jueves, 11 de agosto de 2011

Tercer comentario Maestría - Perú


¡Magníficos comentarios!

Comienzo con algo que leí en el primer comentario:

"El problema no es de las crisis en sí mismas sino la posibilidad de que nuestras respuestas sean totalmente inadecuadas".

¿Cuánto tiempo más para continuar con esas respuestas inadecuadas? Con todo lo que estamos haciendo y leo están algunas de sus organizaciones y ustedes haciendo, no llegaremos a las metas fiajadas para 2020 o dentro de 39 años (2050)...

¿Biocombustibles? ¿Cuál es realmente su efecto sistémico? ¿Reducirán las emisiones dañinas o sólo son un paliativo al eliminar zonas boscosas y reducir espacios para cosechar granos para nosotros los seres humanos?... ver el bosque y no sólo el árbol que tenemos frente a nosotros...

¿Cómo hacerlo? Tal vez parte de la respuesta venga en la siguiente lectura, tal vez mucha de esa respuesta radique en nosotros mismos...

¡Averiguémoslo! Y, reflexionemos, actuemos y seamos congruentes...

Un fuerte abrazo

Julio César y Enrique

27 comentarios:

Anónimo dijo...

Javier Rota Baguer
A00812043

Quisiera comenzar dividiendo la lectura en dos partes, una referente al impacto positivo que se obtiene a partir de decisiones acertadas en temas medioambientales y el posterior beneficio que se genera para la empresa, y la segunda referida al liderazgo necesario para el cambio.

¿Por qué hacer esta división? Es debido a que las recomendaciones de habilidades necesarias y acciones sugeridas para poder generar el cambio y como construir los argumentos en pro de él, son básicamente las mismas que uno necesita para generar liderazgo y compromiso en las personas, para prácticamente todas las situaciones.

Sobre el primer punto (ser ecológicamente amigable y economías regenerativas), vuelvo a mencionar un comentario de mi primer resumen “hoy ser ecológicamente amigable ya no es un pensamiento superior, hoy es una necesidad”. Hoy ya se tienen ventajas por tomar decisiones en pro del cambio y ser empresas más “limpias” y estas ventajas o beneficios van siendo mayores en el tiempo, pero el punto principal son los riesgos de no serlo!

Con el desarrollo tecnológico la fuerza mediática dejó de ser local para ser mundial. Hoy tomar o mantener una mala decisión en prácticas medioambientales puede tener impactos inmensos en la reputación de una empresa y de manera global, esto sumado a que nunca como hoy “el consumidor tiene el poder”, las consecuencias económicas en la empresa pueden ser inmanejables ya sea por una caída en ventas, pérdida en el valor de la acción, fuga de talentos, etc. Y hoy la reputación no solo depende de lo que hacemos, también depende de con quienes trabajamos (otras compañías).

En contraparte, mantener buenas prácticas ambientales y ecológicas trae beneficios para la empresa en captación de capital a menores tasas, mejoras en participación de mercado (si esto es comunicado a los clientes y consumidores de forma adecuada), ser atractiva para la captación de talento en el mercado, mejoras en el valor bursátil, etc.

Hay que pensar en decisiones primero de impacto interno que traigan beneficios en el corto plazo (ahorros) y en paralelo ir sentando las estrategias que nos permitan tener un negocio sostenible en el largo plazo. Lo segundo es el gran reto ya que es aquí donde hay que salir de la burbuja y pensar como generará valor nuestra compañía en 20, 30 o 50 años.

Sobre el segundo tema, liderazgo, para poder generar un cambio a gran escala es necesario primero entender que es realmente lo que queremos conseguir luego de todo nuestro esfuerzo. Paso seguido ser abierto a las opiniones de todos los involucrados, entender que es lo que los motivaría al cambio o cuales son sus temores frente a él, por qué quisieran que las cosas queden como están. A mi entender no hay mejor forma de ejercer liderazgo que no sea vía la empatía. Una vez hayamos entendido todas las motivaciones y temores podremos definir nuestra mejor estrategia de influencia, primero con las personas claves generando una red de trabajo informal a lo largo de la organización, con esto podremos generar una visión común en el equipo. Luego vía esta red influenciando en toda la organización. En mi experiencia las redes informales dentro de las organizaciones son bastante más efectivas que las formales.

Como mencioné al comienzo del comentario, este segundo punto nos servirá para cualquier situación de influencia que nos planteemos, desde temas operativos o decisiones del corto plazo, hasta grandes cambios organizacionales que muevan a toda nuestra compañía.

Anónimo dijo...

Fernando Franco Falcón
A00812030

En la lectura anterior nos confrontamos con la dura realidad que se nos avecina, ahora con este conocimiento tenemos que crear soluciones y no quedarnos con los brazos cruzados.

Hasta la fecha el objetivo principal de las organizaciones ha sido generar ingresos sin importar la manera como los obtenga, actualmente este enfoque está cambiando, por ejemplo los principales clientes de la fundición donde trabajo son las empresas mineras de Sudamérica, las minas de Chile solicitan a sus proveedores el ISO 14000 para que puedan seguir siendo socios estratégicos, es un comienzo.

Ahora tenemos que ir más allá, no sólo es necesario contaminar de acuerdo a los estándares sino buscar y desarrollar tecnología para no contaminar. Me pareció buena la idea de desarrollar un equipo de trabajo, dentro de cada empresa, que esté enfocado en disminuir la contaminación en los procesos y desarrollar “productos verdes”. Estos productos verdes pueden posicionar a las empresas como amigos del medio ambiente lo cual les daría ventajas competitivas en su rubro.

Para desarrollar soluciones verdes es necesario inversión, para obtener capital es necesario convencer al directorio de que el entorno económico ha cambiado, si las empresas contaminan mucho o explotan a sus trabajadores la imagen de la empresa se deteriora notablemente en el mercado lo cual afectaría sus utilidades. Por el contrario las empresas que desarrollan inversiones en la reducción de contaminación logran maximizar ingresos, obtienen ventajas competitivas, pueden llegar a convertirse en los proveedores preferidos por el mercado.

Teniendo en cuenta esto, creo que cada uno de nosotros debe ser un agente de cambio en sus organizaciones.

Anónimo dijo...

Alvaro Rojas
A00812129

La lectura de los capítulos 8 al 11 del libro de Senge me permitió conocer ejemplos de cómo varias empresas han logrado modificar sus operaciones incorporando una clara preocupación por el desarrollo sostenible, manteniendo o mejorando sus resultados financieros. En ese sentido, las puntos que más llamaron mi atención fueron los siguientes:

i) Me pareció muy interesante la estrategia utilizada por diversos grupos ambientalistas que identificaron la oportunidad de presionar a las entidades financieras con el objetivo de fomentar que estas incentivaran a sus clientes a ser más responsables en su consumo de recursos naturales y en la emisión de desperdicios. Las organizaciones ambientalistas se enfocaron en presionar a los bancos para que estos a su vez presionen a las empresas a las que financiaban, con el fin de lograr que estas firmas se preocuparan por el medio ambiente. Esto demuestras que muchas veces la influencia indirecta es incluso más productiva que la directa. Esta lección me pareció especialmente importante porque puede aplicarse a diversas situaciones en el mundo corporativo. A lo largo de mi carrera profesional he tenido la oportunidad de ver directamente como la influencia indirecta es una herramienta muy potente.

ii) El siguiente punto que me llamo la atención es como las acciones que las empresas realizan a favor del medio ambiente no son únicamente por "goodwill". Se ha demostrado que tener operaciones y/o marcas "green" impacta de manera positiva en la imagen y reputación de las firmas y que esta imagen y reputación tiene relación directa con el valor de sus acciones. En el mercado de valores se pueden encontrar muchas compañías que tiene un valor de mercado muy superior a su valor en libros. Ese diferencial puede atribuirse al valor de sus marcas. Al trabajar en marketing, este tema me pareció muy familiar. Definitivamente construir el valor de una marca permite mirar con optimismo el futuro de un negocio, ya que permite genera ingresos sostenibles. Ante esta situación, existiría un claro incentivo financiero para que una empresa adopte políticas que aseguren una gestión más responsable con relación al uso de recursos naturales.

iii) Finalmente, me pareció muy interesante el gráfico de "valor para el accionista" y su futura evolución al gráfico de "valor sostenible". Los ejecutivos de una organización siempre debemos tener presente que el objetivo de nuestra gestión es la de generarle valor al accionista, por lo que el primer gráfico me parece correcto, sin embargo, al revisar el segundo gráfico puedo concluir que el primero estaba incompleto. Los ejecutivos debemos generar valor "hoy", pero sin poner en riesgo el valor de "mañana". Para este punto puedo hacer referencia nuevamente al libro de Covey, "Los Siete Hábitos de la Gente Altamente Efectiva", y la ecuación que plantea de Producción (P) / Capacidad de Producción (CP). Si por lograr valor "hoy" generamos un desequilibrio entre P / CP, estaremos poniendo en riesgo la posibilidad de generar valor en el futuro, y no estaremos siendo ejecutivos realmente efectivos. En ese sentido, y a manera de ejemplo, no preocuparse por la regeneración de los recursos naturales (CP) que permiten la producción (P) de una firma determinada, equivale a reducir las posibilidades de sostener los resultados actuales en el futuro. El segundo gráfico, el de "valor sostenible", da esa perspectiva completa. Me parece una herramienta muy útil, que espero aprovechar a partir de este momento.

Anónimo dijo...

Junior Valdez Pachas
A00812033

En las lecturas presentadas podemos de alguna forma enmarcar estos cuatro capítulos en el posicionamiento de las organizaciones con visión en el futuro, el compromiso de las personas que están en estas organizaciones para ser promotores del cambio al futuro sostenible, pero con una base lo suficientemente fuerte para convencer a los que están sumergidos fuertemente en la “burbuja”.

Estos fueron los tres aspectos que veo actualmente en las empresas multinacionales ya en desarrollo, mientras que una minoría de las organizaciones nacionales aún lo tiene en planificación.

El primer aspecto, sobre el posicionamiento de las empresas hacia el futuro, tiene mucho que ver el entorno donde actúan, sobretodo me quedo con la frase de “cuando cambia la mentalidad de la sociedad, es mejor estar al frente y no atrás… sino lo más probable es que te aplasten los demás”, y aquí viene el aporte del autor sobre la matriz del valor sostenible, bajo los criterios de tiempo y espacio, donde podemos analizar de que forma la empresa puede posicionarse de acuerdo a sus capacidades y prioridades para el cambio en el presente, pensando en el futuro. Ya que con esta matriz se demuestra para cada empresa la relación entre la sostenibilidad y las funciones elementales de la empresa.

El segundo aspecto, es que ninguna evaluación sobre este tema en alguna empresa o uso de esta matriz en los ejemplos de las lecturas, como también en empresas nacionales se lleva a cabo, sino las personas que la integran no tiene el cambio de mentalidad antes que la misma empresa. Se necesita un compromiso y adaptabilidad entre las formas de pensar de las personas que están en la organización. Todos sabemos que nadie ve las cosas de igual forma, en mi experiencia en la empresa donde trabajo, es difícil tener ideas comunes sobre la sostenibilidad en el ambiente futuro e impacto ambiental que puedan realizar de nuestros clientes en el largo plazo, y más cuando supuestamente son de importancia marginal, de cómo crear el futuro sostenible para las empresas que financiamos sus activos. En la lectura, la empresa donde trabajo encaja como la entidad financiera que contribuye a la inversión en activos (en su mayoría vehículos) de diversas empresas en todos los sectores. El hecho de que aparezcan “animateurs” es crucial para el comienzo de ver un futuro sostenible para la supervivencia de nuestros clientes en el largo plazo, como también la importancia de conciliar y recoger las ideas de las personas con pensamiento “tradicional”, ya que solo así tendremos un panorama más abierto.

Finalmente, como tercer aspecto y para que ocurra el segundo aspecto de al menos tener en la agenda del directorio una política de financiamiento que incluya un análisis del futuro sostenible que genere el giro del negocio de los clientes con su entorno, solo ocurrirá si tenemos los argumentos suficientes para convencer al resto de personas que no puede visualizar este tema cada vez mas cercano para todos. Los puntos de partida que indica y sugiere la lectura son importantes y los puntos siguientes también lo son; en el caso de la empresa donde trabajo, nuestra “ruta” pasa por evaluar de diferente manera a las empresas para un financiamiento, el impacto que tendrá esto en la sociedad y en el ambiente, el hecho de apostar por los negocios que generen valor a los clientes conjuntamente con la racionalización y optimización de los recursos que manejan para comenzar a salir un poco de la burbuja donde estamos sumergidos.

Anónimo dijo...

Fernando Díaz Casas
A00812031


Lo primero que me llamó la atención es cómo Senge explica las características que deberían tener las personas que lideran el cambio (salir de la burbuja). Estas personas comunes (prácticamente cualquiera) son prácticas, con una inteligencia emocional e intelectual que se encuentran por encima del promedio. Otro tema interesante es cuando Senge analiza la capacidad de influencia que deberían tener estas personas para lograr el cambio en sus respectivas organizaciones. Cómo comunicar sus proyectos, analizar su auditorio y adecuar sus habilidades comunicativas según las circunstancias y tener efecto en el auditorio (en mi opinión estas sugerencias se pueden aplicar en el día a día de cada ejecutivo).

Lo segundo más importantes y lo que considero es el eje en estos capítulos es la visión a largo plazo que empresas y personas deben tener como guía. La sostenibilidad debería ser el principal driver en la toma de decisiones de las distintas organizaciones. Si bien todas se deben a la rentabilidad, hay que tener en cuenta que de nada sirve ser rentable si los recursos se acabarán si no se hace nada para preservarlos.
La clave según el autor es el pensar de manera diferente y ver una nueva manera de hacer negocios: la sostenibilidad está convirtiéndose en una prioridad vital.

Un ejemplo local sobre sostenibilidad es el que actualmente veo en la empresa que trabajo. Alicorp ha desarrollado un área de desarrollo social en donde actualmente su principal objetivo es concientizar a las amas de casa peruanas sobre la mejor manera de alimentar a sus hijos pequeños. Detrás de este programa ‘’alimentando el futuro’’ existe un planteamiento organizado en donde intervienen ejecutivos de diferentes áreas, aportando el talento de cada especialidad para llevarlo a cabo. Desde mi punto de vista, Alicorp cumple un rol activo y fundamental en la educación de su principal público objetivo (las amas de casa del Perú), brindando herramientas para cuidar a sus hijos, a la vez que fortalece la relación que tiene con ellas. Por otro lado, se asegura que las próximas generaciones puedan llegar con mayores oportunidades a la vida adulta y también puedan convertirse en potenciales consumidores. Como yo lo veo, una acción totalmente altruista puede generar en el futuro una rentabilidad. En palabras de Senge, Alicorp reconoce la alineación entre sostenibilidad y creación de valor. De esta manera, la organización entiende que el crecimiento sostenible es una estrategia de alto margen a largo plazo.

Anónimo dijo...

Carlos Gálvez Lock
A00812026

A medida que van tomando cada vez mayor importancia los temas de responsabilidad social y desarrollo sostenible, las empresas vienen adaptando estos pensamientos y lineamientos como una prioridad y un factor clave dentro de su planeamiento estratégico que permite crear un crecimiento tanto en reputación así como en el tema económico. Es importante analizar cómo estos temas se han ido integrando con el tiempo. Anteriormente, los directivos veían la responsabilidad social y el cuidado del medio ambiente como un costo que se debía asumir en los presupuestos anuales de las empresas y que deberían ser manejados de manera paralela. Hoy es importante analizar que una empresa, de cualquier rubro, no puede operar dejando de lado el cuidado del medio ambiente y el desarrollo sostenible para obtener beneficios para los accionistas así como una mejora en su imagen y reputación.

En este cambio, la influencia de la tecnología juega un rol importante. Por ejemplo, desde algún tiempo atrás el sector pesquero está decretando regulaciones que definen lineamientos de protección al medio ambiente ya sea durante el proceso de extracción de recursos o durante la etapa de producción de harina y/o aceite de pescado. Para el cumplimiento respectivo, las empresas están invirtiendo una gran cantidad de su presupuesto en investigación y desarrollo para poder reducir la generación de residuos o desperdicios, los cuales son arrojados al mar. Para la protección del medio ambiente, se han implementado una serie de equipos que permiten realizar un proceso denominado “separación de sólidos”, que permite obtener una mayor cantidad de materia prima para procesar así como reducir la cantidad de desperdicios que son arrojados al mar. Finalmente, este proceso genera un aumento en la producción y por consiguiente en sus ventas y al mismo tiempo dar la importancia debida a la sostenibilidad y medio ambiente.

El implementar medidas de protección al medio ambiente permite demostrar a la sociedad, la importancia que las empresas asignan al medio ambiente, así como la necesidad de cuidar del futuro. Esto, a su vez, genera una credibilidad entre los accionistas, clientes y empleados y genera un nivel de compromiso más fuerte para con la empresa. Como se comenta en el libro, ningún empleado apoyará las metas y objetivos estratégicos de la organización si es que ésta no se encuentra alineada a los valores personales relacionados al cuidado del medio ambiente y desarrollo sostenible así como cada vez le resultará más difícil para la empresa gestionar inversiones por medio de bancos y/o empresas terceras (stakeholders) si es que la empresa no cuenta con una buena imagen de cuidado del medio ambiente ni cuenta con un plan de responsabilidad social formalmente aprobado y en marcha con resultados y actividades concretas.

Anónimo dijo...

Juan Noriega del Aguila Figallo
A00812020

Los tres aspectos que elegí son: sobre que no puede haber una economía sana sin un orden social estable y vibrante; sobre los impulsores de sostenibilidad y, finalmente, sobre la relación con instituciones sin fines de lucro, tipo ONG’s.

Respecto al primero de los aspectos que menciono, resulta interesante revisar en detalle el significado de la frase “no puede haber una economía sana sin un orden social estable y vibrante”. Si esto es totalmente cierto, entonces, ¿cómo avanzamos los países “en vías de desarrollo” como la mayoría de los que están en Sudamérica?, ¿cómo podemos apuntar hacia ese concepto de la economía sana si no solucionamos nuestras taras más saltantes: la corrupción, la pobreza, la desigualdad, la informalidad?. Hoy, en nuestro país, podemos comprobar la violenta realidad de esa frase en los numerosos proyectos mineros y petroleros de gran envergadura que no llegan a realizarse producto de los conflictos sociales sin resolverse y de los intereses no escuchados de los habitantes de los pueblos involucrados quienes ven amenazada su tranquilidad y su ganadería por los efectos secundarios de la explotación de los recursos naturales: contaminación de los ríos aledaños y de las tierras destinadas a la agricultura; o también en las enormes brechas que existen en servicios de educación, salud y alimentación entre los peruanos de la costa y los de las zonas rurales en la sierra. Los números macroeconómicos positivos ocultan nuestra realidad todavía “por construir”: si no empezamos a reducir esas diferencias, si no empezamos realmente a volvernos una sociedad “estable” y “vibrante”, con mejor educación en valores y con las necesidades básicas cubiertas, el camino hacia el sueño de ser una economía sana se perfila muy intrincado.

Un aspecto muy interesante, también, es el de los impulsores de sostenibilidad, que son cuatro, y que representan la evolución por la que pasa una empresa (o puede pasar) que implementa una estrategia de creación de valor de manera sostenible. En mi experiencia, aunque no trabajo en una empresa con una producción local significativa, sí soy testigo de lo difícil que es emprender un proyecto de sostenibilidad si es que éste no es cuantificable o no impacta positivamente en los resultados financieros de la empresa (lo que se ubicaría en el cuadrante inferior izquierdo del marco de referencia de valor sostenible). Definitivamente, no es la prioridad de la administración (tradicionalmente enfocada en los resultados comerciales) y se evidencia por la poca frecuencia de este tipo de proyectos entre los trabajadores. Eso sí, desde hace algunos años se creó el Departamento de Medio Ambiente lo que constituye un gran avance; sin embargo, su ámbito de acción aún está limitado hacia aquellas tareas que busquen alinear a todos los procesos de la empresa con lo que exige la ley. Como mencioné en un comentario anterior, las actividades relacionadas a la protección del medio ambiente son aisladas aún y no tienen el impacto, ni la propaganda, que permitan vaticinar una evolución ascendente de este tipo de iniciativas.

Finalmente, es también muy grato y revelador leer la alta favorabilidad que se le da a la interacción con entidades no gubernamentales, ONG’s, especializadas en asuntos de medio ambiente y sostenibilidad y su involucramiento para la elaboración de las estrategias comerciales. ¿Cuánto se puede ganar con ese aporte? Muchísimo. A pesar de los muchos prejuicios que en nuestro país se tienen respecto a este tipo de organizaciones (por ejemplo, se dice de ellos que son “anti-inversión”, que buscan azuzar conflictos entre los pobladores y las empresas mineras para evitar el desarrollo de proyectos en sus zonas de vivienda, o que obedecen a “intereses turbios”), el aporte, en conocimiento especializado y técnico, que pueden ofrecer a las empresas es clave para encaminar los objetivos hacia un “ideal de empresa sostenible”. Precisamente, en la diversidad, muchas veces, está el camino, la luz.

Juan Noriega del Aguila Figallo.

Anónimo dijo...

Hugo M. Rangel G.
A00812042

Las personas que lideran el cambio hacia una industria sostenible tienen que ser emocionalmente inteligentes con un pensamiento a largo plazo. Ya no podemos tener personas que no se preocupen por el buen mantenimiento del planeta. Las empresas necesitan desarrollar ejecutivos creativos y prácticos con conciencia amigable con el medio ambiente. Se puede observar actualmente en el mercado de valores que las empresas reconocidas como responsables con el medio ambiente, tienen una mayor demanda de sus acciones. Esto se debe a la percepción de los inversionistas que ven a las empresas como más sostenibles en el tiempo. Esta percepción suma valor a la marca y a la imagen de la empresa. Al darse cuenta de esto, las empresas están empezando a utilizar estrategias comerciales para hacerse ver como eco-friendly, y así sacar provecho de las medidas tomadas. Sin embargo, pienso que este cambio de pensamiento de las empresas no se debe hacer para aumentar el valor de sus acciones, ya que se estarían enfocando en un fin equivocado. El fin es frenar el daño que venimos propiciando al planeta y revertir el círculo destructivo que viene operando hace años. Los buenos resultados van a ser una consecuencia de este fin.

Los gobiernos deben trabajar conjuntamente con las empresas para lograr el objetivo común de salvar el planeta. Varias medidas puede tomar el gobierno, como ofrecer incentivos a las empresas que den vuelta a su producción contaminante para volverla ecológica (green). No sólo podemos depender de las regulaciones existentes para regular las emisiones tóxicas, tenemos que ser preactivos y generar un cambio. Si bien es cierto que las regulaciones ayudan, no es suficiente para generar el cambio radical que necesitamos ocurra con prontitud. Tenemos que darnos cuenta - y cuando digo “tenemos” me refiero a todos: personas, empresas, ONG’s, gobiernos, etc.- de que mientras mayor preocupación y acciones tomemos para generar una cultura globalizada de responsabilidad sostenible para el planeta, mejor vida vamos a tener todos y más aún las futuras generaciones. Si se crea un ambiente de optimismo en torno al cuidado del medio ambiente, las empresas también se verán favorecidas, ya que si toman las medidas aceptadas por la gente, el valor de sus marcas será más fuerte, pero comente en el párrafo anterior esto tiene que ser la consecuencia de un cambio real en el paradigma actual de las empresas.

Me parece que las actuales crisis financieras que se están viviendo tienen que ver con este tema. Va más allá de ser conscientes con el medio ambiente, creo que es la visión actual de los gurús de la economía que se centran sólo en el valor financiero de las cosas y no se concentran de la misma manera para crear una economía sostenible. Se puede hacer un paralelo con lo que ocurrió con la era industrial. Se limitaron en lo que podían explotar de la tierra sin ver el daño que causaban y sin darse cuenta que esto no es sostenible en el tiempo. Es esta mentalidad corto-placista que nos impide mirar la revolución necesaria para crear el cambio que necesita el planeta.

Anónimo dijo...

Claudia Márquez Tassara
A00812029

Cuando se habla de sostenibilidad no sólo debemos de quedarnos en la reflexión de las consecuencias de la revolución industrial y en aplaudir iniciativas de otras empresas en crear programas sociales y ambientales, sino que debemos de actuar y participar a través de las instituciones que formamos parte.

En la actualidad, las instituciones tienen un papel muy importante en el desarrollo sostenible y es a través de las personas que la constituyen que debe empezar el cambio. Debemos de interiorizar en nuestro trabajo la idea que trasmite esta lectura, esto es que una empresa puede ser exitosa y rentable y simultáneamente contribuir con el sostenimiento y mejora del medio ambiente. Ambos objetivos deben de estar interrelacionados e incluidos dentro de las estrategias de la empresa, sólo así se generará un bienestar sostenido a todos los grupos de interés.

Para ello, como señala Senge, debemos ser animadores de nuevas forma de pensar y actuar distintas de los patrones de producción y consumo que llevaron a esta crisis socio-ambiental, debemos de ser empáticos en nuestro trato con los demás a fin de entender otras posiciones para buscar la mejor manera de llegar a las otras personas y transmitirles nuestras ideas y finalmente debemos de trabajar en equipo a fin de tener mayor fuerza y alcance en esta gran tarea.

En el banco donde trabajo estamos involucrados todos los colaboradores en la responsabilidad ambiental de la empresa. A través de campañas de reciclaje, medición de la huella del carbono que generan nuestras operaciones, los programas de ahorro de papel, el fondo de garantía ambiental, la celebración de pactos mundiales, entre otras actividades, el banco reduce costos y se hace más eficiente, transmitiendo e inculcando un ambiente de preservación y ayuda a la comunidad a la vez que ofrece servicios financieros. Y es que las empresas que muestran una actitud de ayuda al medio ambiente estimulan a otras personas con el mismo pensamiento (que cada día son más) a usar los productos y servicios que ofrecen; las empresas que no sigan esta tendencia quedaran fuera de este nuevo sistema que estamos forjando.

Anónimo dijo...

Norma Hurtado
A00812049

En esta parte de la lectura podemos notar cómo se van tomando acciones en pro de la sostenibilidad y la responsabilidad social; no sólo a nivel de las compañías sino que también nos brinda una guía para que cada uno de nosotros nos involucremos, seamos parte del cambio, de esa revolución necesaria que nos menciona Senge.

El primer punto que llamó mi atención es el referente a cómo las empresas han ido cambiando su manera de hacer negocios, hoy en día son muchas las empresas que toman la sostenibilidad como una prioridad, han encontrado ventajas competitivas al liderar programas o acciones por el medio ambiente, ya sea por voluntad propia o por que la legislación lo exige, pero lo están haciendo y en el camino se han dado cuenta de que les producía beneficios concretos tales como reducción de costos, identificación de nuevos nichos de mercado o creación de mejores productos; y beneficios intangibles tales como mejor reputación y mayor valor de marca.

Otro punto que me interesó es ver cómo emprender acciones “green” contribuye a generar valor a los accionistas, a que la empresa se posicione y logre ventajas competitivas frente al resto. También ayuda a las empresas en convertirse en un buen lugar para trabajar debido a que se genera compromiso entre los colaboradores y se produce un sentimiento de orgullo y de pertenencia. Incluso en encuestas de clima laboral se evalúa la contribución que realiza la compañía al medio ambiente y a la comunidad. Asimismo, favorece al reclutamiento para incorporar a los mejores talentos en el mercado, dado que postulantes valoran el pertenecer a este tipo de compañías.

Me parece útil la guía para mejorar el diálogo, formar equipos, definir aspiraciones y avanzar, de tal forma que cada uno de nosotros desde nuestra posición podemos convertirnos en un agente de cambio en nuestras organizaciones, es decir un animateur, personas que inspiran, que con sus acciones legitiman sus ideales y que pueden ser empáticos, atributos que hemos leído muchas veces son cualidades de los líderes. Senge con el capítulo final nos encamina para que todos actuemos juntos, y nos demos cuenta de que no es sólo responsabilidad del gobierno o de las empresas, cada uno de nosotros podemos y debemos ser parte de la solución y empezar ya.

Anónimo dijo...

Pedro Fernández
A00812027

Las organizaciones han iniciado una serie de acciones que permiten hacerle frente a los problemas actuales del medioambiente. He podido apreciar como muchas empresas han aplicado ciertas políticas en la clasificación de la basura, ahorro en el uso de papel para imprimir y la electricidad pasado el horario de trabajo. Sin embargo, muchas de estas acciones podrían ser tan solo un primer paso, quizás para considerar un mayor efecto, el banco donde laboro podría adoptar las medidas utilizadas por las grandes corporaciones financieras que por ejemplo limitan el otorgar sus créditos solo a empresas que cuentan con una política por preservar el medio ambiente, impulsando de esta manera que las empresas que no cuentan con uno lo hagan. Para ello, una opción es que algún organismo del estado que regula dicho sector considere una regla general sobre el cuidado del medio ambiente para todas las entidades financieras, lo cual buscará el beneficio final de todos y con la característica de ser sostenible en el tiempo siempre con el soporte de una tecnología de punta que traerá beneficios directos e indirectos para la organización.

Otro aspecto interesante es la tendencia a formar empresas sin fines de lucro ONG’s que permitan de diferentes maneras generar valor a la comunidad donde vivimos buscando el beneficio de las personas que más lo necesitan. Si bien, las acciones en este caso no están relacionadas directamente con nuestro propósito ambiental, pues es claro aquí que las estrategias son variadas y personalmente creo que estas ONG’s pueden ser el gatillo de una serie de acciones que buscan un bien superior. En ese sentido, el banco donde laboro suma esfuerzos año a año para apoyar diferentes instituciones que buscan desarrollar la educación en las zonas más alejadas de nuestro país. Por tal motivo, en paralelo o en una etapa posterior se podría incluir el concientizar en temas medio ambientales a las mismas personas que ya recibieron una educación base.

Anónimo dijo...

Michel Pozo Quintana
A00812022

En un tiempo atrás cuando se inicio todo este movimiento por ahorrar nuestros recursos no renovables, pensaba que quizás el aporte que yo podía dar o las personas individualmente podíamos dar no era significativo, o que todo lo que uno podía colaborar podía ser tirado por la borda cuando ve la negligencia del derrame del petróleo de BP en el Golfo de México, pensaba que el verdadero ahorro tenía que ser dado por las grandes empresas que se encuentran en industrias como las de energía, mineras por los desperdicios que pueden generar, las petroleras o sobre todas las emisoras de enormes cantidades de CO2. Pero no fue hasta que hice una reflexión y toma de conciencia de la situación, como dice Peter hay que hacer nuestro propio inventario. Y es que fue ahí que me di cuenta que cada uno en realidad hacemos o ponemos nuestro grano de arena y motivamos a la las personas de nuestros alrededores para que también tome conciencia.

Me parece interesante cuando el autor hace mención a las grandes instituciones financieras, de cómo ellas de manera indirecta (y en busca de sus intereses) pueden facilitar los recursos, puntualmente el dinero a empresas que se dedican a la depredación de nuestros recursos, como por ejemplo las que deforestan los bosques del amazonas. Hoy en día me encuentro laborando en una institución financiera, y en cuanto a los prestamos que se realizan a las empresas existe internamente toda una normativa y procedimientos a seguir, así como la evaluación de riesgos desde el punto de vista del giro del negocio de la empresa, por dar un ejemplo en caso sea una minera o una empresa maderera, se les hace completar una serie de formularios y documentos relacionados con la evaluación de riesgos y del impacto ambiental de las actividades o del giro de negocio de la empresa las cuales se encuentran clasificadas por los niveles de riesgo dentro de una matriz de impacto ambiental, y no promover proyectos no sostenibles. Asimismo el banco forma parte del convenio de BankTrack en colaboración con los proyectos de sostenibilidad.

Otro aspecto interesante me pareció el marco de referencia del valor sostenible, creo que inicialmente todos empezaremos por el cuadrante inferior izquierdo, en donde existe básicamente una estrategia de prevención, aunque no creamos valor a futuro inmediato, pero la idea creo es que podamos empezar ya cuanto antes a tomar conciencia y empezar por lo menos a prevenir, para luego pasar de un cuadrante al siguiente poco a poco. Todo ello de la mano con una capacidad de liderazgo que podamos incentivar y/o motivar a las personas o empleados, para poder poner en práctica la matriz del valor sostenible de acuerdo a cada uno de los pasos que nos indica Peter en la caja de herramientas.

Anónimo dijo...

Una de las ideas que me parecieron bastante interesantes es como ahora las empresas tienen que alinear sus prioridades con las nuevas realidades. Todas las empresas necesitan de proveedores o ahora llamados “socios estratégicos” para poder desarrollar y producir sus productos. Las empresas ya no solamente buscan proveedores que puedan ofrecer productos que cumplan con los estándares para producir al menor costo, sino que buscan más que eso, buscan proveedores que cumplan estándares medioambientales que estén con la línea de la empresa productora. Esto se está convirtiendo en una importante restricción para que muchos productores de materiales e insumos entren al mercado a competir solamente por el menor costo que ofrecen. En el caso de las empresas líderes en su rubro, como es el caso de la empresa donde trabajo, son las que tienen mayor responsabilidad ya que llevan a batuta alineando a sus proveedores a los objetivos estratégicos medioambientales.

En segundo lugar quiero comentar sobre la necesidad de que las organizaciones planifiquen su estrategia en base a la sostenibilidad y no a la utilidad a corto plazo. Las empresas deben comprender que los recursos son limitados y la única forma de ser sostenibles en el tiempo es en ir buscando nuevas formas de hacer las mismas cosas. Para ello la matriz que nos propone la lectura es de mucha utilidad si queremos comenzar a trabajar sobre las estrategias que guiarán a nuestras compañías hacia dicho objetivo.

Por ultimo otro punto que llamó mi atención es sobre la reducción de costos y riesgos mediante la minimización de desperdicios y las emisiones ocasionadas por las operaciones (cuadrante inferior izquierdo). Para lograr ello se deben desarrollar o tener las tecnologías adecuadas. Sin embargo en los países en vía de desarrollo como el nuestro, donde las empresas de manufactura aún no alcanzan el nivel de desarrollo de los países mas desarrollados y en donde las empresas más grandes son las que acceden a las tecnologías más caras y aún así no son las más modernas, ¿Cómo podemos luchar contra la generación de desperdicios si las tecnologías a las cuales accedemos no nos permiten hacerlo?, la tarea se hace doblemente complicada para llegar a reducir el desperdicio y la contaminación. Como indica en la lectura, mientras sigamos comprando tecnología que únicamente prolifera la cantidad de emisiones y de gases invernadero, se generará más contaminación.

Anónimo dijo...

José Alva Cortez
A00812025

Un aspecto que me llamó bastante la atención es el rol que el líder tiene en propiciar el cambio. El empezar a hablar y actuar a favor del medio ambiente y de un futuro sostenible no trae resultados en el corto plazo, por eso me parece importante que se vaya avanzando, aunque sea paso a paso, buscando que los cambios que se realicen tengan efectos palpables en los resultados de las instituciones, y con ese “respaldo”, empezar a hacer adoptar estrategias pensando en un futuro. Hace poco conversé con mi gerente sobre los avances que el Grupo estaba teniendo relacionados a la conservación del medio ambiente, y rescatamos algunas actividades que son prácticas comunes: reciclaje de hojas, ahorro de energía mediante el apagado de luces, renovación de equipos de cómputo más eficientes; y, adicionalmente, el Grupo ya viene avanzando también en la construcción de tiendas por departamento bajo el concepto ecológico (paneles solares, sistemas de ahorro de agua, estacionamientos para bicicletas, etc.). Lo bueno es que ya se empezó, y ahora hay que seguir empujando el coche para llegar a las siguientes etapas que conducen hacia la total integración de sostenibilidad.

Me parece rescatable el rol que debe cumplir la sociedad y el gobierno para avanzar en la conservación del medio ambiente, pero si la visión no es integral, que tenga una planificación y objetivos, los avances pueden ser nulos. Creo que aun la sociedad, en general, no tiene interiorizado que el ritmo y estilo de vida y consumo no asegura un futuro para las generaciones venideras, y actividades como la tala indiscriminada, quema de campos, uso excesivo de combustibles altamente contaminantes, botar desperdicios no degradables al mar o al campo, nos está llevando al aniquilamiento de nuestro ecosistema. Ahí se tiene que dar un cambio para que la sociedad entienda que hay cosas que no pueden continuar, y luego trasladar al gobierno y a las empresas esa presión por el cambio. Nadie pide a las empresas que sean instituciones caritativas, porque todos sabemos que éstas deben generar valor; lo que se les pide es que incluyan la conservación y sostenibilidad del medio ambiente como parte de la raíz de la institución y de sus procesos, porque este “concepto” también genera valor tan igual e inclusive mayor que las actividades empotradas en la “era industrial”.

Para avanzar en nuestras instituciones respecto a estos temas, es primordial buscar aliados, ir generando redes que no solo den soporte al proyecto, sino también que participen con las ideas creativas que se puedan implementar. Alguien podría pensar que tener tachos de basura para distintos tipos de desechos fue una idea trivial, pero en la práctica es una idea brillante que puede ser un primer paso que, no involucre mayor costo para la institución, pero que logra generar conciencia de que se va en la dirección correcta a favor del cuidado y conservación del medio ambiente.

Anónimo dijo...

Karla Gómez Castañeda - A00812021
Cuando comencé a interesarme sobre el medio ambiente pensé que reciclando la basura o reutilizando ciertos envases de plástico ayudaba significativamente a mejorar el medio ambiente y cuando escuchaba las noticias sobre el deterioro ambiental pensaba que ese era un problema de los gobiernos de los países del primer mundo. En estos capítulos de Senge veo más cercano y tangible la influencia que pueden tener las personas y sobre todo las empresas sobre este tema.
Senge deja claro que el tema del medio ambiente ya no es un tema de moda y ahora las empresas que implementan políticas medio ambientales logran agregar un atributo de marca tanto como la calidad y el precio y esto se convierte en una ventaja competitiva ya que la percepción que cada vez mas tienen los clientes es que estas compañías son responsables por el daño al medioambiente y las prefieren sobre otras.
Este cambio en las empresas requiere de una visión a futuro y de tener en claro que los objetivos y las metas son a largo plazo. Para ello se requiere un cambio radical en la manera de pensar y esto actualmente ya se ve en empresas como google, coca cola y algunas entidades financieras. Lo que tienen en común estas compañías es que han salido de la “burbuja” mediante el cambio de manera de pensar y asumiendo ciertos riesgos que a futuro han generado ventajas competitivas y a su vez reducción de costos por la implementación de prácticas pro ambientales.
Para concluir puedo resumir que Senge nos pone un reto en bandeja para cada uno de nosotros y nos brinda pautas a seguir para lograr el cambio en las organizaciones. Rescato como factor crítico de éxito el factor humano, es decir tener un equipo motivado con pensamiento compartido y consiente del compromiso adquirido con el futuro pero además alineado con las políticas corporativas de la empresa que ya tomo la decisión de salir de la burbuja.

Gonzalo Navarro dijo...

¿Cómo reaccionamos ante la crisis de sostenibilidad? Al final del día este tema termina siendo un asunto pragmático para muchas empresas. Como dicta la teoría de juegos, las empresas no deciden cooperar por pura filantropía. Cuando la decisión de no hacer nada impacta negativamente en el balance o, para ser más propositivos: cuando la decisión de cooperar les reporta mayores beneficios presentes y futuros es que las empresas terminan tomando dicha decisión.

Muchas de las empresas aún se encuentran en una situación de no cooperar (etapas 1 y 2) y es que muchas de ellas esperan que las presiones del entorno operen para poder emprender el cambio. Se tiene la percepción de que la empresa está ahorrando costos al no invertir en un cambio de modelo, mientras que si uno incorpora las dimensiones de tiempo (el valor presente) y espacio (medio ambiente) al modelo, es justamente todo lo contario: hoy es cada vez más costoso quedarse en la inacción que emprender el camino hacia la sostenibilidad. Los clientes, inversores y organizaciones civiles y gubernamentales están incorporando cada vez más la sostenibilidad del largo plazo en sus valoraciones y por ende las empresas están ponderando cada vez más en sus modelos dicha perspectiva. Esto finalmente las hace reaccionar. Pero acatar no es suficiente, pues no lleva a la innovación y al liderazgo. Como siempre ha sido conocido: son las empresas que van más allá y que lideran los cambios que serán recompensadas por el mercado con una posición relevante en el futuro cercano.

El autor nos propone un punto de partida: el modelo de la matriz de sostenibilidad, que se enfoca en dos ejes: tiempo y espacio (alcance o entorno). Es un modelo pragmático, pero que a la vez deja espacios para la creatividad y la innovación. No es un modelo secuencial, pues se pueden atacar diferentes aspectos en simultáneo y además no tiene un punto de partida único: aunque se recomienda el cuadrante inferior izquierdo: la optimización de los procesos con un impacto real en el balance de la empresa con un enfoque sostenible. ¿No sería ideal para una empresa autogenerar una buena parte sino la totalidad de sus insumos a partir de los desperdicios que genera? El ahorro de costos sería inmediato, así como la optimización de los procesos.

Finalmente, un aspecto muy importante para avanzar: el uso del poder político en las organizaciones para desarrollar e implementar los cambios necesarios. En un curso de liderazgo anterior leímos a Jeffrey Pfeffer en “Understanding Power in The Organization”, cuyos alcances sobre el uso del poder en las organizaciones se aplican perfectamente como recomendaciones para hacer que las cosas se hagan. La frase: “Aquellos que aman las leyes y las salchichas, no deberían ver como se hace ninguna de ellas” nos dice mucho acerca del como a veces tenemos que usar el poder político para lograr metas valiosas. Pero es importante saber negociar y escoger a nuestros aliados en nuestra lucha por hacer que las cosas cambien. Usar información relevante y en el momento preciso para convencer al equipo gerencial. Aliados externos como clientes clave son también una forma de hacer uso de esas fuerzas impulsoras que nos presenta esta interesante herramienta que es la matriz.

Anónimo dijo...

José Luis Mendoza B.
A00812213

Muchas veces nos preguntamos ¿cómo arrancar el cambio? ¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros de manera individual que realmente logre iniciar esa transformación? Aunque a muchos les puede quedar la duda de si nuestra pequeña contribución en el día a día realmente genera contribuye en algo, yo creo que así como con cada una de nuestras pequeñas acciones hemos colaborado a deteriorar el planeta, para sacarlo de esto hay que hacer algo similar y justamente por eso “el no hacer nada” ha dejado de ser una opción. Venimos con las ideas de la revolución industrial en donde se piensa que el medio ambiente es parte de la economía cuando realmente es al revés. Debemos cambiar esa concepción para iniciar una nueva revolución hacia una sociedad regenerativa. El statu quo no puede mantenerse, se deben reexaminar las prioridades.
Las empresas ya se están dando cuenta el daño al medio ambiente también les afecta a ellas mismas. Y es el sector financiero privado el que tiene la capacidad para iniciar el giro hacia una sociedad verde, según comenta Hogue en el libro de Senge, y creo que es cada vez más empresas de este sector se van dando cuenta de ello. Justamente la empresa en donde trabajo pertenece al sector financiero y ya ha iniciado una serie de acciones para encaminarse hacia ese objetivo. Como ejemplo está que en el 2008 inició un plan de disminución de impacto en el medio ambiente que consistió en la medición de la huella de carbono para cuantificar las emisiones de CO2 producidas por actividades directas e indirectas de la empresa. Esto ayudó a saber el impacto que tiene la empresa frente al calentamiento global para orientar la ejecución de medidas que deben implementarse para ser más eficientes en el uso de recursos. Para este piloto se midió el consumo de combustible tanto en vehículos de la empresa, en los comedores, vuelos privados, vuelos comerciales y en los vehículos del personal. También se incluyó el consumo de agua, energía eléctrica y papel. Esto nos muestra que en nuestro país cada vez hay más empresas que se comprometen con el desarrollo sostenible de nuestro medio ambiente y a la vez generan interés y son más atractivas para inversionistas y para personas que quieren formar parte de la misma, quienes buscan invertir en el futuro.

Anónimo dijo...

Rosemarie Moyano
A00812024

Luego de leer estos capítulos entendí a que se referían con “sostenibilidad” y es que las empresas deben comprender que el éxito de ellas depende que alineen sus prioridades empresariales con las nuevas tendencias en pro del planeta, como reducir el consumo de materiales no reciclables, la contaminación y la generación de desperdicio. Los líderes deben tener claro que el agotamiento de los recursos así como la pobreza y desigualdad social son factores a tomar en cuenta cuando se quiere abordar el camino de la sostenibilidad.

Al principio de la lectura, entendía cómo que sólo las empresas manufactureras son las que deberían preocuparse más que el resto de empresas por estos temas, sin embargo se menciona como las entidades financieras también forman parte del grupo de empresas que si no toman consciencia de estos problemas aportan en este degradación del planeta, pues para que la empresas produzcan alguien financia y ese alguien son los bancos.

Otro punto importante es cómo muchas empresas se mueven hacia el desarrollo sostenible en una alineación con la creación de valor, interpretan que un crecimiento sostenible es verdaderamente una estrategia de “alto margen”. El reto está en encontrar un balance entre lograr el beneficio social y medioambiente y el incremento de los beneficios para las empresas. Cómo se menciona en el libro lo que es bueno para los negocios debe ser bueno para el medioambiente y para todo el mundo.

Al final de la lectura me parece interesante la manera como enfoca el liderazgo y lo que esto significa, todos los líderes deben de alguna u otra forma inspirar a su organización, deben aprender a ponerse en el lugar del otro, para esto se requiere mucha sensibilidad, saber entender los puntos de vista de los demás y sobre todo creo yo saber escuchar a los demás. Los líderes deben influir positivamente en otros y para esto deben ser consecuentes con sus actos.

Jenny Victoria Vera V. dijo...

Las compañías asumen que es un riesgo cambiar la manera de pensar sobre todo cuando es exitosa, implementar nuevas formas de hacer las cosas adecuadas a la realidad medio ambiental, genera automáticamente la sensación de costos para poder ponerse al corriente de la presión existente en la sociedad a través de diversos actores como ONG`s y los mismos estados. Sin embargo, a pesar que en primera instancia no se puedan vislumbrar los beneficios de forma explícita, existe una amplia lista de beneficios, cuando las compañías se alinean con los valores de los empleados, eso constituye que en las personas que están en la organización se genere un compromiso con la misma.
La afirmación de “lo que es bueno para los negocios debe ser bueno para el medio ambiente y para la gente en todo el mundo, o uno no se está moviendo hacia un crecimiento sostenible” es una frase tan contundente que obliga a pensar como no tenerla presente permanentemente en las decisiones que tomamos en los planes a mediano y largo plazo, si no pertenecemos a una industria que tenga plantas de producción, como manejamos nuestras instalaciones, que desperdicios generamos, como nuestros productos impactan en la forma en que nuestros clientes toman decisiones de mercado, si incluimos en nuestras recomendaciones la necesidad de tener productos que sean con tecnología más limpia, que población alcanza, y como contribuimos en las inversiones que ellos realizan y las que como compañía realizamos para aportar a que las desigualdades económicas disminuyan.
El trabajo en equipo para lograr los cambios necesarios es fundamental. El motor del proceso, desde cada uno de nosotros que quiera trabajar por dichos cambios en la forma de pensar y como planear las estrategias para crear valor de forma sostenible, integran la capacidad de comunicarse de manera efectiva y sobre todo, de congregar a personas con diferentes puntos de vista, experiencias, profesiones, motivaciones, lo cuál se convierte en un reto gigante, al que nos enfrentamos diariamente, no solo en el momento de liderar sobre cualquier tema, es una oportunidad para saber escuchar, tener una comunicación asertiva y tener la capacidad de aprender de esas otras aristas con las que se puede ver una misma situación. Tal vez pareciera que la forma de adherirse a un cambio es con estrategias de control de los desperdicios, pero lograr ver más allá y proponer que las alianzas sean más productivas, que tengan la integración de otros actores, como en el caso de Du Pont con el ingreso de personal de Greenpeace para que tuviera charlas con los ejecutivos, es una manera de escuchar la otra parte del argumento esencial, al que no nos remitimos cuando solo vemos el sistema económico actual.

Anónimo dijo...

Es importante ver como los lideres han tomado conciencia de los cambios negativos al medio ambiente han estado realizando sus organizaciones, y como han cambiado muchas de sus decisiones y estrategias con la finalidad de mantener la sostenibilidad del planeta.

Estas nuevas formas de pensar y decisiones se muestran como una tendencia que empiezan a aparecer en las organizaciones, y nos muestra las asociaciones y sistemas que han empezado a usar. En la lectura se menciona a Coca Cola como un buen ejemplo de cambio de formas de pensar, ya que hace una alianza con una ONG, un enemigo tradicional de las organizaciones que no se comprometen con la sostenibilidad, y fruto de la interacción, aprenden a trabajar juntos mirando el sistema mayor para atacar problemas más grandes de lo que cualquier compañía puede abordar.

Es interesante ver como el godwill corporativo, la reputación de una compañía en relación con el medio ambiente y temas sociales relacionados se han convertido en la ventaja competitiva de las organizaciones, además detalla la justificación empresarial de la sostenibilidad, y la necesidad de posicionarse mirando el futuro, y muestra ejemplos de cómo es posible hacerlo, estrategias concretas de cambio. Las empresas exitosas y que sobreviven están entendiendo que pueden hacer dinero asegurando la sostenibilidad y políticas de economía regenerativa y de reciclaje. La Revolución necesaria sólo será sostenible en la medida que todos los involucrados sean capaces de analizar y solucionar los problemas de manera coherente, aplicando enfoques integrales que permitirán lograr soluciones innovadoras y respuestas inteligentes y sostenibles para cada problema.

Cristian Romero
A00812055

Anónimo dijo...

Katia Zegarra
A00812053

Anteriormente se mencionaba acerca del gran impacto que tiene el daño ecológico sobre la comunidad en su totalidad, dado que golpeaba muchos aspectos de la misma, desde económico hasta social, y en esta ocasión, entre las cosas que más captaron mi atención es ver un poco la raíz que origina todo lo mencionado a nivel macro, y a la vez las consecuencias, como si hablaríamos de un círculo vicioso ligado al estado del medio ambiente. Es decir una realidad donde grupos de interés tales como clientes, empleados, socios estratégicos, proveedores y accionistas, ya toman en cuenta como una de sus prioridades al escoger con quien desean tener relaciones comerciales o laborales, el grado no solo de daño que le pueda hacer una empresa al medioambiente, sino yendo ya un poco más allá, también el bienestar o la contribución que ofrezca dicha organización al ecosistema, de tal modo que las que estén más involucradas en el tema, serán las que logren a la vez el mayor éxito en el medio, dado que la realidad que viene mostrándose cada vez más es que los mejores elementos de los grupos de interés en mención, es decir, los mejores empleados, los mejores socios, etc., estarán más dispuestos a incorporarse a un grupo empresarial que tome la sostenibilidad y al reputación con el medio ambiente y los temas sociales como una prioridad vital y elemental durante el desarrollo de todo su proceso productivo, tomando los aspectos inmersos en ella mas como oportunidades antes que como riesgos.
Yo trabajo actualmente en una empresa relacionada al sector financiero, y es también para mi algo novedoso el hecho de que ya muchas financieras en el mundo comienzan a discriminar y con razón el apoyo económico a empresas que atentan contra su entorno ambiental, y eso porque dichas organizaciones han tomado el concepto donde la economía pasa a una sub prioridad que se encuentra dentro de una sociedad que a su vez está inmersa en el medio ambiente, el mismo que finalmente, determinará la subsistencia de todos los sectores económicos al fin y al cabo, todo lo contrario de años atrás donde se tenía como principal prioridad al aspecto económico, aspecto que en realidad ahora se da mas ya como consecuencia, como beneficios de que las empresas operen con una mentalidad regenerativa a favor del medioambiente, que van desde ahorros cuantiosos hasta la mejora de su imagen ante la sociedad.

Anónimo dijo...

Javier Seminario Salazar
A00812032
En esta otra lectura de Senge puede identificarme mucho con pensamientos propios acerca de muchos temas pero me quedo principalmente con tres, el estilo de liderazgo, la sostenibilidad y las empresas green.
El estilo de liderazgo para la consecuencia del compromiso y el hecho de poder influir directa e indirectamente en personas es muy importante, a través del tiempo he podido comprobar que un líder que enfoca desde diferentes ángulos y mira con los ojos de otros cada aspecto puede lograr resultados más eficientes que otros liderazgos que se basan en estilos diferentes. Me quedo pensando en lo importante que es en estos días que el compromiso con el ambiente brote dentro de cada persona en una organización y que sea inspirado por líderes generadores de cambios positivos que sepan cómo llevar a las personas a salir de la burbuja que hoy nos envuelve y que nos lleva a pensar en resultados a toda costa en rentabilidad sin importar como. Este compromiso real y personal será lo único que nos asegure como grupo (familias y organizaciones) a pensar en sostenibilidad, pensando en los próximos años en no utilizar los recursos que tenemos en nuestro planeta sin antes haber pensado en cómo se regenerarán y como lo vamos a afectar. Me gustó la estrategia de grupos de conservación ambiental quienes recurrieron al socio más común de las empresas, organizaciones y hasta gobiernos; las entidades financieras. Con grata sorpresa veo que esta influencia hará que poco a poco la conciencia social sea más utilizada, por ahora es por el hecho de obtener beneficios adicionales, pero dentro de poco será un estándar.
Por ultimo quería comentar hacer de las empresas Green, más allá de hablar de los beneficios que existen para estas empresas, quiero centrarme en como esa imagen le genera valor en la mente de los consumidores, esta mentalidad marca diferencias de decisión de compra. Particularmente quisiera comentar que uno de los principales motivos por los que mi empresa es representante de Philips es por la nueva línea de iluminación LED; cuando conocí las propiedades de producto, lo amigable que es con el ambiente y los ahorros que genera me comprometí de inmediato y siento que este compromiso se recibe muy bien por parte de los clientes y por la propia organización.

Anónimo dijo...

Quiero empezar mi reflexión tomando una frase de una lectura anterior: “las decisiones que tomamos se basan en la forma de pensar… siendo estas limitadas de forma consciente o no”. Y complementar con la siguiente frase… “estas decisiones –adecuadas- se afianzan por la experiencia propia o ajena”.
Por ejemplo, una verdad “absoluta” es que hoy somos la suma de decisiones que hemos tomado en nuestra vida. A una escala y a un período de tiempo mayor sucede exactamente lo mismo (considerando que en la ecuación entran varios individuos), hoy el mundo es la suma de decisiones que se han tomado durante un período de tiempo más largo.
En términos empresariales, los decisores en las empresas son los que han aportado su granito de arena para llevar al mundo donde ésta. Y digo su granito de arena porque otros agentes que no son empresas, como los gobiernos, G8, entre otros también han aportado.
Lo rescatable de la lectura para mí, es que me ratifica que estamos viviendo una transición de la forma en que tomamos nuestras decisiones desde la posición dentro de la organización que hoy tengamos y que cada vez más empresas se están sumando a esta nueva forma de pensar. Obviamente con los beneficios en términos económicos (valor en el consumidor) que el contexto actual provee por ser una empresa “Green”.
Un punto importante para mí es que éste pensamiento (basado en liderazgo, pensado en la forma de influir –no imponer- a los demás de la organización) se debería dar desde arriba hacia abajo, pero eso no sucede… En este caso, y bajo mi experiencia se da desde el contagio de individuos que buscan empujar éste pensamiento hacia arriba (muchas veces sin eco).
Me pregunto: Si este pensamiento es tan “obviamente” bueno. ¿Por qué no se da de arriba hacia abajo?, Mi hipótesis es que las barreras para cambiar la forma de pensar actual (y tomar decisiones) conlleva un costo económico muy alto al querer hacerlo.
Por eso afirmo que TODOS somos conscientes de las ventajas de éste nuevo pensamiento o corriente (sostenibilidad para la Tierra o pensamiento Green) y que es el camino adecuado a seguir, pero también estoy seguro que se va a dar de forma paulatina y será empujada por las nuevas generaciones, como nosotros que estamos siendo sensibilizados desde las aulas sobre las consecuencias que tendrán nuestras decisiones de acá a unos 5 o 10 años como mínimo, cosa que no tuvieron los que hoy toman decisiones (o como algunos los llaman, los de la escuela antigua).
En resumen, ésta miopía entre el camino correcto (sostenibilidad o largo plazo) y las decisiones que hoy se toman dificultad una solución a corto plazo. Debido a que existe demasiados intereses de por medio, desde individuos con malos hábitos respecto al medio ambiente, sociedades que no tienen acceso a éste tipo de conocimiento, emprendimientos y pymes que quieren sobrevivir, determinadas industrias –principalmente hidrocarburos y deforestación-, Gobiernos, medio oriente, grupos de poder como G8 y potencias emergentes como China, India, e inclusive movimientos religiosos me hacen pronosticar que va a ser muy complicado un cambio de pensamiento global. Adicionalmente, los “líderes” que hoy forman parte de ésta malla compleja es la que dará la velocidad a la transición.
Bajo éste contexto, esta nueva generación (cómo nosotros) es la llamada a liderar y acelerar ésta transición con una base sólida (experiencias propias y ajenas) en tomar decisiones con un pensamiento a largo plazo, sostenible e incluir en la ecuación decisora a la Tierra.
Antonio Vidaurre

Anónimo dijo...

Josué Meza
A00766236

Mencionan que solo el 20% del valor de la compañía se refleja en el sistema contable, por ende la mayor parte del valor mercantil se basa en su marca y en su reputación, como lo podemos ver en marca de ropa, remedios genéricos, etc, donde los productos son iguales pero por el hecho de contar con una marca determinada puede costar 100% o 200% más, el prestigio de las marcas y su reputación no solo es por la calidad del producto sino por como los producidos, bajo que condiciones y si no perjudican al medioambiente o al entorno social donde están sus plantas, algo que cada vez más personas tomamos en cuenta al momento de comprar una marca.

Si continuamos afectando nuestro medio ambiente mediante los gases emitidos de las fábricas, la tala indiscriminada de árboles, contaminando el mar, etc, los perjudicados somos todos y el daño será irreparable, la frase de Ray Anderson “la economía es la subsidiaria en propiedad total, de la naturaleza, y no al revés” nos resume la realidad, así de simple y directo. Depende de todos hacer un cambio radical de forma de pensar y para desarrollar las industrias considerando las maneras correctas de llevarlo a cabo sin afectar a nuestro planeta.

Los líderes son personas que van adelante y están comprometidas con hacer profundos cambios en ellos mismos y en sus organizaciones, existen líderes negativos y positivos, así como aquellos que son intranscendentes, me acuerdo de lo leído en un curso anterior donde mencionan que el liderazgo no se enseña, se aprende, ya que depende de las aptitudes y actitudes de cada persona. Lo importante es que logremos trabajar en conjunto por un bien común, la preservación del medioambiente y hagamos la diferencia, empezando con uno mismo (separando la basura, reciclando, etc) e influyendo en nuestras amistades, la familia, equipos de trabajo y por qué no pensar en hacerlo en nuestra empresa o en la misma industria

Anónimo dijo...

K. Richar Regalado Vásquez
Matrícula N° A00812212

La forma de ver el mundo está cambiando, los problemas ambientales que estamos viviendo nos empujan a no ser insensatos. Si antes pensábamos que el desarrollo económico englobaba a la sociedad y al medio ambiente y sus efectos en ellos eran despreciables; ahora, ante la realidad, nos estamos dando cuenta que este enfoque está terminando, y en el mejor de los casos poniendo en riesgo, los ecosistemas. Estamos entendiendo que es posible hacer desarrollo económico sustentable si respetamos a las sociedades y al medio ambiente.

En mi experiencia profesional, y en mi país, he sido testigo de estos cambios; trabajo en el sector minería, he podido vivir este cambio de enfoque (metanoia) en la forma de hacer minería. La apertura de Minera Yanacocha ha marcado un hito, antes de ello se seguía con las viejas prácticas mineras, sólo nos dedicábamos a producir minerales cumpliendo las leyes vigentes. Ahora para poder desarrollar un proyecto minero debemos asegurar que los impactos serán balanceados o beneficiosos, los estándares que cumplimos en cada uno de los procesos superan las exigencias nacionales, generamos activos mineros, antes de iniciar la operación ya tenemos un plan para cerrar la mina. El cierre de la mina no significa la paralización de las operaciones; hay un cierre social, que consiste en la reinserción laboral de los colaboradores en otras operaciones de la organización ó industrias, para ello son capacitados; un cierre ambiental, que no sólo debe garantizar la estabilidad física de las mediadas de cierre en el tiempo, sino la química; finalmente esto es monitoreado y se forman fideicomisos, aparte de las garantías financieras, para asegurar los recursos que esto demande en el tiempo.

Me siento optimista al ver que las organizaciones que ahora operan bajo marco de responsabilidad social y ambiental, acuñados al desarrollo económico, hayan aumentado su rentabilidad. Esto me hace pensar que es cuestión de tiempo para que todos acuñemos estos conceptos en nuestras actividades diarias.

Anónimo dijo...

El mundo actual resultado de cómo se han venido desarrollando las organizaciones, no exige un cambio. Este cambio nos da muchas oportunidades y por otro lado muchos riesgos, pero en su mayoría de no hacer nada. Las empresas tienen que empezar a ver de manera más amplia y entender lo que los rodea y las hace exitosas en todos sus aspectos, solo así estarán preparadas para los cambios próximos, como mencionan es necesario un orden social estable y vibrante.
Hoy en día los aspectos que antes estaban por detrás de la economía, como el medio ambiente y la sociedad, hoy cobran mucha importancia; todos se encuentran integrados. Es necesario que todas las organizaciones entendamos esto y es así como hoy en día los clientes les dicen y exigen que sea importante. Como mencionan en la lectura “cuando la mentalidad de la sociedad cambia, es mejor estar al frente y no atrás” y lo mejor es que estos enfoque se están convirtiendo en señales de buena gerencia.
Los ejecutivos hoy se están dando cuenta que no solo es bueno y necesario, también constituye una ventaja competitiva y pueden ver como aquellas organizaciones que siguen este tipo de enfoques se están desempeñando mejor que sus pares. Se están dando cuenta que las empresas valen más por su reputación que sus valores contables, este ya es un atributo más. Algo que me parece muy bueno es ver como no solo los clientes cada día valoran a las organizaciones “verdes” y ver como los profesionales están generando este tipo de conciencia y prefieren este tipo de organizaciones para desarrollarse.
Me parece algo importante que las empresas hoy integren la sostenibilidad con su estrategia, si bien pueden empezar con lo más básico (lo cual se viene dando), es importante que tengan en la mente este cambio y lo vayan alcanzando.
Como se mencionan, existen muchos casos de éxito y todos ellos traen algo muy importante, que son los líderes. Es importante que los líderes hoy emprendan este camino y para esto deben promover la creatividad, crear una conexión entre la sostenibilidad y las personas, busquen alianzas y sigan invirtiendo en iniciativas de este tipo. Muchos de los problemas que afrontamos son más grandes que las mismas organizaciones y van a requerir del esfuerzo de todos, es necesario inspirar para crear y hacer del cambio algo natural.

Luis Gabriel Ulloa
A00812018

RSantiago dijo...

ALUMNO : RAFAEL MIGUEL SANTIAGO ALMEYDA
CODIGO : A00812211


En una sección de la lectura el autor llama a convertirse en animateur, cuya raíz es animar, es alguien que “trae la vida” una nueva manera de pensar, ver o interactuar, que focaliza y trae energía. Definiendo así la esencia del liderazgo. Hace algunos años atrás después de terminar un proyecto de 2 años de duración me propusieron pasar al equipo de arquitectura donde me pusieron a cargo de dos personas cuyo nivel organizacional era de Jefe de proyectos; por lo que solicite mi ascenso debido a mi buen desempeño en el último proyecto y a la nueva responsabilidad que iba asumir; a lo que mi mentor me respondió: es muy diferente manejar gente que hacer bien tu trabajo, yo no entendí, pero el correr del tiempo lo hizo. Liderar un equipo, ser un líder implica desarrollar otras competencias más allá de las intelectuales exclusivamente.