viernes, 19 de agosto de 2011

Cuarto Comentario Maestría Liderazgo Perú - Covey Primeros 3 Hábitos


Increíbles sus comentarios acerca de Senge y demás autores en "La Revolución Necesaria". Me llama mucho la atención que casi todos ustedes se enfocan de una u otra manera dentro de los 3 aspectos a dialogar, en el tema de liderazgo. Pues bien, adentrándonos en éste, iremos de "adentro hacia afuera" e incluso relacionaremos a Covey - Senge - Nosotros. De hecho algunos de ustedes ya lo comenzaron a realizar.
Bien comencemos este viaje hacia nuestro interior con los primeros tres hábitos de Stephen Covey: Proactividad, Comenzar con un fin en mente y Primero lo primero...

Buena suerte y provecho

Julio César y Enrique

28 comentarios:

Anónimo dijo...

Fernando Díaz Casas
A00812031

Me parece que el libro de Covey tiene como finalidad brindar las herramientas para lograr una interrelación productiva con nuestro medio y nuestros pares, bajo el concepto de los cambios de paradigma o formas de ver la realidad. En el fondo está muy relacionado con el libro de Senge ya que la reflexión parte de la introspección individual, el conocimiento de los propios paradigmas y la capacidad de ver más allá o trascender (salir de la burbuja)

La interrelación productiva o efectiva es un proceso dividido en 7 pasos ó hábitos y que van desde una transformación paulatina del yo interior hasta la influencia que esta transformación puede ejercer sobre nuestro medio y nuestras relaciones con nuestros semejantes. El punto central sobre la guía en los 7 hábitos es que el proceso va desde el interior hasta la influencia que esto puede ejercer sobre nuestro medio (‘’de adentro hacia afuera’’)

El primer hábito que describe Covey es el ser proactivo (tomar la iniciativa, comprometerse y mantener los compromisos) y nace de la introspección, del conocimiento de uno mismo, del análisis de nuestros paradigmas para determinar si son principios basados en la realidad, o están en función de condicionamientos y condiciones. El autor también habla sobre Frankl (creador de la logoterapia) y como éste habla de la libertad para elegir como el driver de la conducta humana a través de la autoconciencia. Por otro lado, la proactividad no es solo tomar la iniciativa, implica reconocer la responsabilidad que nuestras acciones pueden traer. En ese sentido, si uno vive de los paradigmas sociales o de ‘’espejos sociales’’ es muy difícil que pueda progresar. Lo ideal sería hacer un alto (Senge también lo menciona), analizarse, aprender y continuar.

El segundo hábito se refiere lo que significa empezar con un fin en mente. Es allí donde tomamos contacto con nuestra visión y nuestros valores. Allí aplicamos nuestra capacidad de autoconciencia para examinar nuestros mapas y si valoramos los principios correctos, aseguramos de que esos mapas describan con exactitud el territorio, de que nuestros paradigmas se basen en principios y en la realidad. Este hábito también comenta el liderazgo personal; el líder debe ser escuchado para que de sus opiniones y hay momentos en que podría ser necesario dar la orden y hacer que se respete. Como vemos, para llegar a este punto hay que haber salido airoso del primer hábito porque estos están relacionados y son consecutivos.

El tercer hábito nos habla del poder de la voluntad independiente (facultad del ser humano para tomar decisiones y valorar varias alternativas y elegir para después actuar), es el futuro personal, y la realización práctica del primero y del segundo. No se pude pasar a los principios sin una visión de la contribución singular que a uno le corresponde realizar, y sin ponerla en el centro de todo (esto también es parte del marco teórico de la logoterapia de Frankl).

Haciendo una analogía empresarial para describir los tres primeros hábitos, el primer hábito se refiere a que “tú eres encargado del proyecto”, el segundo “formula el proyecto” y el tercer hábito se refiere a “realizar el proyecto”.

Anónimo dijo...

Javier Rota Baguer
A00812043

Sobre la primera parte de Covey me quedo con 3 conceptos y su respectivo desarrollo.

1) Somos responsables de nuestras propias vidas: siendo proactivos somos el motor de nuestra existencia, tenemos la libertad para tomar decisiones y la libertad de elegir como queremos ver la vida. Tendremos un enfoque que se centre en las cosas que podemos cambiar (circulo de influencia) o viviremos angustiados por lo que no (circulo de preocupación)?

2) Una visión es la base del liderazgo personal: Antes de leer el libro yo tenía una visión a futuro de lo que quería lograr en el entorno familiar y entorno laboral, pero al repasar el segundo hábito me di cuenta que tengo una alta motivación al poder, pero no tengo ninguna visión clara de como quiero lograrlo. Otro tema es que mi visión familiar y laboral no están claramente temporizadas, este es un aspecto en el que voy a trabajar.

3) Administrarnos a nosotros mismos: acá quiero hacer un especial énfasis en la delegación. Cuando comencé a ascender en mi organización, lo primero que me dijo el que entonces era mi jefe fue "ahora tienes que aprender a desaprender". Puede sonar muy sencillo, dejo de hacer lo que no me gusta y hago lo que más me gusta, pero en la realidad es mucho más difícil ya que mantenemos un sesgo a seguir haciendo las cosas que nos hicieron ascender, por el simple hecho que ya tenemos un expertise y nos sentimos cómodos haciéndolo (mayormente cosas que en la nueva responsabilidad recaen más en el cuadrante I). Es aquí donde nos volvemos improductivos, dejamos de dar valor agregado a nuestra organización.
El reto está en salir de nuestra área de confort, desplazarnos a nuevos retos, en los cuales inicialmente seremos conscientemente inhábiles para terminar siendo inconscientemente hábiles.
Para esto debemos liberar el tiempo que nos permita concentrarnos en nuestras nuevas responsabilidades (administrarnos!). En este punto es clave la delegación y además tendrá un doble efecto, no solo liberará nuestro tiempo, permitiéndonos enfocarnos en el cuadrante II, sino que luego de un pequeño proceso de aprendizaje desarrollará el CP de nuestros colaboradores, potenciando en el tiempo su P. Con esto se logra lo que todo gerente debe lograr: "hacer a través de otros" (en línea con mi motivación de poder).

Anónimo dijo...

Alvaro Rojas
A00812129

El libro de Covey, "Los Siete Hábitos de la Gente Altamente Efectiva", plantea una visión muy completa sobre los lineamientos a seguir para ser una persona efectiva, detallando pautas aplicables a nivel profesional y personal. Me pareció muy interesante como los conceptos revisados pueden aplicarse a casi cualquier actividad humana, y no están relacionadas de manera excluyente al mundo laboral. Dentro de los capítulos leídos, los puntos que más me llamaron la atención fueron los siguientes:

i) La efectividad reside en el equilibrio: en este punto se plantea que para lograr los resultados deseados, siempre debe lograrse un equilibrio entre la producción (P) y la capacidad de producción (CP). Este concepto que me parece muy interesante, ya que permite poner el alcance de objetivos (P), en perspectiva vs. su costo/esfuerzo (CP). De nada sirve exprimir el CP por lograr buenos resultados a corto plazo, ya que de hacerlo, se estará poniendo en riesgo los resultados a mediano y largo plazo.
ii) La comparación entre el modelo de estimulo y respuesta vs. estimulo, libertad de elegir y respuesta. Durante mucho tiempo he escuchado que toda acción trae una reacción, y esto es cierto, sin embargo, este enfoque permite explorar que cada persona tiene la posibilidad de definir como será esa reacción, como será su respuesta ante ese estimulo. Muchas veces, las personas no tenemos control sobre los estímulos, pero siempre tenemos control sobre nuestra reacción. Ser proactivo y no reactivo puede hacer la gran diferencia entre depender de otros para alcanzar el éxito o depender de uno mismo. Este enfoque permite eliminar la excusa de culpar al resto, o a la suerte. Cada uno es dueño de las decisiones que fijan su rumbo. Esta es la base del primer habito, "sea proactivo".
iii) La matriz de administración del tiempo: esta me parece una herramienta muy útil para entender en que invertimos nuestro tiempo ya que permite ordenar nuestras actividades bajo 2 grandes lineamientos, lo urgente y lo importante. Al revisar los comentarios del escritor en este punto, me quedó clarísimos que la mayoría de acciones que realizo son urgentes e importantes, sin embargo, esta situación no es la más recomendable, ya que uno está siempre enfocado en solucionar problemas, no prevenirlos. En este cuadrante, no se tiene tiempo para construir relaciones o reconocer oportunidades. Para ser eficiente, se necesita tener claro que es lo más importante, de ahí parte el tercer habito, "primero lo primero".

Anónimo dijo...

Claudia Márquez Tassara
A00812029

En esta lectura Covey nos habla del cambio de nuestros paradigmas, es decir la forma como vemos las cosas, cómo nos situamos en el mundo y qué interpretación le damos. Esta transformación genera cambios significativos en nuestras actitudes y respuestas a todo lo que nos sucede así como a nuestro trato con los demás, determinando progresivamente un cambio en nuestro carácter con el objetivo que seamos efectivos en el largo plazo.

Este enfoque de partir desde adentro, con una transformación interna me parece muy interesante pues muchas veces tratamos de imitar a los demás o de improvisar con alguna actitud superficial en un momento determinado logrando tener un éxito temporal. Pero lo que realmente debemos hacer es un cambio interno que nos dure para toda la vida a fin de que tengamos un éxito sostenible fundamentado en un sólido carácter. En ese sentido, desarrollar hábitos que ayuden a esta formación es lo que nos propone el autor para ser efectivos en nuestras vidas. No es fácil, debemos de comprometernos a luchar contra actitudes y pensamientos ya arraigados en nosotros, no quedarnos en su simple aprendizaje, sino que debemos de transmitirlos y ponerlos en práctica a fin de que no desaparezcan.

Los 3 primeros hábitos presentados están dirigidos a nuestra victoria privada, es decir a obtener éxito en nuestra visión personal, nuestro liderazgo personal y en la forma cómo nos administramos nosotros mismos. La lectura de este último hábito me dio mayores pautas para mi vida profesional y personal al descubrir la matriz de la administración del tiempo. Clasificar mis actividades en su nivel de importancia y urgencia me pareció muy útil y práctico, y actualmente ya lo estoy aplicando.

Situándome en esta matriz, hay
muchas cosas que debí poner en el cuadrante 4 y que ocupaban el tiempo que le podría haber dedicado a las cosas importantes y no urgentes, es decir al cuadrante 2. Este cuadrante es al que le debemos de dar mayor importancia ya que está relacionado con nuestra visión, nuestras metas, el desarrollo de los 7 hábitos, es decir todo aquello que realmente nos hará personas efectivas. Para trabajar en ello debemos de ser personas proactivas, con iniciativa para actuar sobre nosotros mismos evitando que otros actúen sobre nosotros. Saber decir “no” a las actividades que no son importantes, es decir “si” a este cuadrante y cuanto más amplio sea éste menos importancia tendrán aquellas actividades que nos generan problemas en determinar el rumbo de nuestras vidas.

Anónimo dijo...

Katia Zegarra
A00812053

Quisiera comenzar recalcando lo que realmente significa hábito, término que está relacionado a principios y valores, pero si y solo sí, los interiorizamos y tomamos como parte de nuestro comportamiento de manera permanente. Los tres primeros hábitos conformados por la proactividad, empezar con un fin en mente y el saber priorizar actividades, están relacionados con el carácter de las personas y contribuyen a que podamos pasar de un estado de cosntante dependencia de otros para pasar a un nivel más deseable que es el de actuar ya con cierto grado de independencia, y los hábitos siguientes se logran gracias a la exteriorización de dicho carácter y nos posibilita alcanzar a un grado mayor de madurez emocional logrando así una adecuada interdependencia con las personas que nos rodean.
El hábito de la proactividad, la cual precisamente es la que nos diferencia del resto de seres vivos de la tierra, por el grado de libertad que implica, desde el momento en que nosotros mismos nos convertimos en los “arquitectos” de nuestras propios destinos, al escoger por cuenta propia y libremente como responder a las pruebas que nos pone la vida, es decir, que somos como seres humanos los unicos responsables de nuestras propias vidas.
El segundo hábito que tiene que ver con el hecho de comenzar con un fin en mente, es decir tener bien en claro en todo momento hacia dónde vamos, cual es la razón de ser de nuestras vidas, como nos vemos de aquí a unos cuantos años.
El tercer hábito que es establecer primero lo primero, el cual está relacionado con el saber distinguir las cosas importantes, que nos permitan alcanzar nuestro fin mentalizado en el hábito dos. Para ello es necesario procuremos apuntar todos nuestros esfuerzos a lo que el autor llama el cuadrante dos, que contiene las actividades que son importantes pero no urgentes, con lo cual reduciremos la probabilidad de caer en el cuadrante uno, que en realidad es signo de crisis, por constar de actividades importantes y urgentes. De igual manera es importante aprender a mantener una posición constante que evite caer en lo no importante sea esto urgente o no, reflejados en los cuadrantes tres y cuatro.
Respecto a lo mencionado, puedo afirmar con toda seguridad que lo he comprobado, pues ambos hábitos definitivamente me han contribuido a mostrarme como una persona altamente efectiva en la mayoría de las cosas que me propongo, responsabilizándome yo misma en todo momento de mis actos, tomando retos por cuenta propia y sobre todo invirtiendo intensivamente en mi desarrollo personal, lo cual me ha contribuido favorablemente con mi línea de carrera.

Anónimo dijo...

Norma Hurtado
A00812049

Los primeros capítulos del libro de Covey nos brinda hábitos muy útiles porque nos plantea lineamientos para ser eficaces a nivel de empresa y a nivel personal y familiar. Todo parte de dentro hacia fuera, de un proceso de introspección para conocerse a uno mismo, de darse cuenta de nuestros paradigmas y tratar de romperlos, lo que de por sí ya es una tarea muy difícil, pero “salir de la burbuja” nos ayuda a poder ver las cosas desde otro punto de vista.

El primer hábito de proactividad representa la libertad para poder escoger nuestra respuesta o la actitud que afrontamos frente a los estímulos del ambiente. Nos empodera para responder de acuerdo con nuestros principios y valores. Es lo que nos hace humanos y nos permite decir que nosotros construimos nuestro destino.

El segundo hábito de comenzar con un fin en mente da sentido a nuestra vida, pues la creación de una visión de lo que queremos lograr permite que nuestras acciones estén dirigidas a lo que realmente es importante en nuestras vidas. Al tener eso claro vamos a generar acciones que nos lleven a cumplir nuestra visión.

Luego de adoptar el hábito de la proactividad que permitirá asumir responsabilidad, y habiendo definido el fin que deseamos alcanzar, es esencial saber cuál es el siguiente paso y eso lo explica el tercer hábito primero lo primero, que nos brinda herramientas y métodos para priorizar y empezar. Definir lo urgente y lo importante haciendo referencia a las personas que por no priorizar tareas su vida se mantiene en constantes actividades urgentes y continuo afán haciendo de este una persona reactiva.

Estos hábitos son una buena guía que trataré de aplicar más especialmente el primer hábito de proactividad. He venido trabajando en ello especialmente con mi jefe, hace casi dos años llegó y su estilo era tan diferente al anterior jefe, que tuve que romper muchos paradigmas, darme cuenta que quien tenía que cambiar era yo y no él, tuve que buscar dentro de mí misma la motivación para entenderlo, rescatar sus puntos positivos y anticiparme a sus necesidades, poco a poco fui entendiéndolo y pudimos trabajar mejor, sin darme cuenta ya no cuestionaba todo lo que decía sino que pedía mi opinión, tal como el ejemplo del libro, no lo podía creer pero estaba ampliando mi círculo de influencia sin darme cuenta. Es un esfuerzo constante pero he podido ver que es posible y que funciona.

Anónimo dijo...

José Alva Cortez
A00812025

A leer los capítulos relacionados a los 3 primeros hábitos de Covey pude confirmar que el primer paso para todo cambio siempre está primero en nosotros mismos. Lo primero que quisiera rescatar son algunos aspectos relacionados a la proactividad; en el fondo, cada uno debe ser su propio “amo”, identificando que puede controlar y que no, para así no malgastar nuestros propios recursos en actos / decisiones que no nos traerán ningún resultado. Me pasó hace algunos años, en un trabajo anterior, que empecé a sentirme aburrido, frustrado, cansado de ir a trabajar, etc.; y todo a raíz del cambio de jefe que tuve, y con el cual no había buena relación. Después de muchas vueltas al tema, y sabiendo que a él simplemente no lo iban a cambiar porque a mi no me agradaba, me di cuenta que quien tenía que buscar la alternativa diferente, el cambio, era yo, y así pasó (felizmente¡¡¡).

El hábito 2 y el hábito 3, pueden sonar tan sencillos, pero me parece que son de mucha ayuda para poder orientar nuestros esfuerzos en los objetivos que realmente estemos buscando alcanzar, y estableciendo las prioridades en nuestra vida (personal, profesional, familiar…). Siento que las definiciones dadas en el hábito 2 me serán de mucha ayuda, porque a veces uno suele centrarse en alcanzar logros materiales, y una vez que se alcanzan, ¿qué viene ahora? ¿Me satisfizo alcanzar ese objetivo? Ahí es donde vienen los problemas; y esos son aspectos que debo reforzar para no caer en esos vacíos.

Y un tercer aspecto que me llamó bastante la atención fue el de delegar, que se menciona en el hábito 3. Cuando recién empecé a tener gente a cargo, se suponía que debía empezar a trasladar varias funciones que yo hacía a mi equipo, pero como yo las hacía “más rápido” y “las dominaba”, prefería resolverlo por mi mismo, y evitar invertir tiempo en capacitar a alguien y de revisar si se encontraba bien. Felizmente eso cambió y por varias razones: estaba saturado de tareas, orientación de mi jefa, fui notando que no ayudaba a mi equipo, y de que estaba sumergido en el día a día, y no levantaba la cabeza, a pesar de que habían cosas importantes que no estaba atendiendo. Poco a poco fue delegando, primero con instrucciones claras de lo que había que hacer; y luego indicando los objetivos buscados, dando mayor libertad para que puedan explorar en la forma de hacer las cosas. Lo importante para mi es mantener esa práctica, para así yo seguir situado en la famosa zona II.

Anónimo dijo...

Pedro Fernandez
A00812027

En esta oportunidad son muchos los conceptos que me han llamado la atención y que en buena cuenta sirven literalmente en mi opinión no solo como hábitos sino como lecciones de vida que debemos poner en práctica en el día a día. Por ejemplo, esta lectura me ha permitido descubrir y corregir el enfoque que tenía sobre liderazgo. En un comentario anterior en el blog expuse mi idea de que la actitud es un determinante del éxito y después de lo leído pues claramente me doy cuenta que estuve equivocado pues no basta solo con actitud y una conducta adecuada sino la clave real es estar situado correctamente en el caso donde se quiera aplicar dicha actitud y conducta. Las experiencias de vida nos enseñan probablemente mucho mas que cualquier texto y es por eso que al igual que la experiencia del autor en el tren con los niños revoltosos he tenido la oportunidad de vivir experiencias similares cuando he pecado haciendo una sugerencia sobre el comportamiento de ciertas personas que bajo mi óptica o paradigma era válido pero que sin embargo era errado si lo enfocaba de forma mas amplia. Aquí como yo lo resumiría y que me parece fundamental es que debemos en cualquier situación tener claro el panorama y la situación en forma integra antes de actuar, decir o pensar. Debemos siempre observar el bosque y no solo el árbol.

Otro aspecto enriquecedor es el enfoque de vida “de adentro hacia fuera” en el que básicamente nos llama a una autoreflexión, una introspección que nos permita encontrarnos a nosotros mismos, conocernos y reinventarnos en aquellas situaciones en donde normalmente pensamos que el problema es siempre de un tercero y no el nuestro. En mi labor como auditor siempre he podido experimentar la impotencia al depender de un tercero para conseguir la información que necesito para realizar mi labor, mi paradigma en este caso tiende siempre a pensar entre otras cosas que los auditados demoran en pasarme la información solicitada debido a que aprovechan para poder solucionar los problemas antes de que la auditoría los pueda detectar. Sin embargo, a pesar que esta práctica se ha evidenciado en varias oportunidades, esta trae un efecto sobre nuestro trabajo como auditores afectando nuestros tiempos de respuesta además de tener una percepción negativa del auditado. Tratando de poner en practica una conducta proactiva, luego de un análisis y siguiendo las tendencias actuales, la premisa es ahora concientizar a los usuarios a que la auditoría es una ayuda que permite optimizar la gestión de cada área de negocios y en beneficio de todos, estableciendo lazos de confianza que sean sostenibles en el tiempo y que permitan evitar estas practicas y percepciones equivocadas.

Finalmente quisiera comentar la importancia de ampliar nuestro círculo de influencia que demandara de una inteligencia emocional como factor clave para lograr su sostenibilidad en el tiempo debido a que entiendo que nuestras limitaciones humanas tienden en cada instante a querer reducir ese circulo debido a la conducta reactiva que solemos tener. Esa pausa, ese equilibrio emocional y la inteligencia asociada es la que nos permitirá sacar el mejor provecho de cada situación y vivir intensamente siempre teniendo un centro basado en principios, el cual es otro reto importante y mayor aún pues en mi caso, es una lucha constante por considerar mi centro en el trabajo, el placer, un tercero o en mí mismo. Creo que esta lectura ya me ha dado un punto de partida para alcanzar la efectividad a través de este concepto basados en principios y cuyo logro estará garantizado siempre y cuando saquemos a relucir al líder que llevamos dentro. En todo caso particularmente pienso que la familia es ese apoyo que cualquier persona necesita para reformular el sentido que queremos darle a nuestra vida, en especial cuando siento que mi hijo es mi motivación y mi esposa es mi mejor apoyo.

Anónimo dijo...

Michel Pozo Quintana
A00812022

Tres aspectos que me llamaron la atención de la presente lectura es que primero como muchas veces algunos de nosotros vemos los problemas que nos rodean desde el círculo de preocupación influenciado muchas veces por los “si tuviera” y no poniéndonos a pensar que en realidad el control lo deberíamos tener uno mismo desde nuestro círculo de influencia. Ese mismo circulo que debería estar basado en un núcleo de nuestros principios bien definidos. Y esto se refleja en nuestro lenguaje cotidiano en el cual mencionamos muchas veces el “tengo que hacer” como si fuera una obligación o algo que es muy poco agradable hacer en vez de mencionar un “quiero hacer” de formas mas voluntaria. Sin embargo cuando el autor menciona que somos libres para elegir nuestras acciones pero que no lo somos para elegir las consecuencias de esas acciones, yo creo que cada persona al elegir una determinada acción es consciente de las consecuencias que pudiera traer mas adelante, es por ello que me atrevería a decir que cuando alguien elige la acción hasta cierto punto también esta eligiendo la consecuencia como un conjunto.

El segundo aspecto es el de tener un núcleo basado en principios, yo creo que la mayoría tenemos muchas veces un núcleo basado en la familia no solo por ser parte de nuestra cultura y con la que nos han enseñado y crecido, si no que también hay un sentimiento de unión muy fuerte. Sin embargo esto para el autor es un paradigma que deberíamos cambiar y apuntar mas que nada a un núcleo basado en principios, al menos por mi parte desde que tengo uso de razón mis actividades siempre estuvieron basados o centrados en la familia por la unión y el sentimiento que sentimos al menos en mi familia..

Y el tercer aspecto que me llamo la atención es el de la matriz de la administración del tiempo, cuando lo analizaba me daba cuenta como de manera quizás inconsciente me he estado moviendo entre los cuadrantes I, III y IV, y haciendo muy poco respecto al cuadrante II, pero ha sido también durante al menos los últimos años que empecé a preocuparme un poco mas por los temas de capacitación y planificación de las actividades futuras porque creo que es parte de este mercado competitivo que nos empuja a mantenernos actualizados porque si no podemos quedarnos relegados por las generaciones venideras.

Anónimo dijo...

Fernando Franco Falcón
A00812030

El libro de Covey nos brinda herramientas para ser eficaces a nivel familiar, personal y de empresa. Lo más importante es que el proceso va de adentro hacia afuera.. Los tres hábitos que más me llamaron la atención son:

Ser proactivo: No es sólo tomar la iniciativa, sino tener responsabilidad de nuestras acciones. Normalmente las personas pro-activas son valiosas dentro de las organizaciones ya que no necesitan que les digan que hacer.

Empezar con un fin en mente: Este hábito lo hemos visto innumerablemente en los cursos que llevamos, es tener Visión, esto es muy importante para darle sentido a tu vida. Siempre que comienzas un nuevo negocio o proyecto debemos determinar cuál es la visión, así podremos determinar objetivos parciales para llegar a la meta.

Establecer lo primero: Este hábito es muy importante cuando comenzamos a tener responsabilidades, normalmente cuando las personas trabajan de manera desordenada nunca terminan las cosas que tienen que hacer y siempre llevan trabajo a la casa, lo cual desencadena en estrés y problemas familiares. Es importante que administremos nuestras tareas para cumplir nuestros compromisos y también para saber que podemos dejar de lado.

Anónimo dijo...

Rosemarie Moyano
A00812024

Conforme me introducía en la lectura me iba dando cuenta que para ser felices en todo aspecto tanto en lo personal como en lo profesional y el cualquier aspecto de la vida, lo importante es mantener un equilibrio que nos permita ser coherentes con nuestros principios y creencias haciendo un uso adecuado de las capacidades que tenemos como seres humanos ser totalmente autoconscientes de adónde queremos llegar y cómo queremos llegar, que hagamos las cosas con un adecuado uso del tiempo y con la mente totalmente abierta a nuevos paradigmas de acuerdo a las diferentes situaciones que nos toque vivir.

Todos debemos entender que hay que dejar de lado aquellos paradigmas que nos llevan a hacer ciertas cosas sólo porque seamos aceptados o reconocidos por la sociedad. Es importante ser conscientes de nuestros paradigmas, pues al final eso define nuestra forma de percibir el mundo y por lo tanto determina nuestra conducta, hay que estar preparados para cambiar de paradigma en el momento que sea necesario con el fin de ampliar nuestra visión de las cosas y entender aquellas que no encajan según nuestro modelo.

En lo personal puedo decir que una de las cosas que me preocupa más es lograr ser una buena madre y que el día que me muera mis hijos, hablen de mí con amor y me recuerden con amor. Hay que educar con amor, y también hay que corregir con amor. Que importante es escuchar, mis hijos saben muy bien cuando realmente los escucho y cuando sólo hago parecer que los escucho, me preguntan y me exigen que los mire a los ojos y que no mire nada más para que escuche perfectamente lo que me están diciendo, su sinceridad me ayuda a darme cuenta que estoy haciendo mal, pero y en el trabajo?, a la fecha no recuerdo que nadie me haya dicho eso a menos que hayamos estado en una discusión donde a veces suelo no dejar hablar. Yo creo que siendo totalmente consciente de este defecto con el tiempo escucharé más y mejor. Esto es como empezar de adentro hacia fuera, y si pues primero debemos empezar por nuestros motivos, por nuestro carácter y por nuestros paradigmas.

La proactividad desde mi punto de vista marca la diferencia entre las personas, y cómo dice el libro, no es sólo tomar la iniciativa, significa que somos responsables de nuestra vida, es decir en nuestras manos está que las cosas sucedan. Es importante que todos podamos decir que lo que somos se lo debemos a nuestras decisiones del pasado. Tener un fin en mente, éste hábito se basa en principios de liderazgo, dónde liderar es hacer las cosas correctas. Dependiendo del rol en el que nos encontremos tenemos que tener claro que es lo que queremos, ya sea como padres, como esposos, como amigos, etc. Y cómo tercer hábito “primero lo primero”, hacer que la misión se cumpla, para esto hay que lograr el equilibrio que nos permita hacer un buen uso y distribución del tiempo, saber qué cosas son realmente importantes y no urgentes, saber sobre que tareas centrarnos y cuáles no, aprender a delegar y otorgar responsabilidad a terceros aportando en su crecimiento y desarrollo.

Anónimo dijo...

K. Richar Regalado Vásquez
Matrícula N° A00812212

En esta primera parte de la lectura el autor plantea un cambio de adentro hacia afuera entendiendo que el ser humano es el responsable de su destino, por ende debe repensar si su forma de ver el mundo (paradigmas) está sustentada en principios fundamentales. Lo llama victoria privada, debemos reinventarnos.

La efectividad /equilibrio P/CP
Si queremos ser efectivos a lo largo del tiempo debemos prestar la misma atención al producto (P) y al costo de producción (CP). En una de mis primeras experiencias laborales di absoluta prioridad al trabajo, me aislé de todo lo que no estaba relacionado a ello, esta decisión me trajo reconocimiento y promoción a nivel laboral, admiración de algunos familiares y amigos; sin embargo, cuando no estaba en el ambiente laboral me sentía vacío y entendí que debía equilibrar mi trabajo con la familia, amigos y capacitación. Ahora trabajo en una organización que promueve el desarrollo integral, creo que esta es la forma de ser efectivo en el tiempo (mediano y largo plazo), caso contrario la maquina productiva se agota y “la reposición es costosa o imposible”.

Tomar la iniciativa
A mi entender es lo primero que necesitamos para ser gestores del cambio. La forma de desarrollar normalmente las cosas no quieren decir que sean imperfectibles, siempre hay oportunidades de mejora que debemos detectar y proponer para iniciar el cambio.

Liderazgo y Administración
Muchas veces terminamos siendo más administradores que lideres, dejamos pasar oportunidades y que el día a día nos consuma, llegando inclusive a debilitar nuestro relacionamiento positivo con nuestros stakeholders. Esto me ha sucedido, ahora con la herramienta que propone el autor, “Matriz de la administración del tiempo” donde divide lo urgente y lo no urgente en categorías de lo importante y no importante, es más fácil visualizar en que cuadrante estas y que debes hacer para estar en el correcto (II). Esta herramienta también nos permite identificar que actividades debemos delegar. Interesante la diferenciación y el control que plantea para la delegación en recaderos y encargados.

Anónimo dijo...

Josue Meza
A00766236

Recuerdo que 3 meses antes de mi matrimonio (me casé un 20 de Marzo) el Gerente Nacional de Ventas para el Canal Moderno de la empresa donde trabajaba se acerca a comentarme si estaba interesado en tomar un proyecto muy importante para el Canal de Farmacias, le dije que sí (pensando que se daría en unas semanas), sin embargo me pregunto si podía comenzar al Lunes siguiente, con la sinceridad del caso le dije que como sabían estaba viviendo por trabajo en el Norte del país a 2 horas en auto de la ciudad de mi novia donde se llevaría a cabo la boda y que los fines de semana la veía y ayudaba con los preparativos; me dijo que agradecía mi sinceridad y que me esperaba el 1ero de Abril, una vez que regresara de la luna de miel, lo cual me sorprendió y le pregunté si el proyecto era tan importante no quería que se atrasará 3 meses por mí y que podía venir a vivir a Lima antes; su respuesta me sorprendió más aún al decirme que más importante que el proyecto era tener a la persona correcta que debía sacarlo adelante al 100% enfocado en el proyecto, por ello me esperaba. El proyecto fue un éxito y en los siguiente meses me promovieron a Gerente, jamás olvido esa conversación y es claro que él sabía lo referente al equilibrio P/CP que menciona en el libro y uno lo aprende.

Menciona que por naturaleza somos proactivos, sin embargo nuestras vidas están en función del condicionamiento y las condiciones, si por decisión consciente o por omisión elegimos otorgar a esas cosas el poder de controlarnos, nos volvemos retroactivos. Hay cosas que afectan más a uno que otras personas, por la sencilla razón de cómo afrontamos los problemas ¿verdaderamente son tan grandes y complicados como lo pensamos o sentimos?, depende de únicamente de nosotros ser proactivos o retroactivos, lo más fácil es ser retroactivo, culpar a los demás, a las circunstancias de lo que estamos viviendo y terminaremos dando vueltas sobre el mismo punto, sin mejorar nuestra situación, deprimiéndonos, etc, no es sencillo ser proactivo hay cosas que son muy duras de asimilar y salir adelante, sé puede y se debe si deseamos ser felices y contribuir a la felicidad de nuestros seres queridos.

Lo diferente que son nuestras vidas cuando sabemos que es lo que verdaderamente importante para nosotros, actuamos cada día para ser y hacer lo que en realidad nos interesa. Empezar con un fin en mente nos permite además de eficientes, ser verdaderamente efectivos. No me cabe dudas que cuando hacemos las cosas por convicción más que por obligación, los resultados son los mejores, me tenido años en los que no tenía definido lo que deseaba y por más que estuve en grandes empresas no me sentía a gusto. La felicidad es compleja de alcanzar, hasta que me tomé un tiempo para pensar y definir lo que realmente quería y empecé a trabajar en ello, en hacer que las cosas sucedan y poco a poco las cosas se están dando, me tomo tiempo definir lo que deseaba y ser consciente de todo lo que implicaba reconocer mis errores, aprender de las experiencias vividas y de las experiencias de otros para encaminar mi rumbo en busca de lo que deseo.

Anónimo dijo...

Guillermo Orihuela Rafael
A00812028

El libro de Covey tiene una especial importancia, pues como muchos de los materiales anteriormente analizados en el presente curso, tiene una aplicación significativa tanto en el ámbito personal como en el profesional.

El autor nos solicita analizar la importancia de tomar en cuenta los paradigmas con los que actualmente vivimos, los mismos que son los criterios en base a los cuales se toman las decisiones de nuestra vida cotidiana, y tener la capacidad de ser capaces de cambiar los mismos en base a los tres primeros hábitos. Dicha apertura promete lograr un cambio que permita el cumplimiento de las metas personales establecidas, ya en el corto o largo plazo.

El autor presenta con astucia el primer hábito, mostrándolo como una característica que diferencia al ser humano del resto de seres que habitan en la tierra. ¿Quién no querrá prestar atención a este hábito? En efecto, la proactividad nos otorga la posibilidad de ser protagonistas en las decisiones de nuestro propio futuro, a responder ante determinadas situaciones en base a nuestros principios y valores. Es interesante escuchar y admirar el desarrollo de personas proactivas, pues las mismas utilizan su condición para poder tomar acción sobre las cosas en las que efectivamente pueden hacer algo, dejando de lado las condiciones o circunstancias donde se desenvuelven. Hace un tiempo había un comercial de televisión que presentaba a un reo utilizando un ambientador de flores en su celda y el mismo olor hacía que en su imaginación se active y se sienta “libre” en un campo verde lleno de flores. Ese es el sentimiento de la proactividad en los seres humanos, la sensación de ser capaces de cambiar su entorno y formar un entorno feliz en base a las decisiones tomadas, siempre con la responsabilidad y conciencia de que las mismas tendrán consecuencias, las cuales no podrán ser decididas por nosotros mismos.

El segundo hábito nos permite comprender el destino y por ende descifrar en el momento en el que nos encontramos, nos establece la necesidad de determinar un rumbo a nuestra vida, de manera que nuestras acciones estén dirigidas a concluir aquel proyecto establecido. Actualmente en la organización donde laboro se ha considerado el segundo hábito como pieza fundamental en el desarrollo estratégico en los negocios; es por ello que se programan reuniones de planeamiento, en donde nos reunimos en un ambiente neutral, normalmente una sala de conferencias externa, para poder desarrollar los objetivos de la organización. En este año en particular se pudo analizar las metas para el próximo año, así como el horizonte a corto plazo (4años).

Siguiendo con el tercer hábito y de la mano con el ejemplo mencionado en el párrafo anterior, una vez determinado el horizonte esperado, se establecen prioridades, las mismas que son designadas a cada líder de equipo. Al respecto, el tercer hábito establece la necesidad de priorizar las tareas encomendadas, aplicando las herramientas y métodos de priorización señalados por el autor. En efecto, el tercer hábito deberá ser aplicado por cada lider, tomando en consideración parámetros generales de la administración del portafolio de clientes, el mismo que se encuentra establecido en base a determinados factores económicos, tales como segmento de mercado, exposición de marca, masa crítica y relación comercial. Sin embargo, el éxito de la gestión encomendada en cada líder radicará en la habilidad y aplicación de los herramientas de priorización y la capacidad de organización y ejecución en relación con al tiempo, para lograr un desempeño efectivo de nuestra propia vida.

La consecución y realización de los tres hábitos en las personas llevará a la Victoria Privada, la misma que requiere un cambio en los paradigmas pre establecidos para poder lograr el èxito deseado.

Anónimo dijo...

Hugo M. Rangel G.
A00812042

Los conceptos que S. Covey propone en su libro “Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva” son muy interesantes y lo más importante y rescatable es que se pueden aplicar a cualquier ámbito de la vida de las personas. Uno siempre se pregunta cómo hacer que las cosas sucedan, tanto en la empresa como en lo personal, y mediante estos siete hábitos Covey nos dice exactamente cómo hacerlo.

Todo parte de madurar, meditar y la autoconciencia. Generalmente uno no se pone a pensar en nuestro estado dependiente y muchas veces somos presas de las circunstancias que nos rodean. Me parece asombroso, casi como abrir los ojos, el trayecto que hay que cruzar para pasar de ser personas dependientes a independientes (victoria privada) para luego ser interdependientes (victoria pública). Al darnos cuenta de estro, podemos realizar un giro de 180° a nuestra vida y tomar las riendas, tal vez por primera vez. ¿Por qué estamos sujetos y supeditados a las circunstancias que se nos presentan? Primero debemos identificar las situaciones que no podemos cambiar y colocarlas en nuestro círculo de preocupación. Luego nos enfocamos en lo que sí podemos cambiar (círculo de influencia) y trabajamos duro para ampliar el espectro de cosas que sí podemos modificar de tal manera que nosotros dictamos nuestro propio camino. Cuando tomamos conciencia que somos responsables y, por ende, está en nosotros decidir la respuesta que le damos a los estímulos, es cuando empieza el cambio en nuestras vidas y toma una forma proactiva.

Para llegar a realizarnos como personas es necesario el reconocimiento de los demás en todos los roles que adoptamos en nuestra vida. Al final lo que uno quiere es simplemente ser amado donde quiera que esté. Para lograr esto es ineludible tener un “fin en mente” y establecer bien cuales son los principios por los que nos vamos a regir. Somos propensos a tener centros equivocados en nuestras vidas y si no tenemos claramente identificados cuales son éstos, podemos fallar a nuestros principios. Cuando nos enfocamos en lo equivocado como el dinero, el placer, las posesiones, el trabajo, etc., podemos descarrilarnos del camino que queremos seguir. Al enfocarnos en estas cosas nos volvemos dependientes de ellas, y no nos permite tener una armonía en todos los aspectos que necesitamos para realizarnos. Los principios son básicos para obtener el reconocimiento antes mencionado.

Me causan mucha admiración las personas que viven y mueren bajo sus principios. Estas personas tienen una fuerza de voluntad inquebrantable, pase lo que pase tienen tan claras sus ideas y metas en la vida, que nada ni nadie puede lograr que se salgan de su trayecto. El tema está en que esos principios sean los correctos de acuerdo a la ética. Vivir mejor en relación con las personas es la base de la ética. No debemos hacer nada que pueda perjudicar nuestro bienestar, y como somos seres humanos que inevitablemente vivimos en sociedad (a no ser que nos aislemos totalmente del mundo), nuestro bienestar incluye nuestras relaciones con los demás. Entonces por lógica, tenemos que amar a los demás y portarnos con nuestros vecinos de la manera que queremos que nos amen y traten a nosotros. Estos 7 hábitos nos dan una guía de cómo lograr vivir bien de una manera efectiva.

Anónimo dijo...

Fernando Fiascunari
A00812051

Dentro de la lectura de los tres primeros hábitos, muchos conceptos han sido interesantes, de los cuales voy a resaltar los que más llamaron mi atención.

El leer el primer hábito, me ha permitido comprender realmente lo que significa ser proactivo. Muchas veces creemos que estamos siendo proactivos cuando “hacemos más de los que nos piden” prácticamente reduciendo este concepto aspecto laboral, sin embargo nos damos cuenta de que implica mucho más. En la lectura nos habla de que proactividad implica que somos responsables de nuestras propias vidas, tenemos que guiarnos por valores, interpretar la realidad y saber lo que se necesita. Me he dado cuenta de que muchas veces he sido una persona reactiva cuando se trata de asuntos familiares y esto ha podido trascender a otros aspectos de mi vida. La lectura me ha ayudado a comprender que siendo proactivo en todo, cambiando de adentro hacia fuera, puedo ampliar mi círculo de influencia y puedo lograr hacer las cosas que he decidido.

Con respecto al segundo hábito, la distinción que realiza entre el liderazgo y la administración me pareció sumamente interesante. Generalmente aprendemos numerosas herramientas y desarrollamos habilidades para ser cada vez mejores administradores, ya que estas nos traen resultados tangibles a corto plazo y dejamos de lado el desarrollo de nuestras habilidades de liderazgo restándoles importancia. Particularmente considero que ver el día a día en el trabajo, con las urgencias que se nos presentan nos sesgan del camino correcto, llevándonos a tomar soluciones cortoplacistas, que nos pueden llevar a “alinear las sillas en la cubierta del Titanic”. Un punto sumamente a tener claro es “sobre que pared esta apoyada la escalera” mientras estamos ascendiendo. En general el ímpetu que nos conduce a seguir escalando por un camino, puede nublar nuestra visión de a donde realmente estamos queriendo ir.

Con respecto al tercer hábito, analizar la matriz de la administración del tiempo, me hizo recordar cuando, hace unos meses atrás, estaba a cargo de una FFVV de una distribuidora, recuerdo que me mantenía entre los cuadrantes I y III, debido a que sentía que tenía que solucionarles los problemas para que pudieran realizar bien su labor. Poco después entendí que era mejor “enseñar a pescar” que entregarles el “pescado”, y poco a poco fui delegando las funciones para centrarme en las actividades del cuadrante II.
Sin embargo hace un par de meses atrás, he cambiado de posición y me he dado cuenta de que de que mucho de mi tiempo esta enfocado nuevamente en los cuadrantes I y III, enfocando poco de mi tiempo al cuadrante II que es el que verdaderamente da un valor agregado importante. Tengo que comenzar a actuar para comenzar a trasladarme al cuadrante II y la lectura del tercer hábito estoy seguro que facilitará esa transición.

Anónimo dijo...

Carlos Zapata - A00812036
La verdad es que no importa cuantos libros de grandes autores y “gurús” del liderazgo se puedan leer ya sea por voluntad propia o por obligación, si es que nosotros no somos capaces de hacer una autoevaluación sincera de todas nuestras competencias, debilidades y talentos innatos, para luego producto de dicha evaluación ser capaces de plasmar en blanco y negro todos nuestros paradigmas que nos mantienen atados a la rutina y en muchos casos al confort del fatal conformismo. Desde mi punto de vista es claro que las personas que no tengan la voluntad, el coraje y la decisión de mejorar o cambiar sus paradigmas no podrán ser lideres, pues si no pueden mejorar que se puede esperar obtener de sus habilidades de supervisión o gerencia.
Covey nos lleva a través de estos 7 hábitos de manera secuencial, en donde se pueden relacionar los tres primeros están estrechamente ligados al dominio personal, es decir que si podemos manejar estos hábitos lograremos acrecentar nuestra personalidad y por consecuencia poder llegar a ser mas independientes.
El ser proactivos no implica que seamos siempre los primeros en tomar la iniciativa de hacer algo, es tomar la iniciativa pero además ser conscientes y responsables de nuestras acciones “responsables de nuestras propias vidas” y que estas acciones y toma de decisiones se basen en juicios de valor y no soportados sobre nuestras emociones ni costumbres, del mismo modo debemos ser capaces de relacionar la autoconciencia, nuestra imaginación, la conciencia y la independencia, de manera al unir estos elementos en un solo contexto podamos diferenciar nuestro estado anímico de nuestra persona, elevar la imaginación con una clara idea de diferenciar lo bueno y lo malo , finalmente con carácter independiente como resultado de nuestra autoconciencia.
Debemos ser capaces de crear nuestra propia visión de futuro, teniendo la idea clara de la dirección que debemos seguir para llegar al destino deseado, en mi caso cada cosa o logro que he obtenido lo he visualizado en mi mente, para luego ir materializándolo, a través de acciones y decisiones concretas que hacen que en determinado horizonte de tiempo puedan ser tangibles al 100%
El habito de establecer lo primero, a mi parecer esta muy relacionado a que etapa de nuestras vidas nos encontramos, en algún momento vamos a priorizar aspecto como el trabajo, la familia, actividades recreacionales, y demás componentes que nos dan sentido a nuestras vidas para mi lo mas importantes es encontrar el equilibrio y no dejarnos llevar por nuestra obsesión de conseguir o dar algo.
Finalmente no existe receta mágica para poder realizar el cambio o tomarte una pastilla y ser líder de la noche a la mañana, lo mas importante es tener siempre la voluntad y decisión de hacer lo uno quiera hacer.

Anónimo dijo...

Junior Valdez Pachas
A00812033

El libro de S. Covey para mi comprensión es uno de los libros mas prácticos y aplicables a la realidad de los distintos ámbitos de la vida de todas las personas. Ha tenido una alta influencia para mi a pesar de ser solo los tres primeros hábitos, que a mi entender son la base para la efectividad y relación con los que faltan.

Para entrar en contexto, los tres puntos que fueron más resaltantes se basan en la importancia de que la efectividad en todos los aspectos de mi vida viene de “adentro hacia afuera”. Nosotros somos los causantes de nuestro propio destino y posibles cambios que se originan siempre como resultado un nuevo paradigma (o nueva forma de "ver" el mundo).

El primer punto, es la relación y la importancia de conocer la diferencia entre la ética de la personalidad con la del carácter, hoy en dia en mi trabajo y creo que en la mayoría de las empresas vemos con frecuencia la importancia que le damos a que reconozcan los talentos socialmente, nuestra habilidad para ser “efectivos” en el momento de un problema urgente (corto plazo), inclusive la parte gerencial de las empresas promueven y alientan, cuando se usan las estrategias de influencia y persuasión, y creen que es la forma de ser éxitos, pero ¿es sostenible en el largo plazo?, no lo creo. Como indica la lectura todo necesita un equilibrio P/CP, como lo es la ética del carácter (genera estabilidad y confianza en el largo plazo), y la personalidad contribuye en adición a la base que es el carácter, para llegar a los resultados que queremos de forma eficiente.

El segundo punto, es la importancia que veo en el primer y segundo hábito que de alguna manera te prepara y dibuja el mapa para la acción de nuestra vida basándose en la autoconciencia, imaginación, conciencia moral. Sobre esta base nosotros somos los responsables para elegir nuestras respuestas ante los estímulos que tenemos en nuestra vida, como los problemas del trabajo, asuntos familiares y demás, la verdad del asunto es que decidimos como nos influyen todo cambio que se genera fuera de nosotros mismos, y hoy en día los cambios son más rotundos y frecuentes. Es algo que realmente nos pasa a todos, que los estímulos inesperados que recibimos algunas veces respondemos de forma reactiva y no hacemos siempre para comenzar la autoconciencia y las consecuencias que asumimos no son del todo positivas. Nuestras respuestas siempre dependerán del fin que tenemos para nosotros mismos en mente, y el grado de liderazgo personal que estamos ejerciendo.

El tercer y último punto, es que el tercer habito es la consecuencia de la primera creación, es la creación física en donde se ven los resultados secuencialmente del grado de aplicación de los dos primeros hábitos, por eso este tercer habito se basa en el principio de la voluntad independiente, aquí entra la eficiencia ya de la administración, y creo que yo que lo más difícil de administrar en nuestras vidas y a veces se nos va de las manos, es el tiempo. En mi trabajo, siendo una entidad financiera, todo es contra el tiempo y la experiencia señala que si no ubicaste bien el marco de referencia o definiste bien las prioridades, en la acción tendrás los resultados de los dos primeros hábitos. Es difícil encontrar el equilibrio de estar en el cuadrante II, pero no imposible. Las personas y organizaciones que logren mantener estable ese equilibrio, podrá manejar mejor las crisis que surjan. Y alcanzaran la victoria “privada” o para sí mismos.

Anónimo dijo...

Karla Gómez Castañeda - A00812021
Covey busca estimular el aprendizaje con un cambio desde adentro. Los hábitos que deben modificarse son básicos y primarios y buscan internalizar principios que puedan ser la base de la felicidad y el éxito duraderos. Adicionalmente nos explica el concepto de paradigmas y de cómo influyen en nuestras actitudes y en la conducta. Este punto suena sencillo de trabajar pero no lo es y he tenido oportunidades en las que he podido validar esto como cuando encasillas a una persona por su comportamiento siguiendo un paradigma establecido pero el tiempo o una situación extrema genera que veas las cosas de una manera diferente y considero que debemos estar abiertos a la posibilidad de cuestionarnos nuestros paradigmas lo cual no es facil.

El habito de ser proactivo es uno de los hábitos que trato de tener presente todo el tiempo y considero que lo más importante es cuestionarnos que si bien es cierto hay circunstancias que definen nuestro carácter nosotros podemos cambiar nuestras actitudes y eso se ve en casos de personas que a pesar de terribles circunstancias enfrenta de manera sorprendente un resultado posiblemente adverso y lo encara de la mejor manera posible. Este es un reto que he venido trabajando y creo que lo más difícil es conocerte realmente para poder plantear un cambio.

Sobre el habito de empezar con un fin en mente es complicado de adquirir porque normalmente nos enfocamos en el tema inmediato, es decir trabajamos para conseguir las cosas en el corto plazo y no buscamos un fin o un objetivo que nos defina y a que queremos llegar y esto se refleja no solo en lo personal sino también en lo profesional pero considero que para ello también tenemos que tener cierta madurez. Particularmente me ha pasado con la decisión de tener hijos, durante muchos años me he planteado la pregunta si quiero o no tener hijos y agradezco la buena influencia de mis padres en darme esa libertad de poder cuestionarme esa decisión, con el paso del tiempo y sin querer queriendo descubrí que si deseo tener hijos y ahora tengo una meta clara de cuál es el objetivo que espero de mi vida personal lo cual incluye a la familia pero para llegar a esta decisión se han dado un conjunto de situaciones y de lecciones que me llevaron a estar segura de querer este fin en mi vida.

El habito de delegar es difícil y sobre todo porque uno piensa que quien mejor que uno para hacer las cosas. Durante mi etapa de analista de sistemas un día me quejaba de cuando iba a ver otras cosas porque ya estaba aburrida de lo que veía y mi jefa en ese momento me dijo cuando tu delegues en otra persona vas a estar lista para asumir un nuevo proyecto y con el paso del tiempo le di la razón. Ahora que gestiono personas es cuando más se necesita poner en práctica este hábito, sobre todo porque debemos distribuir nuestro tiempo en las cosas que más lo requieren y dar la posibilidad a las personas para que asuman sus encargos lo cual contribuirá en su desarrollo y crecimiento profesional. El crecimiento de las personas que gestionas contribuirá al crecimiento del jefe a cargo.

Anónimo dijo...

Javier Seminario Salazar
A00812032

Me parece muy interesante este libro de Covey, considero tal como ello dice que es un libro no para una sola vez sino para volver a el cuando nos encontramos sin ideas y sin tener respuestas a lo que pueda estar sucediendo en nuestro entorno.
Tiene como base a los hábitos el fundamento de romper paradigmas que es con lo que día a día trato de luchar en mi organización, siempre busco de que cada uno en la empresa se desarrolle y busque de diferentes medios lograr el objetivo propuesto, pero no es algo sencillo, incluso la mayoría de las veces yo estoy realizando actividades o cumpliendo métodos por costumbre, porque me lo enseñaron así y cuando me percato de esto es cuando puedo analizar la situación, mirarla desde otros ángulos y poder evaluar algún otro método u otra ruta que sea mejor para lograr lo que tengo por objetivo. Para mi este significa el mayor de los retos, lograr que las personas y las organizaciones rompan paradigmas y se enfrenten a realizar cambios, lo peor que puede pasar es dejar que todo siga igual o no hacer nada por miedo a la consecuencia.

Luego me quede pensando en el conjunto de actividades que realizamos y que se convierten en hábitos y en cómo estos forman de alguna manera la conducta; en muchas hojas de vida he encontrado a personas que dicen ser proactivos e innovadores, recién hace algunos meses he encontrado el significado real de lo que son esos dos conceptos que se repiten y proclaman sin que la mayoría sepa realmente que son y que implican. El ser proactivo incluye tomar decisiones en la vida y poder elegir el destino de nuestra propia existencia.
Un punto que lo leí en la lectura anterior también me vino rápidamente cuando Covey habla del producto sobre la capacidad de producción, sin encontrar ese equilibrio y en cuidar la capacidad de generar productos es muy difícil pensar en el largo plazo y en ser sostenible, esto es algo sobre lo que tendremos que trabajar como sociedad.
Adicionalmente he podido reflexionar acerca de los importante que es no vivir como actualmente lo hacemos en nuestras organizaciones, siempre tratando de “apagar incendios”; si podemos cambiar eso y ser más preventivos vamos a poder tener mayores probabilidades de que nuestros objetivos en común se cumplan de una mejor manera.

Anónimo dijo...

He tenido la suerte de haber leído este libro antes, y me parece una súper herramienta (a la vez de ser interesante), si se logra interiorizar estos conceptos al punto que tu reacción frente cualquier estimulo o situación (personal o profesional) se dé de forma automática, es decir, se convierta en un “buen hábito” que modifica nuestro comportamiento al punto que nos lleve, sin darnos cuenta, a ser eficientes en todo lo que hagamos.
Covey, nos plantea un grupo de hábitos engranados que se van complementando. Iniciando con nuestro auto-conocimiento, para luego pasar a cómo deberíamos relacionarnos con los demás, hasta llegar a la renovación continua o como lo llama Covey: “Afilar la sierra”.
Me parece súper valioso el aporte y yo lo relaciono con un ciclo continuo de una persona efectiva, Esto me hace mucho sentido, ya que conforme pasa el tiempo nosotros nos vamos enfrentando a diversas situaciones que conllevan a ciertas reacciones (con resultados positivos o no tan positivos - y que nos ejercita la habilidad de seleccionar la respuesta ante cualquier estímulo). En base a esto, se va logrando que nuestra forma de pensar se modifique en el tiempo (mayor conocimiento, experiencia profesional, vivencias personales y familiares). Esto lo relaciono con el concepto de cambio de paradigmas y formas de ver la realidad.
Los tres primeros hábitos, auto-conocimiento,
• El ser proactivo. Hábito de asumir la responsabilidad. Yo lo relaciono con las oportunidades que hay en nuestro entorno y una frase de Henry Ford: “Si crees que puedes o crees que no puedes, estas en lo cierto”. Muchas veces el ser humano tiende a buscar causas de porque es reactivo, no me pasaron la información, no depende de mí, no lo puedo resolver o en la vida personal, yo no soy así, que pensaran los demás si…
• Empezar con el final en mente. Hábito del liderazgo personal, como lo mencioné en una reflexión anterior, somos la suma de nuestras decisiones. Yo creo que conforme vamos madurando se aclaran nuestros objetivos (personal y profesional) y cada vez es más fácil orientar nuestros esfuerzos a estos objetivos claros. También creo que éste hábito va más allá del tema laboral, donde tener claro que se quiere lograr de un proyecto o trabajo en particular, si sólo nos encasillamos a éste ámbito, creo que será difícil que se convierta en un hábito para lograr el liderazgo personal.
• Poner primero lo primero. Habito de la administración personal, yo lo relaciono al recurso tiempo. Todos tenemos 24 horas al día para ser productivos. Entonces la pregunta sería ¿Por qué algunos logran cosas que no he podido lograr? Básicamente porque priorizan adecuadamente poniendo lo importante sobre lo urgente. Vemos miles de ejemplos que se aplican a la vida profesional y personal.
Para cerrar mi reflexión dejo una frase que escuche en un taller y se relaciona muy bien al concepto de adentro hacia afuera planteado por Covey. “Si quieres lograr lo que aún no has alcanzado, Necesitas hacer, lo que aún no has intentado”.

Antonio Vidaurre

Anónimo dijo...

José Luis Mendoza B.
A00812213

Me pareció interesante cómo el autor empieza el libro abordando el tema de la ética del carácter contrastándola con la ética de la personalidad. Y un poco echando por tierra los argumentos que mucha gente, y yo mismo, pensaba acerca de que la actitud era un elemento primario para el éxito. Sin embargo, a lo largo de las 3 disciplinas que he revisado hasta el momento, me voy dando cuenta de que no es así y veo también que hay muchas personas lucrando al ofrecernos remedios temporales a nuestros problemas.
Me ha quedado muy grabado el que para lograr soluciones debemos cambiar nuestros paradigmas, ver las cosas desde otro punto de vista y sobre todo que todo tiene un orden y un proceso establecido, el saltarnos algún paso no dará buenos resultados. Al leer esto me hizo recordar un jefe que tuve hace muchos años y que al ver mi vehemencia por querer subir rápido en la organización siempre me decía, “tienes que quemar etapas”. Ahora entiendo más claramente a qué se refería.
Sobre lo que se menciona acerca que las cosas que se hacen por la fuerza debilitan las relaciones, impiden el desarrollo del pensamiento independiente y que el miedo reemplaza la cooperación, me trajo a la mente el caso de un proyecto en el que participé y en donde los jefes no eran líderes sino imponían sus ideas por la fuerza y manipulaban sutilmente a las personas apelando a su “superioridad” jerárquica haciéndolos sentir simples ejecutores que no tenían derecho a discutir los argumentos de los jefes. Los jefes siempre se jactaban de lograr los objetivos y que manejaban equipos de alto desempeño pero al costo de tener al personal subyugado. Algunas de esas personas empezaron a verse como sus jefes los veían, se desmotivaron lo cual afectó su rendimiento y por consiguiente el proyecto empezó a dar malos resultados afectando también a estos jefes.
Sobre los 3 hábitos: proactividad, empezar con un fin en mente y establecer primero lo primero, los voy a centrarlos en un jefe que tuve y cuyo ejemplo he tratado de seguir. Esta persona llevaba su propio “clima” a donde fuera y cualquiera que sea la circunstancia siempre andaba sonriente y bromista, parecía que nada le afectara. Aunque en realidad sí le afectaba, él sabía cómo manejarlo. Alguna vez le pregunté que cómo hacía para mantener ese humor ante todos los problemas que habían, y él me respondió que fácil, porque yo tengo un objetivo y es llegar a la gerencia, y para esto había elaborado una lista de cosas que debía hacer para llegar a ello, e iba por muy buen camino. Otra cosa que aprendí de él fue el pensar si realmente algo es urgente o importante. A veces yo llegaba su oficina vehementemente y le decía tenemos que solucionar esto o aquello y él con una pasividad envidiable me decía tranquilo que la empresa no se va a caer, terminemos de gestionar los riesgos y encárgale el problema a uno de tus analistas de confianza.
Desde ese momento soy más consciente y trato de discriminar entre las cosas urgentes y las cosas importantes.

Gonzalo Navarro dijo...

Me gusta cómo con un lenguaje tan simple y muy familiar Stephen Covey puede impactar tanto y hacernos reflexionar sobre nosotros mismos. De hecho, muchos de los pasajes iniciales del libro generaron en mi muchos “links” con situaciones personales; situaciones que se suelen dar en la familia o en la oficina, incluso en el grupo de personas que conformamos esta promoción en la maestría. Como se suele decir coloquialmente: este autor “toca carne” con varios de sus ejemplos y vivencias personales que comparte en el libro.

Y es que, honestamente, uno a veces suele ser escéptico respecto a este tipo de literatura; incluso con la mal llamada literatura de "auto ayuda", donde a veces se pretende encontrar una receta mágica, un bálsamo cuya aplicación obrará de pronto y solucionará todos nuestros problemas. Casi nunca se subraya la dificultad del proceso y el proceso en sí mismo que, como dice Covey, es un principio ineludible. Y casi nunca se subraya tampoco el esfuerzo necesario, la necesidad de apelar al carácter, y es verdad que muchos de esos libros se quedan en aspectos superficiales de la personalidad. No obstante, los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva, tiene una característica crucial y distinta: propone un camino arduo y constante, no hay recetas mágicas, aquí uno tiene que comprometerse en el largo plazo y es honesto cuando dice que este es el camino largo y difícil. Pero cuando propone dicho camino, es claro y contundente, y lo que es más atractivo: cada uno de sus principios pueden ser corroborados fácilmente en el día a día, pues como dice el autor, forman parte de una naturaleza universal, siempre han estado ahí ante nuestros ojos, incluso el autor no se los adjudica como mérito propio, simplemente los ha identificado y organizado en una propuesta secuencial.

Por ejemplo, cuando leí acerca del principio P/CP no pude dejar de pensar en la situación actual que viven los Estados Unidos. ¡Que claro ejemplo de falta de equilibrio de P/CP! Hoy podemos decir que la economía de ese país dejo de ser efectiva hace mucho tiempo. Se gastaron todos los huevos de oro y realmente han dejado muy mal a la gallina. Así, con ejemplos tan evidentes como este, uno va verificando cada uno de éstos principios. Por otro lado resulta paradójico cómo casi siempre propuestas tan contundentes como esta, se basan en conceptos tan simples, que siempre han estado ahí. Y uno se pregunta “¿Cómo no nos dimos cuenta antes, si era tan obvio?”. Y es que lo obvio pasa inadvertido para muchos de nosotros, pues vivimos obnubilados por las imágenes de la cultura de la personalidad.

De esta manera el autor nos propone emprender el camino del cambio, y en esta primera parte nos presenta los tres hábitos que configuran la victoria privada. Nos anima a poner en perspectiva todo: desde nuestro mundo interior, nuestro mapa, hasta nuestro orden de prioridades, pasando además por reescribir o reafirmar la visión de nosotros mismos. Y nos reta a buscar la fuerza de carácter para llevar a cabo los cambios necesarios, pues en nosotros mismos radica el deseo de conseguirlo, la razón y las capacidades. Debemos cambiar el ser para poder ver de otro modo y el hacerlo implica encontrar un equilibrio en nuestras vidas. En este sentido, es interesante el uso de la palabra “victoria” para definir cada grupo de hábitos. El significado de la palabra victoria es muy elocuente: “Superioridad o ventaja que se consigue del contrario, en disputa”. En el caso de los primeros hábitos el contrario somos nosotros mismos. Habrá conflicto interno, es lo que espera el autor, dicho conflicto es esperado y deseado. La segunda acepción es aún más ilustrativa: “Vencimiento o sujeción que se consigue de los vicios o pasiones”. Y es que el lugar de dichos hábitos hoy se encuentra ocupado por algún vicio, una visión distorsionada de la realidad, la fácil respuesta de culpar al otro. Covey nos reta a ser victoriosos; es más, nos dice que es un principio natural serlo, sólo debemos esforzarnos en despertar y volver a ser dueños de nuestro destino.

Anónimo dijo...

Aldo Bejarano Montoya
A00812052

Sin duda estos llegar a desarrollar estos 3 hábitos pueden hacer una gran diferencia en nuestra vidas, y no solo en lo laboral, aplica para cualquier hábito.

Un hábito no solo se forma con la práctica, pero sobretodo con un verdadero cambio interno que se vuelve casi inconsciente que pasa a ser parte de nuestro ser, de nuestro valor, y luego debe reflotar hacia lo externo a través de nuestras acciones, actitudes y comportamiento en general.

El primer hábito de la proactividad, considero que es el más difícil, toma tiempo y requiere cierto nivel de maduración, de reflexión, de introspección y análisis, y despertar esa autoconciencia con ética que nos lleve a tomar iniciativas y ser protagonista de nuestras decisiones y de forjarnos nosotros mismos nuestro futuro. Conocerce a sí mismo y conocer y romper paradigmas es parte crucial de este primera hábito. El siguiente paso es identificar aquellas cosas que por el momento no podemos cambiar y concentrarnos en aquellas que sí podemos cambiar, (zona de influencia).

Tener un fin, claridad sobre lo que se quiere. Siempre demostrar que detrás de un planteamiento hay una visión facilita la toma de decisiones a favor. Tener una visión un fin claro, nos permite ganar terreno en algunos casos admiración y ser más escuchados.

Pasar a la acción priorizando “primero lo primero” el cuadrantes de importancia urgencia me parece una herrramiento super valioso, más que apagar incendios uno tiene que concentrarse en aquellas cosas importantes y no urgentes, valederas y duraderas en el mediano y corto plazo y que nos dan la tranquilidad y seguridad de que estamos aportando mayor valor agregado, volvernos más estratégicos es algo que cualquier líder debe siempre buscar.

Anónimo dijo...

César Labarthe Zlatar
A00812054

Pienso que la búsqueda de ser mejor es parte de la naturaleza humana, sin embargo, la rutina nos gana y muy pocas veces nos sentamos a reflexionar en cómo realizar esta mejora (estamos más concentrados en lo que Covey llama el cuadrante I de la matriz de administración de tiempo). Creo que todos intuíamos los conceptos que nos expone, pero esta “receta” (no fácil de seguir) es la que realmente le añade valor al libro. Concuerdo con Covey en que el camino es “de adentro hacia afuera “y que lo primero es conseguir la “Victoria Privada “y luego la “Victoria Publica”.

Para mí la competitividad de la vida moderna, la cantidad de información y “alternativas” que se nos presenta en el camino lo llevan a uno a una total confusión de lo que uno es y de lo que uno quiere en la vida (ética de carácter vs ética de Personalidad). Y que el primer paso para el cambio requiere de una profunda reflexión que nos permita encontrar nuestro “nuevo Paradigma”, para comprendernos y comprender el mundo que nos rodea. Ser proactivo y tener en mente el fin buscado, nos ayuda a aclarar este panorama.

A mi parecer lo más importante que expone Covey es el hecho de actuar sobre la base de principios y tener la fuerza de actuar siempre en concordancia con ellos, cuando analizo a personas que considero felices y exitosas, este es un rasgo que siempre logro identificar. Siento que en la vida “moderna” se ha optado por relativizar todo, perdiéndose la importancia del respeto de muchas de estas leyes naturales como las llama Covey. El poco respeto por el medio ambiente es un ejemplo de esto.

Mi única crítica al libro es que entrelazan demasiados conceptos e información teóricos, y que tal vez parte de estas páginas, se pudieron aprovechar en poner más ejemplos prácticos del ¿cómo?. Es verdad que se presentan sugerencias prácticas, pero me hubiera gustado entrar más a ver eso en detalle, que un “marco teórico” tan extenso.

Anónimo dijo...

Cristian Romero Sotomayor
A00812055

Esta lectura es una gran herramienta que nos puede ayudar a mejorar nuestra productividad personal tanto en el trabajo como en nuestra vida diaria. Los tres primeros hábitos descritos y explicados por el autor me ayudaron a entender cuál es el camino correcto para la eficacia personal. Me llamo mucho la atención el tercer habito donde se habla de la correcta administración del tiempo y como esta se puede dar como resultado de una fijación de metas y de una planificación para el logro de las mismas seguida por acciones para hacerlas realidad. Para la fijación de estas metas debemos de ser conscientes del presente y tener ganas de cambiar el futuro. Es importante entender la imagen mental que tenemos de nosotros mismos esto puede afectar directamente y drásticamente nuestra productividad ya que la imagen que tenemos de nosotros puede controlar la manera de cómo controlamos nuestros tiempos, Las personas que se consideran fracasadas casi siempre fracasan independientemente del tiempo que se dediquen a trabajar. Lo que aparentemente es esforzarse mucho para tener éxito podría ser en realidad un trabajo laborioso e improductivo que refuerza una imagen negativa sobre nosotros mismos y que puede resultar en el fracaso. Por el contrario las personas que esperan tener éxito se enfocan en actividades constructivas que generen resultados. Bajo este contexto podemos considerar como dos potentes herramientas para ahorra tiempo a la planificación y a la fijación de metas, siendo lo ideal encontrar bloques de tiempo ininterrumpidos, estas interrupciones se pueden presentar como reuniones, la rutina diaria, la necesidad de encargarse de todo tipo de urgencias etc. Estas interrupciones pueden dividir nuestro tiempo en segmentos tan pequeños que realizar una planificación eficaz en estos intervalos es casi imposible. Esto lo experimento habitualmente en mi trabajo diario, en donde muchas veces me ha resultado difícil distinguir entre lo importante, urgente y lo que realmente puede esperar, poniendo incluso en peligro el equilibrio natural que debería haber entre el trabajo y la vida familiar. Ahora entiendo que si nos lo proponemos podemos hacer con nuestra vida lo que realmente deseamos, solo hay que aprovechar y gestionar nuestro tiempo eficazmente.

Jenny Victoria Vera V. dijo...

Ser capaz de trascender a la mirada con la que hemos observado el mundo por años se convierte en un reto impresionante. Solo tomar el tiempo (muy poco en realidad a veces) para dar un paso atrás y permitirnos ver un problema sin toda la carga emocional y de prevención con la que hemos formado nuestro carácter, hace la diferencia de forma muy positiva, para intentar comprender la situación, sobre todo cuando una o más personas están involucradas. En una reunión de trabajo, cuando varios representantes de cada departamento deben afrontar un “problema” en el que todos como equipo debemos dar una solución, las suposiciones y posiciones defensivas salen a la superficie, sin intentar que tanta comunicación efectiva, buenas relaciones y otras cuántas técnicas se quieran implementar para sacar adelante un proyecto que está en riesgo.
¿Cómo empezar a ser proactivos y ampliar nuestro círculo de influencia? Se debe entender que el cambio brota de adentro hacia fuera, que lo que da la felicidad está dentro de cada uno de nosotros y que los problemas deben resolverse empezando por nosotros, por aquella perspectiva en que seamos capaces de utilizar nuestra energía positiva para llevar a cabo los resultados, no esperando que el entorno, las situaciones, los sentimientos, gobiernen nuestras decisiones. A diario nos enfrentamos con estos dilemas, porque el filtro con el que vemos el mundo se encuentra sesgado por lo que nos han enseñado, porque no sabemos como “llevar nuestro clima soleado con nosotros”.
“Administrar es hacer las cosas bien, liderar es hacer las cosas correctas” cuanta diferencia existe entre las dos cosas y cuan a menudo las confundimos. Existe un dicho que reza, nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, y muchas veces, por falta de una visión personal perdemos las cosas que realmente nos importan, la familia, buenos amigos, salud, oportunidades, la posibilidad de ayudar, porque dejamos que la vida ajetreada que llevamos nos condicione y nos vaya conduciendo a un rumbo que no nos va a hacer felices. Definir cuál es esa misión personal y llevarla a cabo es algo que con el tiempo delegamos a un plano más abstracto, nos volvemos más prácticos, planeamos menos en nuestra vida, aunque estemos haciendo planes en el trabajo todo el tiempo, sabemos que queremos alcanzar algunos logros, pero los confundimos con las metas a las que realmente anhelamos llegar. Ahora mismo que estamos haciendo este ejercicio, hablando con un amigo lo escuché decir, “lo que realmente quería hacer al terminar la universidad era dedicarme a trabajar en planes de desarrollo sostenible, pero quería tener trabajo, empezar a ganar dinero pronto y terminé trabajando donde estoy ahora que nada tiene que ver con lo que me causaba tanta satisfacción”.
Dar el primer lugar a las cosas importantes es una premisa fundamental en la forma en que administramos el tiempo y a diario solemos quejarnos que no podemos lograr tener el tiempo suficiente para dedicarnos a ellas. Pasamos por la experiencia de planear, sentirnos sin un minuto libre, porque intentamos hacer todo sin priorizar que es lo más importante según nuestra visión, nuestros valores, pues aún no hemos pasado por la experiencia de cultivar los primeros dos hábitos. Es muy fácil dejarnos llevar por lo urgente, solucionar problemas grandes o pequeños, trabajar reactivamente mientras estamos en una carrera sin descanso contra el reloj, con largas jornadas que nos dejan exhaustos, sin tiempo para descansar, alimentar nuestros otros roles. En la época en que más sentí que era productiva en mi trabajo fue cuando menos tarde salía del trabajo, un tema de salud me obligó a limitar mi tiempo en la oficina al estrictamente necesario y a decir no frente a muchas solicitudes y demandas en apariencia inaplazables, (que dependían de una agenda desordenada de otras personas), dediqué más tiempo a formar a mi equipo para poder delegar inteligentemente, renunciar al seguimiento de la tarea al detalle y utilizar mi creatividad para dedicarme a resolver desde la raíz problemas que parecían sin solución.

RSantiago dijo...

ALUMNO : RAFAEL MIGUEL SANTIAGO ALMEYDA
CODIGO : A00812211
La frase que más me ha llamado la atención en esta parte de la lectura es “De adentro hacia afuera”, donde el autor plantea que primero debemos tener nuestra victoria privada para luego pasar a la pública, de pasar de una dependencia a una independencia y luego a una interdependencia. Así mismo señala la importancia de los principios en nuestras vidas, ya que transcienden en el tiempo y de las modas. Frente a un entorno cambiante, tenemos que buscar un punto que no cambie y estos son los principios.
Otro punto importante es el poder de un cambio de paradigma, o como decía Einsten “Ningún problema puede ser resuelto en el mismo nivel de conciencia en el que se creo”, lo que nos ayuda a entender que muchos de los obstáculos, problemas o situaciones que enfrentamos día a día, pudieran ser tratadas de una manera mejor si tenemos la capacidad de un cambio de paradigma. Para esto debemos tener la capacidad de ver de manera diferente el problema o situación a enfrentar.
El primer hábito que Covey plantea es la proactividad, remarcando la frase de hacer las cosas y no esperar que los demás hagan las cosas por uno, es tomar la iniciativa en nuestro círculo de influencia, de que nuestra conducta está en función de nuestras decisiones y no de nuestras condiciones. Considero que este hábito es para la gente altamente efectiva como lo tiene que ser un líder.