lunes, 10 de octubre de 2011

Cuarto Comentario Liderazgo Y Gestión del Capital Humano


Covey nos muestra el camino del ganar-ganar y de como primero comprender para después ser comprendido. Lecturas no sólo interesantes sino prácticas y que nos llevan de una victoria privada hacia una victora pública a través de nuestra comunicación y relaciones.

Buen viaje

Enrique

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Hábito 4- Pensar en ganar/ganar

Para mi, este habito es mucho muy importante para los líderes, ya que al fijar sus metas y tener seguidores a liderar, es necesario empatar los objetivos individuales y del grupo y se debe pensar en un beneficio para todos; es decir, se debe pensar en un ganar-ganar. El autor nos enseña que en los procesos de interacción humana se pueden tener distintas mezclas entre ganar y perder.

Ganar-ganar significa llegar a acuerdos mutuamente benéficos, como mencionaba anteriormente, los líderes deben actuar siempre bajo esta filosofía si realmente quieren que los resultados y las relaciones sean sostenibles; sólo si todos encuentran un beneficio, lucharán y se comprometerán con los planes trazados para lograr los objetivos. Me gustó el concepto de que este punto de vista (ganar-ganar) ve el panorama como cooperativo y no competitivo.

Creo que el concepto de “dicotomías” es muy aplicable en la industria, las personas siempre quieren ver a un ganador y a un perdedor y luchan por no ser ellos los perdedores. Muchas veces en las empresas no se entiende el concepto de organización, y no se dan cuenta que se puede lograr un éxito mutuo que llevará al final a un éxito empresarial; esto sucede por ejemplo con jefes que se “cuelgan” del trabajo de sus subordinados sin pensar en ellos, no comprenden que al reconocer el trabajo de los demás estos lo harán mejor y habrá éxito para todo el equipo. Esto es un pensamiento totalmente autoritario ganar-perder que se vio reflejado en la actividad que realizamos de amos y esclavos. Algunos amos decidieron que ellos tenían que ganar porque ellos eran los poderosos y entonces sus subordinados deberían perder, no hubo colaboración. Al hacer un análisis me doy cuenta que esta actitud inconscientemente es aprendida desde la familia.

La otra cara de la moneda está en la interacción perder-ganar ,que a la final pienso es una cuestión de actitud. Cuando un líder quiere agradar y ser visto como “el mejor”, es decir, que vive de lo que los demás dicen; entonces busca que todos ganen y sobresalgan aunque el pierda. Esto al final conduce al caos del líder y del equipo.



Hábito 5- Procure primero comprender, y después ser comprendido

El principio básico de este hábito es que para resolver problemas interpersonales (al igual que todo tipo de problemáticas), es necesario primero entender la totalidad del problema para después solucionarlo; es decir, debemos buscar primero comprender bien y después ser comprendidos.

Es verdad que la mayoría de nuestra educación y formación nos enseñan a comunicarnos de manera efectiva a través de la lectura, comprensión de lectura y lenguaje verbal; sin embargo nunca tenemos una formación para escuchar y ser empáticos. Para ser realmente efectivo y ser un buen líder, es necesario comunicarnos; pero es igual de importante saber comprender los problemas y sueños de los demás. En la vida personal, como en las organizaciones, son muchas las personas que gustan de hablar sobre ellos y sus problemas y dar su punto de vista; una vez que terminan de hablar pierden la atención cuando es el momento de estar más atentos para comprender lo que los otros dicen.

Existen personas que creen “comprender” a los demás, sin embargo lo único que hacen es repetir lo que las demás personas dicen, esto no es realmente comprender. Tampoco lo es el escuchar preparándose para dar una respuesta, y creo que esta es la técnica que la gran mayoría utilizamos, comprendemos pero de una forma reactiva pensando en que es lo que diremos cuando la persona termine; en ese momento dejamos de ser empáticos y comprender para centrarnos en nosotros y como contra-argumentar para ser comprendidos. Solo si comprendemos realmente podremos emitir juicios valiosos que ayuden a la persona u organización y estos se abrirán ante nosotros.

Anónimo dijo...

Comentario Anterior por:

Diego Angeles
1050970

Anónimo dijo...

A01100783
Elena Gómez

Uno de los temas que me pareció más interesante es que siempre, al realizar cualquier acción es muy importante pensar beneficio mutuo, es decir ganar/ganar. En la empresa donde realicé mis prácticas, todos los empleados al final del año, si habían tenido el mejor desempeño de su área, tenían la oportunidad de obtener un viaje de desempeño, el cual incluía 3 días en un hotel de lujo, con todo pagado que costaba alrededor de $60,000. Obviamente todos los integrantes del área deseaban ese viaje, sin embargo me doy cuenta que la empresa no recompensaba a todos por igual, es decir su sistema de recompensas no era congruente con sus metas y valores. Todos los sistemas deben ir acorde con lo que quiere la empresa. Los resultados se lograban gracias a la cooperación de todos, por lo tanto pienso que está práctica creaba rivalidades entre los compañeros. Realmente así era porque si una persona se ganaba el viaje, las demás perdían y realmente esto no es algo equitativo. Pienso que las empresas deben de pensar mucho en el ganar/ganar o no hay trato, con el objetivo de inculcarles a sus empleados que o todos ganan o no hay trato. Pienso que sería mucho mejor opción ocupar el dinero que se gasta en una sola persona, ocupándolo para todos, logrando que todos ganen y se sientan bien.

Otro tema que al leerlo lo relacioné con una experiencia fue el de ganar/perder. Al inicio de mi carrera, tuve una profesora que nos dejo un proyecto diferente a cada equipo de la clase. El problema surgió cuando la maestra nos comentó que ningún equipo podría llegar a tener la misma calificación. Su argumento era que nunca un equipo se iba a desempeñar exactamente igual que el otro. Esto lo relacioné mucho con el sistema de enseñanza norteamericano que explicaba el capítulo. Pienso que para evaluar a una persona te debes basar en su desempeño, más no en compararlo con los demás. Realmente esto me pareció muy incómodo ya que pude notar como comenzó la rivalidad entre los miembros del salón, de los cuales algunos tenían muy claro el ganar a costa de lo que sea (ganar/perder) y otros más introvertidos que simplemente se dieron por vencidos (perder/ganar). Como lo comenta el libro, el núcleo del proceso educativo debe basarse en la cooperación, no en la competencia, el mundo tiene mucho para todos. Pienso que lo único que logró la maestra con esto fue que dejáramos de fomentar buenas relaciones con nuestros compañeros, ya que se volvió una competencia.

El último tema que me pareció interesante es el de primero comprender y después ser comprendido. Pienso que en este aspecto debo aprender a escuchar empáticamente, lo cual me ayudará a tener cuentas bancarias positivas con las personas. El problema que tengo es que la mayoría de las veces escucho autobiográficamente, es decir todos los aspectos que me cuentan, tiendo a relacionarlo con mi experiencia, y a partir de esto dar consejos. Esto me pasa muy seguido con mis amigas cuando me cuentan aspectos de su novio, siempre trato de relacionarlo con eventos pasados sobre cómo reaccioné o cómo reaccionaría, siempre digo YO haría esto, o “una vez que me hicieron esto, reaccioné así…”. Si hago esto no puedo entender verdaderamente a la otra persona, ya que me baso en mí y no en los demás. Al leer el capítulo me doy cuenta que debo practicar las etapas de la escucha empática.

Para poder llegar a comprender y al mismo tiempo lograr ganar/ganar primero tenemos que dejar que las personas se desahoguen, después debemos entender lo que quieren decir, identificar si el trato nos conviene a ambos y decidir al final si hacer o no el trato. Pero no podemos ver si nos conviene o no si no nos enseñamos a escuchar e intentar comprender lo que se quiere decir.

Anónimo dijo...

A01361465
Doris Calle L.

En este mundo tan competitivo en el que actualmente vivimos, para muchas personas es difícil comprender que en el universo hay mucho para todos, es decir no el éxito de los demás representa mi fracaso o viceversa, sino que existe una tercera opción que abarca el éxito de ambas partes.

En muchas ocasiones sucede que cuando más nos preocupamos en “ganar” incluso nos llegamos a bloquear y no se logra nada, ahora entiendo que eso se debe a que en ese pensamiento nos estamos basando en poder y posición, mas no en principios, que son los que nos deben regir. En una situación competitiva podemos encontrarnos en varios posibles escenarios como: Ganar-Ganar, Gano-Pierdes, Pierdo-Ganas, Pierdo-Pierdes, entre otros, pero ¿Cuál es la mejor opción? La respuesta inmediata para cualquiera de nosotros, casi con seguridad, sería Ganar, sin embargo eso depende de otras variables o circunstancias.

Generalmente tomamos decisiones momentáneas o circunstanciales, pero si pensamos a largo plazo indudablemente la mejor relación será que ambas partes ganen, y para poder lograr eso debemos conocernos a nosotros mismos (anteriores hábitos), comprender al resto, no dejar de atender pequeños detalles, tener claras las expectativas, ser íntegros y saber reconocer cuando no se ha actuado bien.

En relación al quinto hábito, considero que la mayor parte de las personas no escuchamos con la intención de comprender, sino de contestar e incluso solucionar, aún cuando ni logremos entender bien la situación; en este sentido me gusta mucho la reflexión de un profesor que dice que “Un problema bien planteado, es un problema casi resuelto”.

El comprender primero a los demás para después ser comprendido, considero que no es un tema fácil y tiene mucho que ver con la humildad y paciencia. La comunicación es muy importante en cualquier tipo de relación, practicar una escucha empática representa escuchar no solo con los oídos, sino también con los ojos y con el corazón; es lograr que la persona llegue al problema y a la solución con su propio ritmo y en el momento conveniente. Comprender requiere consideración; procurar ser comprendido exige coraje; y prescribir es una tarea muy delicada y de mucha responsabilidad. Es mucho más fácil ver una situación de “fuera” que ponerse en el lugar del otro, a través de entender se construyen relaciones profundas de confianza.

Estos hábitos van de la mano con los demás, teniendo en cuenta que el pensamiento proactivo nos permite actuar de acuerdo a nuestras propias decisiones y posicionar un carácter fuerte que permita influir en los demás para lograr un fin común, éste es consecuencia del fin en mente que tiene cada parte y sobre el cual han trabajado bastante, enfocado en el segundo hábito. Se debe considerar también que primero es el bien común y luego el propio, de esta manera al obrar de Gana-Gana se obtiene el gusto propio pasando por la satisfacción de haber logrado un consenso porque se escuchó y luego se fue escuchado, reflejado en una cuenta bancaria en la que ambas partes estén comprometidas sincera y sinérgicamente, se crea comprensión de los problemas y se trata de solucionarlos de una manera dinámica sin eliminar las diferencias de perspectivas que son realmente importantes.

Anónimo dijo...

A01100029
Alejandra Campuzano

Al leer el hábito 4 y 5 de Covey, me doy cuenta de muchas cosas interesantes que a veces uno mismo no se dá cuenta y que hacen que los resultados no siempre sean los que uno desea, sin embargo todo tiene una razón y no se trata solamente de ver quién hizo que no pudiera alcanzar una meta, sino qué hice mal yo para que eso no sucediera.

El trabajar bajo un ganar/ganar contribuirá a desarrollar el pensamiento y la personalidad para tener éxito trabajando con otras personas. Sobre todo el implicar que ambas partes obtengan un beneficio. Me parece que muchas personas muchas veces olvidamos, y me incluyo en ellas, la razón y sobre todo las limitaciones sobre las cuales tenemos para alcanzar un beneficio. Hablo de limitaciones porque olvidamos que en nuestros actos no debemos afectar a terceros, sino de esa manera estaríamos dañando al prójimo a costa de nuestro objetivo. La sociedad cada vez piensa más en el "yo", para obtener un "mi", pero.. ¿qué satisfacción deja en las personas el ganar/perder? ¿Acosta de quien o qué?. Creo que muchas veces relacionamos la victoria con la derrota de alguien más, "si yo gano, él perdió". ¿Porqué tiene que ser victoria seguida de la derrota de alguien más?. Muchas veces pensamos que el ganar/ganar realmente fue un perder/perder porque no fui mejor que la otra persona, o porque los 2 triunfamos.

Pienso que realmente el ganar/perder es una victoria a corto plazo, y no nos damos cuenta que el ganar/ganar es lo que llevará a una victoria plena y a largo plazo. Hará un trabajo en equipo, con confianza y resultados. Pero el problema es que buscamos el éxito inmediato, sin fijarnos el trabajar más durante un tiempo para obtener un fin en un largo plazo. Personalmente sé que tengo que trabajar sobre el ganar/ganar y pensar que una victoria no significa la derrota del otro.

Por otro lado, con respecto al hábito 5 "primero entender, después ser entendido" me pareció muy bueno ya que la comunicación efectiva es algo que muchas personas no trabajamos. Una cosa es hablar y hacer como que escucho, y otra cosa es tener realmente una comunicación efectiva.

¿Porqué pienso que la comunicación efectiva es algo que no muchas personas desarrollan? creo que la mayoría de las personas, pasan mucho tiempo trabajando sobre la forma de comunicarse, ya sea en forma hablada o escrita. Sin embargo no toman mucho de su tiempo trabajando sobre lo que es el saber escuchar. Es decir, el realmente entender a la persona que están escuchando, desde si propio marco de referencia. La mayoría de las personas nos gusta que nos escuchen, pero cuando se trata de escuchar no tenemos mucho tiempo, ganas o atención y simplemente los oímos sin realmente intentar entender lo que la persona está queriendo decir o expresar. Derivado de ahí es que no existe una comunicación efectiva, sino una simple plática sin un camino.

Saber escuchar es una herramienta más para las personas efectivas, pero no siempre la tomamos en cuenta. Esta herramienta nos deja de mucha información con la cual uno puede trabajar si se sabe escuchar con empatía. Creo que muchas veces las personas sólo filtramos lo que nos interesa o lo que pensamos y lo que no cumpla con eso lo desechamos de nuestra mente. De ahí que cada persona vea el mundo como uno lo cree y no hay forma de discutir ante opiniones diferentes.

Anónimo dijo...

HASSAN ORTIZ
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Para estos dos capítulos, me gustaría marcar algunos puntos tales como los seis paradigmas. Que hemos aprendido a aplicarlos en base a dicotomías que nos limitan nuestra forma de apreciar las cosas. Y que a la vez, tiene que ver con las dimensiones interdependientes de la vida. Sin duda, como veíamos en clase en las primeras sesiones, llevamos el chip integrado en ganar/perder. Ya sea por nuestros padres que querían que fuéramos los mejores de la clase, los mejores hijos, los mejores jugadores (en tal deporte), etc. Y además de ello, debido a nuestro entorno. A nuestra pobre mentalidad de abundancia. Y es que en el ambiente en el que vivimos actualmente nos lleva a pensar así. Por ejemplo, hoy en día es muy difícil encontrar un empleo pero aún más mantenerlo.

Desgraciadamente esta manera de ver las cosas influye negativamente en las personas. Son conocidos los casos en que preferimos avanzar solos que a reconocer a aquellas personas que nos ayudaron a tener el lugar en el cual estamos. Y no hablo solo del ambiente laboral en el que quizás sea más visible esta tendencia, en dónde queremos el puesto de arriba a costa de lo que sea. Sino también se da en las familias, entre los amigos y a veces hasta en las mismas parejas sentimentales. Hay familias que se han destruido a causa de herencias, en las que no se llega a ningún acuerdo del tipo ganar/ganar. En las que algunos familiares solo piensan en ellos, en tener más de lo que les corresponde y nunca preocuparse por lo que mejor conviene a los demás miembros.

Pero sin duda, uno de las acciones para aumentar esta filosofía de ganar/ ganar es ponernos en el lugar de la otra persona, tener mayor madurez y desenvolvernos con integridad.

Otra de las situaciones a mejorar urgentes es la manera en la que escuchamos. Si bien es cierto que es poco el porcentaje del mensaje que realmente logramos capturar y procesar, es aún menor sino estamos dispuestos a escuchar realmente con la intención de comprender. Nos enojamos sino nos escuchan pero cuando estamos del otro lado del mensaje, tampoco estamos dispuestos a escuchar. Y lo que pasa es que normalmente cuando escuchamos a alguna persona desahogarse de algún problema, no le tomamos en cuenta.

Lamentablemente, a veces decimos: no estoy para escuchar problemas, ya tengo suficiente con los míos y esto no nos permite involucrarnos y escuchar con empatía. Por ejemplo, para mí el problema es que cuando mi hermano me platica, en primera, estoy haciendo otra cosa mientras él habla, estoy leyendo, viendo la tele o simplemente pensando en otra cosa.
Además de ello, lo interrumpo en su mensaje para darle algún comentario que según yo le ayudaría pero que no le servirá de nada ya que no le he puesto atención. Y es algo que debo de mejorar, ya que puedo perder la confianza que mi hermano tiene para poder contarme sus cosas. Pero eso es algo que se tiene que practicar (las cuatro etapas) todos los días con todos los mensajes que recibimos.

Anónimo dijo...

Betzaida Peña
741189

Es interesante la correlación que hay entre los capítulos 4 y 5 donde el liderazgo interpersonal basado en el ganar-ganar requiere de la comunicación efectiva que nos permita la comprensión y percepción persona a persona que desemboque en la expansión del círculo de influencia.

Las palabras contenidas son sabias, sin embargo el trabajo de adentro hacia fuera es un proceso que lleva tiempo por las "nueces" que no se quieren soltar y las que aún no están en el plano consiente. A veces el no tomarse un tiempo para dejar que pase la impulsividad y encontrar la calma interna puede desembocar en arrepentimientos profundos.

Ahora me doy cuenta que la felicidad y realización dependen en gran medida del control que tenga sobre mis emociones, la capacidad de escucha y la habilidad en el uso del silencio. Hay un proverbio que en este momento me acude -por cierto creo que estaba por olvidar- "Reprende al insolente y te ganarás su odio; corrige al sabio y te ganarás su aprecio; enseña al hombre justo y se aumentará su saber. Si eres sabio, tuyo será el provecho".

Este es el momento de hacer hábito la oración y la meditación porque estoy convencida que de ello depende mi victoria o fracaso: "Señor creador de todas las cosas ayúdame para que no pierda el camino del éxito y la felicidad...dame un número suficiente de días para alcanzar mis metas... enséñame a conquistar con palabras y a prosperar con amor... enséñame a permanecer humilde en mis fracasos sin perder de vista el premio de la victoria... enriqueceme con buenos hábitos..." Og Mandino

Anónimo dijo...

Mauricio Velasco
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En el hábito cuatro, algo de lo que más llamó mi atención fue el tema de la integridad y es que me he dado cuenta con el tiempo de que es algo muy importante para las relaciones humanas. Me referiré nuevamente al ámbito laboral. Creo que todos hemos conocido gente que habla mal de otras personas o empresas todo el tiempo y muchos escuchamos con atención sus quejas, burlas o críticas. Lo que también es cierto, es que cuando sabemos que alguien se comporta de esa manera empieza a perder la integridad, participar en ese tipo de pláticas destructivas va destruyendo ese importante valor.
En general he tratado de alejarme de la crítica, sin embargo siempre caemos en pequeñas trampas que nos hacen hablar o escuchar un poco demás.
La lectura me sirvió como recordatorio de que la integridad es un valor que se puede perder demasiado fácil y he tratado de observarme los últimos días para ver cual es mi nivel en este aspecto.

Por supuesto me pareció muy importante el tema de Ganar / Ganar, yo lo relaciono mucho con lo nuevos empleados, ingenieros sin experiencia que entran con ganas de aprender y crecer. Allí es muy fácil evaluar a la gente, hay quien les pone el pie desde el inicio y hay quien los ayuda. Éste último caso, normalmente recibe beneficio de regreso, cuando estas personas se desarrollan en la organización conservarán siempre cierta lealtad hacia quien los ayudó a crecer. Por otro lado, quien cultiva el Ganar / Perder, aprovechando la inexperiencia de la gente nueva, seguramente al pasar el tiempo recibirá el mismo trato de regreso.

El hábito cinco, me recordó una capacitación de Coaching que recibí en la empresa hace dos años, básicamente nos enseñaron a escuchar y comprender y a que la mejor respuesta los problemas de una persona, los tiene ella misma, solo debemos apoyarla para que pueda organizar su proceso pensante hasta llegar a concluir soluciones propias a sus problemas. Se escucha sencillo, pero a menudo no escuchamos y empezamos a dar soluciones que no tienen que ver con el problema real.
¿Cuántas veces no vemos el caso de quien llega a una oficina, comienza a hablar y la otra persona lo “escucha” sin dejar de trabajar en la computadora? Antes yo hacía mucho eso, hasta que un día que fui con un antiguo jefe y el siguió trabajando en su computadora mientras yo le planteaba un problema. Desde entonces, cuando alguien llega a comentarme algo, cierro la computadora y giro mi silla, creo que la gente se siente escuchada y la comunicación es mejor.

Mariana Granados dijo...

Los hábitos 5 y 6 presentados en el libro con una antesala de la victoria pública me parecen muy interesantes para lograr el éxito personal en los aspectos de la vida pública. Dentro del apartado de la victoria pública se presentan seis depósitos principales, que realmente al analizarlos y llevarlos a cabo resultan en una libertad e independencia real preocupándonos por sólo lo que se encuentra en nuestro círculo de influencia y no lo que esta fuera de él, considero que con estos depósitos podemos ser capaces de tener relaciones exitosas familiares, laborales, etc; el depósito que más me gustó fue el de aclarar las expectativas, muchas veces no tenemos claro en una relación lo que se espera de la otra parte y nos creamos expectativas que posiblemente el otro nunca tubo presentes y el no cumplirlas defraudan a las personas, una ocasión recuerdo que acepté un empleo donde no fui registrada por la empresa ni hubo un contrato de por medio y un día simplemente me despidieron esto me calló como un balde de agua fría pero entendí que las cosas no estuvieron claras desde el principio, no pude argumentar nada, no pude proceder legalmente contra esta situación, pero me di cuenta que no había ningún acuerdo de la empresa conmigo, y yo me había creado falsas esperanzas, esto me dejó un gran aprendizaje.
Pensar en la relación ganar-ganar es una actividad que muy pocas empresas hacen actualmente, creo que el paradigma bajo el cual las empresas trabajan en la relación gano/pierdes, cuando en ellas se practica un autoritarismo muy marcado, trabajé en una institución en la cual todos tenían mucho miedo de siquiera hablar con el director de la empresa, ya se sabía que si él te llamaba, o eras muy importante o habías hecho algo muy malo, él no mostraba intensiones de llevar una buena relación con sus empleados y desde la cumbre de su puesto dirigía las actividades, me llamó mucho la atención que en un intento de mantener a la gente en la empresa subió los salarios un 35% lo cual los empleados agradecimos, sin embargo al cabo de unos meses, esta relación se que el director luciera los frutos de los esfuerzos que algunos empleados realizaban volvió a molestar a los empleados y actualmente se encuentra con un grave problema de rotación de personal, considero que no enfocó bien la relación ganar-ganar no bastó un incentivo económico para que se “ganara” desde el punto de vista del empleado, sino que se necesitaba reconocimiento de sus actividades; además al incrementar los sueldos no se dio a conocer la razón de esto simplemente aumentaron después de una junta donde se presentaron quejas de la gran cantidad de trabajo que los empleados teníamos y la mayoría pensamos que esta era la razón pero realmente no entendió lo que realmente necesitábamos, aquí es donde el quinto hábito se aplica, primero comprender y después ser comprendido, esta empresa producía durante 3 turnos y el personal administrativo sólo iba 8 horas diarias que muy frecuentemente se convertían en 10 u 11 horas, pero que si llegabas tarde a laborar te castigaban con una disminución de sueldo, no había un clima laboral cooperativo, se sentía presión e incertidumbre de cómo las personas responderían ante ciertas circunstancias, y nuestro director seguía sin escuchar, pre-escribió que lo que necesitábamos era más dinero y no fue así. Esta experiencia me deja mucho aprendizaje debido a que veo lo que no se debe hacer en una organización ni para lograr escuchar empáticamente y cómo esto puede causar grandes problemas en la vida de las personas que trabajan en una organización y pérdidas importantes debido a que en esta experiencia los recursos no fueron invertidos en la causa sino que sólo se quiso poner un parche a la situación.

Víctor Flores dijo...

La filosofía ganar/ganar es parte de las creencias en Google. En esta empresa no se fomenta la competencia como fuente de motivación, sino más bien la cooperación. A todos los miembros de la empresa se les fomenta el trabajo en equipo y la idea de que el triunfo y el éxito de una persona o de un departamento, es el triunfo de todos. Todos trabajan en búsqueda de cumplir objetivos y los planes que se establecen son acordados por todos. Mediante este plan y la forma de trabajo, todos son consientes de que al ganar ellos cumpliendo con su tarea, haciendo bien las cosas, sus compañeros ganan, la empresa gana y finalmente ellos vuelven a ganar, convirtiéndose en una situación en donde ambas partes ganan.

En algunas empresas, regularmente se negocia de tal manera que el beneficio sea para la empresa y sus interesados es decir una estrategia de solo ganar, como indica el autor si se tienen ese pensamiento, se logrará llegar a un acuerdo en donde todos ganen. Cierta vez, una empresa de la competencia del negocio en el que trabajaba ejecutó una estrategia de perder/ganar. Bajo tanto económicamente su propuesta que mi empresa no pudo llegar a plantear una mejor propuesta, pues el negocio se concretaría con pérdidas desde el inicio. A pesar de que la competencia ganó al este cliente tan importante a largo plazo lo volvió a perder, porque eventualmente la competencia tuvo que modificar algunas condiciones de la negociación para recuperar la inversión y el cliente perdió la confianza. Es decir, la competencia en esa estrategia nunca se preocupó de tener un acuerdo en donde ambos ganen por lo que no hubo desde el inicio una sinergia entre las partes, deteriorando finalmente las relaciones.

El problema que pasa en la comunicación es que o no queremos entender al otro y solo pensamos en nosotros mismo, o creemos entenderlos bajo nuestra propia realidad. Cuando esto sucede es difícil entablar una comunicación porque finalmente ambas partes salen frustradas, pensando que el tiempo de hablar y discutir es una verdadera pérdida de tiempo y nunca llegaran a un acuerdo. A parte de los signos que hacen que la otra parte sienta que de verdad se le está poniendo atención, se debe hacer un recuento de lo que ha escuchando haciendo ver a la otra parte no solo que le puso atención, sino también que llegó a comprenderlo, pues mediante esta comunicación puede darse un diálogo posterior si las cosas no han sido comprendidas a cabalidad. Después de lograr lo mencionado anteriormente, es fácil lograr una empatía entre las personas, como se sienten comprendidas, se genera confianza y con un sentimiento de retribución la otra parte también harán su esfuerzo para entenderlo. Cuando cierta vez una pareja de amigos casados empezó a tener problemas y ambos argumentaban que ninguno de ellos se ponen en los zapatos del otro y siempre quieren tener la razón me hace pensar que es un ejemplo claro del egoísmo y de la falta de comunicación empática. Tuvieron durante un tiempo muchas discusiones y llegaron inclusive a hablar de divorcio. Cuando finalmente recurrieron a un psicólogo y después de algunas sesiones con ellos, descubrió que una de las principales fuentes de sus problemas era que ella dedicaba mucho tiempo a su trabajo y que no lograba entender que su esposo sentía que su trabajo era más importante que él. El psicólogo le solicitó a él que por un tiempo que ponga más interés en su trabajo y otras actividades de distracción. Después de un tiempo los reclamos por parte de ella surgieron y en una discusión que podría tornarse más grave, finalmente el le dijo: “Exactamente lo que tú estas sintiendo y tratando de explicarme, es lo que yo siento y trato de explicarte respecto a nuestros problemas”. Solo sintiendo esa sensación de ausencia es como ella empezó a ver las cosas de otra manera y no solo desde su punto de vista llegando a comprender primero antes de buscar ser comprendida.