En un curso que estoy tomando acerca del tema de la Ética y la Responsabilidad Social hice un ensayo acerca del papel que deben jugar las Universidades este es el resultado:
A través de las respuestas que he dado a las cuatro preguntas de nuestra primer actividad, he comenzado a tomar una áun mayor conciencia, del impacto de mis acciones sobre mi residencia: nuestra tierra, nuestro mundo. Asimismo, del papel tan relevante que puede y debe tener toda Universidad que se precie de serlo sobre la sustentabilidad de nuestro planeta a través de la educación apoyada en la investigación.
La relación que existe entre el trabajo universitario de investigación y la posibilidad de denunciar la insostenibilidad de nuestro modo actual de “desarrollo” es fundamental ya que, la “creación” de conocimiento y su divulgación hace de la investigación su medio de producción y ésta, se difunde a través de los estudiantes universitarios y de la comunidad en general quienes se concientizan de la problemática para ser parte viva de las soluciones.
Al revisar y volver a ver el video “Una verdad incómoda” de Al Gore claro que podríamos pensar en nuevos imperativos éticos de “sostenibilidad”, - incluso sin conocer el trabajo de diversos investigadores - ; pero, los trabajos de investigación facilitan y apoyan la toma de conciencia fundamentada y, por medio de los datos duros convertidos en información y más tarde en conocimiento definir y acotar con mejores bases a estos nuevos imperativos éticos.
El sentido común en ocasiones puede ayudarnos a pensar ciertos aspectos éticos de sostenibilidad como por ejemplo: la basura y los desechos son un problema - su posible eliminación -; la contaminación de la atmósfera, etc. Sin embargo apoyados en la investigación, ésta nos permitirá tomar mejores decisiones y no sólo tener buenos deseos.
Autónomas o no las Universidades tienen la responsabilidad de dar a conocer lo que está sucediendo, ser portavoces de la difusión del conocimiento generado por elas o no, y de ser fuente de críticas a las acciones que se realicen o que se dejen de hacer frente a la sociedad en un plano que va - o debería de ir -, mucho más allá de las esferas políticas. Incluso propiciar el diálogo abierto, tolerante e incluyente de estas y muchas otras problemáticas.
Mi huella ecológica representa 2.91 tierras, no conozco el promedio de los demás más si el de México (1.36 planetas) y, lo que más me impacta es que yo que me considero “más o menos” ecológico pues, me doy cuenta de que ello no es así. Esta información me hace tomar conciencia de que necesito, necesitamos y debemos cambiar nuestros comportamientos hacia nuestro entorno y “hacernos uno con nuestra madre tierra”, la pacha mama de los incas o la tonantzin de nuestros antepasados mexicas.
El impacto de mi paso diario en esta vida es increíble ¡Necesito 2.91 tierras! ¿Imagínense si no pudiéramos medir esta huella? ¿Cómo hacer patente algo si no lo medimos? Los procesos de calidad o de mejora continua es lo primero que nos enseñan. Si algo no se puede medir, ¿Cómo lo mejoraremos? De aquí la importancia de la investigación que se fundamenta en su metodología y en datos “duros” lo que adicionada a su vinculación por medio de las Universidades con nuestro entorno: sociedad civil, sectores público y privado, etc. permitirá hacer a través de la educación un mundo sustentable.
El papel de las Universidades como centros de saber, como academias platónicas debe ser el de, a través de la formación y re-descubrimiento del conocimiento, el diálogo constante con su entorno: sus estudiantes, sus profesores, su comunidad y su entorno en general para hacer de nuestro mundo un mundo mejor. A final de cuentas formando entre todos una teoría del comportamiento humano y llevándola a una buena práctica tenderemos a un mundo mejor.
Referencias bibliográficas
“Toda teoría de la conducta humana suele rematar en una teoria del Estado”
Aristóteles
Aristóteles
A través de las respuestas que he dado a las cuatro preguntas de nuestra primer actividad, he comenzado a tomar una áun mayor conciencia, del impacto de mis acciones sobre mi residencia: nuestra tierra, nuestro mundo. Asimismo, del papel tan relevante que puede y debe tener toda Universidad que se precie de serlo sobre la sustentabilidad de nuestro planeta a través de la educación apoyada en la investigación.
La relación que existe entre el trabajo universitario de investigación y la posibilidad de denunciar la insostenibilidad de nuestro modo actual de “desarrollo” es fundamental ya que, la “creación” de conocimiento y su divulgación hace de la investigación su medio de producción y ésta, se difunde a través de los estudiantes universitarios y de la comunidad en general quienes se concientizan de la problemática para ser parte viva de las soluciones.
Al revisar y volver a ver el video “Una verdad incómoda” de Al Gore claro que podríamos pensar en nuevos imperativos éticos de “sostenibilidad”, - incluso sin conocer el trabajo de diversos investigadores - ; pero, los trabajos de investigación facilitan y apoyan la toma de conciencia fundamentada y, por medio de los datos duros convertidos en información y más tarde en conocimiento definir y acotar con mejores bases a estos nuevos imperativos éticos.
El sentido común en ocasiones puede ayudarnos a pensar ciertos aspectos éticos de sostenibilidad como por ejemplo: la basura y los desechos son un problema - su posible eliminación -; la contaminación de la atmósfera, etc. Sin embargo apoyados en la investigación, ésta nos permitirá tomar mejores decisiones y no sólo tener buenos deseos.
Autónomas o no las Universidades tienen la responsabilidad de dar a conocer lo que está sucediendo, ser portavoces de la difusión del conocimiento generado por elas o no, y de ser fuente de críticas a las acciones que se realicen o que se dejen de hacer frente a la sociedad en un plano que va - o debería de ir -, mucho más allá de las esferas políticas. Incluso propiciar el diálogo abierto, tolerante e incluyente de estas y muchas otras problemáticas.
Mi huella ecológica representa 2.91 tierras, no conozco el promedio de los demás más si el de México (1.36 planetas) y, lo que más me impacta es que yo que me considero “más o menos” ecológico pues, me doy cuenta de que ello no es así. Esta información me hace tomar conciencia de que necesito, necesitamos y debemos cambiar nuestros comportamientos hacia nuestro entorno y “hacernos uno con nuestra madre tierra”, la pacha mama de los incas o la tonantzin de nuestros antepasados mexicas.
El impacto de mi paso diario en esta vida es increíble ¡Necesito 2.91 tierras! ¿Imagínense si no pudiéramos medir esta huella? ¿Cómo hacer patente algo si no lo medimos? Los procesos de calidad o de mejora continua es lo primero que nos enseñan. Si algo no se puede medir, ¿Cómo lo mejoraremos? De aquí la importancia de la investigación que se fundamenta en su metodología y en datos “duros” lo que adicionada a su vinculación por medio de las Universidades con nuestro entorno: sociedad civil, sectores público y privado, etc. permitirá hacer a través de la educación un mundo sustentable.
El papel de las Universidades como centros de saber, como academias platónicas debe ser el de, a través de la formación y re-descubrimiento del conocimiento, el diálogo constante con su entorno: sus estudiantes, sus profesores, su comunidad y su entorno en general para hacer de nuestro mundo un mundo mejor. A final de cuentas formando entre todos una teoría del comportamiento humano y llevándola a una buena práctica tenderemos a un mundo mejor.
Referencias bibliográficas
Aristóteles (1963). Política. Primera edición, México: Publicaciones de la Coordinación de Humanidades, Universidad Nacional Autónoma de México.
Gore, A. (2006) Video: La verdad incómoda. Paramount Classics. México: Paramount Home Entertainment, S. de R. L. de C. V.
http://www.myfootprint.org/ Huella ecológica personal.
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