial comienza nuevamente a descollar. Y, las masas comienzan a sentir temor de verse rebasadas por la libertad individual por medio de la tecnología... y, sin meternos en política o de refilón: "Creando un torrente interminable de crisis, una oligarquía corrupta puede prolongar su poder indefinidamente"... y, volviendo los ojos hacia un nacionalismo recalcitrante que vele únicamente por sus coterráneos sin pensar ni preocuparse por los que no lo sean, "los otros".
Y aquí, Harari reflexiona: no debemos entrar en pánico, "el pánico es una forma de arrogancia" como, ¡Sí supiéramos hacia donde se dirige el mundo! Nos conmina a la perplejidad con humildad y perspicacia y, afirmar: "No entiendo que es lo que pasa"...
Termina este capítulo haciendo énfasis en que deberemos afrontar las revoluciones de la infotecnología y la biotecnología. "Dando sentido a la inteligencia artificial, a los algoritmos de macrodatos y a la bioingeniería.
Termina para dar entrada al tema del trabajo llamando nuestra atención diciendo: "sólo tengo que mencionar tres palabras mágicas para que presten atención inmediatamente: puestos de trabajo"... "la perspectiva muy real de desempleo masivo (o del desempleo personal) no deja indiferente a nadie."
La parte de un liderazgo personal responsable y no paternalista tendrá que jugar un papel definitivo en como comprendamos, confrontemos y aprovechemos ese futuro retador y gracias a personas como Yuval Noah ya no tan incierto.