viernes, 10 de agosto de 2012

Tercer comentario - Maestría - Liderazgo

Gracias a quienes han aportado sus comentarios realmente pienso sus aportaciones han sido muy valiosas sobre todo expresando sus vivencias personales y profesionales. Ojalá esto les apoye en conformar poco a poco un mejor equipo y grupo de trabajo y por que no afianzar amistades y compromisos.

El 7º hábito es un poco de todo... pero; enfocándose al proceso de la mejora continua viendo todos lo ámbitos que un ser humano conforma: emocional, físico, espiritual, social, etc. ¿Cómo hacerlo y cómo lograr o buscar constantemente nuestro equilibrio?

Un fuerte abrazo y espero haya mucha profundidad en sus comentarios a este "Afilando la Sierra".

Enrique

15 comentarios:

Unknown dijo...

Séptimo Hábito
Afile la sierra
Las cuatro dimensiones de nuestra naturaleza deben estar en pleno equilibrio: física, mental, espiritual y social/emocional, que muchas veces resulta complicado dedicar tiempo suficiente a cada una de ellas, nos inclinamos más a una que a otra, pero es cuestión de saber administrar el tiempo, tener buena organización y voluntad para hacer las cosas; que en resumen es la combinación de los otros 6 hábitos anteriores.
En lo personal me resulta complicado tener en equilibrio estas cuatro dimensiones, ya que no dedicaba nada de tiempo al ejercicio (física), siempre ponía de pretexto el clima, el trabajo o compromisos sociales, llegó el momento que me tuve que hacer a la idea que era necesario por mi salud, ahora que lo estoy retomando me he logrado sentir completa y plena.

Manuel Lopez Kneeland dijo...

Son 3 mis comentarios-reflexiones en relación al hábito 7:

1. El como substituir el estrés malo por un estrés bueno 8 o eu-estrés. Para mi, es escribiendo. Además de que me gusta mucho hacerlo, me relaja y ayuda a pensar.

2. Siempre he creído en que renovarse constantemente es de lo mejor que puede uno hacer en su vida personal y profesional. Yo, he pasado por todas las posiciones posibles en mi profesión y hasta me he dedicado profesionalmente a mis hobbies. Tengo la firme convicción que, cuando se puede, hacer un cambio de quehaceres cotidianos puede ser muy benéfico para nuestro desarrollo.

3. Finalmente no estoy de acuerdo con que la televisión, el internet o el e-mail son distracciones que llenan de basura nuestra vida. Me parece que son medios que deben aprovecharse inteligentemente. Existen canales completos de televisión educativa y lecturas y cursos disponibles solo en internet. Ya nadie escribe cartas, para eso se invento el e-mail. Es como si después del descubrimiento de la tinta y el papel, alguien hubiera invitado a la gente a no perder el bonito hábito de seguir grabando en piedra (jajaja).

Manuel López Kneeland

Anónimo dijo...

Víctor Manuel Ayala Campos…
Hábito 7 afile la sierra…
Una vez entendiendo, poseyendo o más bien dominando los hábitos anteriores; se puede decir que ya contamos con los elementos suficientes para ser una persona altamente efectiva, pero hay que mantenerlos siempre en mente y sobre todo bien afilados para que sigan vigentes y que éstos mismos puedan rendir frutos (renovarse o morir).
Respecto a las cuatro dimensiones de la naturaleza, curiosamente recién comencé a ejercitarme, trato de correr diario por las mañanas y me he sentido muy bien, bueno la verdad es que casi no me gusta correr, jeje… pero hasta ahora es lo que puedo hacer (Me fracture el tendón de Aquiles en Noviembre 2011), pero ya pronto jugaré futbol que es lo que me gusta hacer…
Por otro lado, respecto a las demás dimensiones siento que no ando tan mal, solo restaría reafirmar lo espiritual y lo social, y afilar un poco más la sierra en cuanto a la disciplina, (dimensión mental).

Anónimo dijo...

Edgar Vargas

Me parece que este séptimo es la base de los otros seis, afilar la sierra de manera constante permitirá un mejor funcionamiento de nuestra vida y del resto de los hábitos. Este pasaje me llevo a veme en mi estilo de vida diaria, he dedicado gran parte de mi vida al trabajo creyendo que lo más importante era mi trabajo, al igual que el leñador no entendía, no podía ver que estaba perdiendo todo lo que me rodea, creía que el dinero era la parte central de una estabilidad, hoy descubro que no es así. Una persona efectiva es aquella que logra mantener en armonía entre lo que hace y su capacidad para hacerlo. Después de la universidad me dedique mi tiempo a solo aserrar creía estar demasiado ocupado, con una vida desbalanceada y es así como me veo hoy.
Creo que el autor logra abrirme una ventana que tenia cerrada, hoy veo que tengo oportunidad, he identificado que tengo varias cualidades y mejor aún que tengo mucho en que mejorar, puedo lograr un equilibrio, buscar un armonía con mi cuerpo o mi dimensión física como le llama el Covey, darme tiempo para interiorizar en mi ser y renovarme constantemente, reafirmando todo aquello que me impulsa, alimentar la mente ampliando su visión, su cultura. Mis actitudes positivas combinadas con una armonía en la interacción con mi entorno social fortalecerán todo lo que haga. Se requiere de constancia, dedicación para afilar cada uno de mis hábitos positivos. Es tiempo de poner orden y repartir la energía, ser coherente en las acciones y el pensamiento, tengo un proyecto y aun quiero vivirlo, se que se requiere de fortaleza para esta lucha que debo emprender en mi interior, el esfuerzo será exhaustivo pero sin duda valdrá cada momento dedicado a lograrlo.

Antonio Chemor Ruiz dijo...

El séptimo hábito nos refiere a la renovación, a "afilar la sierra" como lo describe el autor, a impulsar un cambio constante en todo nuestro ser, renovar las cuatro dimensiones de la naturaleza como son: la física, la espiritual, la mental y la social/emocional, esta conjugación de elementos nos dará un ser integro y completo, un ser humano sano físicamente, culto y en paz consigo mismo y con sus semejantes.

Esta renovación obliga a ir siempre hacia adelante, en la mejora continua nunca hay mejora despreciable por pequeña que esta sea siempre y cuando se vaya en la dirección correcta.

Es un gran libro de reflexión hacia mi interior, donde estoy y hacia donde debo ir, sin ataduras sociales, con convicciones propias, pero con la responsabilidad de que estas sean en beneficio de mis semejantes.

El libro "Francesco, Una vida entre el cielo y la tierra", escrito por Yohana García, me recordó varios episodios de este libro de Covey porque la superación interior y personal esta en cada uno de nosotros y al alcance de nuestras manos.

Este libro sin duda me ha permitido y me guiará en una mejora no solo personal conmigo mismo sino con mis semejantes y con las tareas que realizó cotidianamente, encontré dentro de él que existen cosas que ya realizó en mi trabajo, pero que me faltan otras para lograr ser una persona altamente efectiva, como mencione anteriormente es un esfuerzo de día a día para mejorar el hombre que fui ayer y el que quiero ser mañana.

Anónimo dijo...

Hábito 7
Afile la sierra
Sin duda alguna, es de vital importancia el mantener las cuatro dimensiones de nuestra naturaleza en constante equilibrio, lo físico, lo espiritual, lo social y lo emocional.
En lo personal, las mejores etapas tanto laborales como personales es cuando he tenido un equilibrio en las cuatro dimensiones, en ocasiones cuando descuido algún aspecto lo percibo inmediatamente en lo físico, ya que genera cierta incomodidad, por eso siempre trato de mantenerme activo con ejercicio y otras actividades, inclusive ésta constante actividad ha generado algunos hábitos que ya son permanentes y que aunque a veces sean rutinarias, generan cierto equilibrio.
Hilario Víctor Ayala Vázquez

Anónimo dijo...

Rubén Alcántara
Afilar la sierra; Hacer un alto en el camino.
En verdad, que se descuidan esferas importantes de nuestra naturaleza como personas por dar valor a cosas que no lo tienen tanto.
Regularmente la inercia de lo cotidiano hace que no se de uno el tiempo para reflexionar sobre el actuar en las cuatro dimensiones que Covey menciona, sobre todo la espiritual, la mental y la emocional. Las actividades diarias absorben y en mi caso, poco hago por cultivar o alimentar esa parte tan importante de mi personalidad que son las dimensiones espiritual y emocional, las otras dos, de alguna manera las practico con regularidad. Mi punto de vista y mi conclusión de esta lectura, es que mientras no se practiquen de manera integral las cuatro dimensiones, no se puede ejercer el equilibrio de las conductas y condiciones humanas.
La realidad es que cambiamos de manera regular lo importante por lo urgente, y cuando hay la posibilidad de alimentar alguna de esas dimensiones descuidadas, las justificaciones anteponen la oportunidad de hacerlo, lo digo por mí, nos damos el tiempo para cosas pequeñas pero descuidamos las grandes, las cuales se van rezagando y desatendiendo permanentemente.
El alto en el camino es un tema que reflexionaré. Considero que después de la dimensión física hay que alimentar la dimensión espiritual, esto se puede hacer rutinariamente, día con día en el quehacer cotidiano, hay que reflexionar y encontrar la oportunidad de ascender con hechos precisos al crecimiento personal en las cuatro esferas de la personalidad. Me parece preponderante la alimentación de la dimensión espiritual, que provee de los valores necesarios para conducirme con la honestidad necesaria para hacerme sentir bien, libre, renovado y fortalecido en el desempeño cotidiano.
Así pues, el afilar la sierra será una meta a realizar constantemente. Hacer un alto en el camino para atender asuntos importantes en el desempeño personal diario, cotidiano.

Anónimo dijo...

LEOPOLDO MORALES PALOMARES
EL SÉPTIMO HÁBITO: AFILE LA SIERRA
Para mi este hábito se refiere al desarrollo y potencialización de las cualidades de uno mismo, de esta forma tendremos las energías suficientes, la tranquilidad, el desarrollo mental y un entorno social, que nos estimulen y apoyen para poder afilar la sierra correctamente, para mí cada diente de la sierra esta conformado por alguno de estas cuatro dimensiones. En mi comentario anterior mencioné como situación vivencial un trabajo anterior, pues bien en ese trabajo continuamente estábamos revisando nuestros objetivos, las actividades diarias con el fin de ser efectivos no eficientes solamente sino efectivos, decíamos orden no supervisada es una orden no dada.
En general constantemente se daba una renovación pero no tanto por que la buscáramos sino porque las condiciones eran cambiantes y lo que en un momento funcionaba en otro ya no.

Anónimo dijo...

En la vida diaria como en el ambiente laboral, debemos buscar el equilibrio en las dimensiones de nuestra naturaleza que Covey narra a detalle y que en realidad, son la conclusión de los seis hábitos que como personas altamente efectivas tenemos que cultivar día a día.
En muchas ocasiones no nos damos el tiempo para mirar hacia atrás y poder observar si lo que estamos haciendo, lo estamos haciendo bien, si somos coherentes entre nuestras palabras y los hechos, con nuestro diario quehacer y nuestro diario comportamiento.
Esta lectura es una lección que obliga a mirar hacia atrás y a retomar cosas importantes que no consideramos en nuestro deambular día a día, la necesidad de renovarnos constantemente, abonando al servicio, la empatía, la seguridad intrínseca, el compromiso con los valores, la visualización de un futuro claro, seguro y bienaventurado.
El mayor potencial esta en nosotros mismos, lo podemos reflejar e irradiar hacia los que nos rodean no mirando quienes sean, todos son importantes para lograr la armonía a la que se pretende llegar cuando nuestro actuar es con base al crecimiento personal, lo demás viene por añadidura, los seguidores estarán ahí porque verán características y valores que desean ver en su líder, todo es cuestión de voluntad para querer hacer las cosas.
La lección en los siete hábitos de la gente altamente efectiva es convertir las palabras en hechos que mejoren la organización, las relaciones entre todos los integrantes de la organización, mi relación con el personal y de manera muy especial, mi relación con la familia y los amigos, a los que debo parte de mi formación.
La puesta en práctica del sétimo hábito permitirá el equilibrio y congruencia de mi naturaleza como ser humano.
Enrique López Leyva

Anónimo dijo...

Todos de manera personal o laboral debieran aplicar el ultimo habito en cualquier momento de la vida, el afilar la sierra, nos permite poner un alto en nuestra vida, en nuestro actuar como individuos sociales, individuos que en el comportamiento laboral se nos exigen tener un equilibrio deseable, tomando en cuenta que la vida implica aspectos tan importantes como lo emocional, lo mental, lo físico y espiritual, estos aspectos dentro de lo laboral reflejan y permiten organizar equipos de trabajo muchas veces autodirigidos, siendo quienes pueden mantener un equilibrio en su vida. Muchas ocasiones quienes no lo tenemos claro, permitimos que nos guíen en nuestro actuar o hasta que nos puedan manipular por ello la importancia de tener un equilibrio en estos aspectos
En lo personal, el trabajo me ha ido dando las bases para tener un equilibrio mental, sin embargo creo q estoy perdiendo la parte emocional y física ya que mis actividades me requieren demasiado tiempo, no obstante me tengo que detener para renovarme y empezar de nuevo, buscando un equilibrio lo mas cercano posible a lo deseable, difícil tarea, pero nunca es tarde.
Sylvia Astrid Rosas Negrete

Homero Navarrete Martinez dijo...

El séptimo habito me permite comprender con certeza que para poder aplicar en mi espacio de trabajo y ámbito social los hábitos anteriores, es fundamental pasar un proceso de interiorización, para detectar mis puntos débiles físicos, mentales, espirituales y emocionales/sociales para renovarme en esos aspectos y estar acorde en el desarrollo de las acciones que me permitan cumplir con los objetivos sociales que representa el instituto de Salud del Estado de México y guiar con mayor certeza y seguridad a mis colaboradores, entendiendo con claridad y posición en cada proceso.
Estoy consciente que al ser líder de un grupo de trabajo en donde se realizan actividades tan complejas como lo son Concursos y Construcción de Obras, es importante, mantenerse actualizado con respecto a todos los factores que intervienen en el desarrollo de estas acciones, al respecto un ambiente óptimo, fomentando la confianza y la apertura de comunicación, permite que los trabajadores realicen sus actividades con entusiasmo y generen un compromiso institucional y personal con nuestras metas..

Luis Alberto Martinez Villuendas dijo...

Séptimo habito.- afile la sierra.
Yo soy el instrumento para lograr los objetivos, yo soy la sierra y en la medida en que mi estado físico, espiritual, mental y social/emocional se encuentre en óptimas condiciones, tendré la capacidad de aplicar cada uno de los hábitos, coincidiendo con el Lic. Leopoldo de no ser solo eficientes sino eficaces, debemos ser un buen ejemplo para nuestros colaboradores, pues en la medida que conozcan nuestro actuar interior y exterior, nos respetaran y les puede ser más fácil entender los objetivos que marcamos para el logro de las metas conjuntas.

Anónimo dijo...

Séptimo hábito: Afilar la sierra

Este habito en lo personal es el más importante.
Me permitira darle mantenimiento a la "maquina interna" y corregir los errores. Pero lo más dificil es encontrar el equilibrio fisico, mental, social y espiritual.Tengo que terminar con el paradigma de " no tengo tiempo" y buscar ese equilibrio que me permitira seguir aplicando los 6 hábitos de manera permanente.
Como lo comentamos en clase: Lo importante no es llegar sino mantenerse"; ese es el verdadero paradigma.

Mario Aguilar.

Anónimo dijo...

HUGO ROSALES BASURTO
SEPTIMO HÁBITO
En alguna ocasión tropecé con el libro de Carlos Castaneda ¨Las enseñanzas de don Juan¨ y lo refiero porque en la lectura de este ¨afilar la sierra¨ me transporte a lo que don Juan Matus señalaba cuando hablaba de que un guerrero debía ser impecable y estar alerta de todo; pero más de si mismo para mantenerse en equilibrio, y entonces mientras un autor dice: afile la sierra, el otro afirma: sea impecable; el primero dice equilibre las 4 dimensiones de la naturaleza y el segundo indica que sea templado, en fin, la consecuencia o el impacto que esto ha tenido en mi vida lo vi reflejado desde el momento en que elegí realizar ejercicios de meditación, ejercicios físicos, mentales y espirituales a través de la yoga, cuando constantemente me busco como reflejo en las demás personas ó cuando me persigo a mi mismo pensando lo que estoy pensando, pero sobre todo cuando a través de estas dinámicas que me mueven en lo físico, mental, espiritual y social-emocional he sentido paz, alegría, el sentido por vivir pero más por el compartir, cuando descubro que el estar en paz conmigo implica estabilidad con mi familia, con mi trabajo, en general con mi entorno y esto me mantiene en la constante línea del conocerme para estar en posibilidad de renovarme y reinventarme para mantener ese estado de templanza, en ese tan deseado equilibrio ya que si bien todos somos responsables de todos y de todo, yo soy el más responsable de todo pues los dientes de la sierra no se afilan solos.

Anónimo dijo...

Para poder entrar en una dinámica de mejora continua hay que atender todas las dimensiones (física, mental, emocional y espiritual) lo cual implica plena coniencia y compromiso de uno y eso suele no ser fácil.
De manera paralela se convierte en objetivo central ser motor de los demás para que “tomen una senda superior”, esto es, convertirnos en una externalidad positiva para todos aquellos que nos rodean.
Con respecto a la renovación hay que recalcar que, como las mejoras tienen efectos multiplicadores sobre las otras, se tiene como resultado que el beneficio que se tiene por hacer las mejoras a la par es superior a la suma de los beneficios individuales.

Manuel Marcué