domingo, 19 de octubre de 2014

Segundo comentario MBA HD CEM



Los hábitos que nos lleven de la independencia a la interdependencia son dirigidos a las relaciones, su visión de largo plazo, su mantenimiento y su potenciación..., ¿Cómo desarrollarlos? ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo continuar creciendo cada día?

Espero sus comentarios y sobre todo sus vivencias.

Un fuerte abrazo a tod@s

Enrique

13 comentarios:

Selene dijo...

Creo que en un mundo tan cambiante y competitivo como en el que vivimos hoy en día y la cultura que tenemos en México, resulta muy retador poder aplicarlos tanto en la vida profesional como la personal, pues como lo menciona el autor, desde niños nos enseñan a ser competitivos, a ser mejores que otros y con la mentalidad de “tienes que ganar”. De niños fuimos moldeados con esta mentalidad y teniendo experiencias que nos han formado nuestro propio carácter, nos han hecho madurar y creo que no muchos tenemos la mentalidad de la abundancia puesto que siempre competimos por “algo”, por un puesto, por un mejor sueldo, por agradar más, etc., sin pensar que hay para todos, que también pueden tener algo y que debemos encontrar esa posición de ganar-ganar. Concuerdo con la parte que menciona el autor de las relaciones, acuerdos, sistemas y procesos, siempre he creído que tener acuerdos, por muy rígido o estricto que se escuche es algo que lleva a tener buenos resultados aunque para eso la otra persona debe estar abierta a escucharlos y también a comprometerse a respetarlos, en lo personal, no siempre he podido hacer acuerdos con las personas ya que no me inspiran confianza o no tenemos una visión en común.
Procurar primero comprender y luego ser comprendido considero que es algo que pocos sabemos hacer, pues como lo menciona el autor, en realidad nunca nos educan para escuchar. A mí en lo personal me gusta mucho escuchar a las personas y honestamente he conseguido grandes cosas como mejorar relaciones profesionales o buenas negociaciones en mi trabajo siendo empática, poniéndome en el lugar del otro, sin embargo creo que no lo aplico mucho en la parte personal ya que me cuesta trabajo expreso las ideas con claridad cuando se trata de una persona con un vínculo más personal que laboral y por otra parte porque no todas las personas con las que trato, he logrado inspirar confianza como para que sean abiertos a expresar sus pensamientos, sentir, etc.
Por otra parte, considero que para llegar a ese nivel de sinergia, se necesita de mucha comprensión, madurez y respeto entre todos y creo que esto no se da mucho en nuestra cultura, mucha gente es cerrada al tratar a otras personas, mucho menos aceptará sus diferencia y esto es lo que causa muchos conflictos en el trabajo o en las relaciones personales.
Concuerdo con el autor que son tres elementos claves para lograr la interdependencia, sin embargo creo que falta mucho análisis en la personas para que aprendamos a conocernos profundamente y conocer mejor todo esto que nosotros como estudiantes estamos aprendiendo y deseamos aplicar en nuestro día a día. Creo que lo más importante que me dejan estos hábitos es la idea de “intentarlo”, cambiar mi forma de pensar, enfocarme, ser constante y tratar de aplicarlo lo más que pueda para que todos juntos creemos un mayor entendimiento y un ambiente ideal tanto en las empresas como en la vida diaria.

Jazmín Martínez dijo...

Me interesó mucho el cuarto hábito ya que en muchos párrafos describía tal cual la manera en como soy cuando tengo que cerrar un trato, negociación o simplemente hacer una elección. La descripción del hábito de siempre pensar en ganar-ganar me va a ser de mucha ayuda no solo en lo personal sino también en el trabajo. La realidad es que mi carácter y forma de ser siempre hacen que mi tendencia sea a ganar-perder y sobre todo cuando la otra parte está ganando o sacando ventaja y entonces paso a la fase de ganar o no hay trato. La verdad es que esta actitud no me ha ayudado mucho y aunque es algo que he trabajado para mejorar, no he tenido mucho avance. Sin embargo al leer el quinto hábito, me di cuenta de que aunque a veces trato de buscar un ganar-ganar, como no estoy comprendiendo a la otra persona o parte, entonces no funciona mi intención o posición.

También me di cuenta que no basta con solo pensar en tener una buena intención o solo pensar en un ganar-ganar, sino que es realmente importante y esencial que se escuche a la otra parte, se comprendan sus necesidades para entonces poder balancear la situación y no dañar a alguna de las partes. Desde mi punto de vista, estos dos hábitos van de la mano, porque al comprender y ser comprendidos podemos lograr un acuerdo favorable. Sin embargo mi pregunta es, ¿qué sucede cuando yo comprendo a la otra parte y mi objetivo es un ganar-ganar, pero la otra parte no está interesada en comprenderme o en tener un ganar-ganar? ¿Cómo voy a lograr un buen acuerdo si la otra parte no está dispuesta a ceder aunque yo me muestre en una posición abierta?

Considero que aunque estos hábitos pueden ser un apoyo relevante en el trabajo, no son tan fáciles de llevar a cabo porque la gente no es tan abierta o no está interesada en serlo y porque hay partes que no están interesadas en un ganar-ganar, ¿cómo hacer para influir en estas personas a tal grado de transmitir este tipo de hábitos o forma de trabajo? Supongo que el punto es influenciar como lo menciona el quinto hábito, pero no siempre es tan fácil precisamente por las barreras que pone la otra parte o que uno mismo llega a poner.

Por último, el hábito de la sinergia me parece que es como el clímax al juntar todos los hábitos anteriores, considero que al clave de la sinergia es ser capaza de comprender y escuchar a la otra parte para en verdad buscar una tercera solución y no solo estancarme en que yo quiero ganar o que la otra parte salga ganando. En ocasiones me ha pasado que me dejó llevar por el momento y la molestia y dejo de lado el verdadero objetivo, mi reto será ser capaz de comprender y lograr establecer una tercera solución.

La sinergia me parece que involucra mucho sentimiento y apertura, por tanto en el trabajo debe aplicarse de manera diferente porque no todos, y me incluyo, buscamos tener una apertura de lo personal, debe tener un enfoque más a experiencias laborales y de vivencias con los compañeros para que tenga una sinergia laboral.

Claudia Robles dijo...

Considero que los hábitos 4,5 y 6 son igual de importantes e interesantes que los tres primeros de los cuales ya habíamos comentado.
Hoy día creo que nos enfrentamos dentro del mundo de las empresas, a retos y situaciones donde hay que pensar y actuar en el gano/ganas , ya que es un beneficio mutuo entre todos los que interactuamos dentro de ella, sin embargo que difícil es llevarlo a acabo, ya que de pronto nos gana ese espíritu de competitividad que muchas veces es mal manejado o mal entendido, y es cuando comenzamos a actuar dentro del gano/pierdes, pierdo/ganas, etc. Estoy convencida que cuando ambas partes buscan el beneficio en conjunto, siempre hay una ganancia. Lo veo en las relaciones entre departamentos, aún cuando son departamentos diferentes como finanzas, logística, ventas, rh, etc, todos tenemos un fin común dentro de la empresa, pero en muchas ocasiones nos comportamos como silos y se nos olvida ese gano/ganas, cuando si todos estuviéramos conscientes de lo importante que es, creo que las empresas conseguirían mucho mejores resultados con esa unión, esa sinergia entre los mismos departamentos.
Esto viene de la mano con el quinto hábito del que nos habla Covey , el de procure primero comprender y luego ser comprendido. Creo que esto es algo que todavía tenemos que trabajar mucho dentro de las organizaciones, ya que casi la mayoría de las ocasiones solamente nos escuchamos a nosotros mismos y de pronto se nos olvida el vecino o el otro departamento. En mi rol como RH hago mucho hincapié como bien lo menciona el libro, de la importancia que cobra el lenguaje corporal dentro de las relaciones humanas, uno puede querer dar un mensaje con las palabras pero el cuerpo da otro totalmente diferente, para mí es clave cuando uno busca la congruencia entre lo que dice y lo que emite con el cuerpo, estoy convencida que eso genera confianza, cuando uno dice y emite lo mismo con el cuerpo. Lo difícil es que las personas puedan entender el impacto que esto genera en las personas.
Creo que hoy día dentro de nuestros roles de liderazgo dentro de las organizaciones debemos poner mucho énfasis en la escucha empática, nuestros colaboradores están ávidos de ser escuchados y no juzgados, simplemente de ser orientados y desarrollados. De esta misma forma debemos ser ejemplos de logros de sinergias entre departamentos, aprendiendo a entender que cada cabeza es un mundo y que las personas tienen percepciones del mundo totalmente diferentes a como uno las podría tener. Es por eso que es clave la empatía, entendernos, respetarnos y crear sinergías a cada momento para poder lograr nuestros objetivos y los objetivos de las compañías.

Leslie Barrón dijo...


El cuarto hábito referente a la búsqueda de negociaciones o acuerdos ganar – ganar, me brindaron un panorama alentador de justicia, con justicia me refiero a la consecución de un acuerdo que deja conformes a ambas partes y gustosas por cumplir con los compromisos pactados, es como si el lazo fuera más fuerte, el nivel de formalidad aumenta de forma natural, porque sabes que hay justicia en lo pactado que no hay una posición de ventaja o desventaja en ninguno de los bandos y por tanto hay respeto y confianza en la relación.

Este hábito me llamo la atención debido a que me he encontrado haciendo varias negociaciones con respecto a precios, políticas de operación, prestaciones de servicios, etc., y me he encontrado con que la mayoría de los negociadores con los que he tenido contacto tienen implantado el chip de gano – pierdes, es decir cuando nos ha tocado fungir como proveedores, buscan siempre una reducción de costos, sin que esto comprometa la calidad y transportación de nuestros materiales, en cuanto tu empiezas a negociar y explicar los motivos por los cuales esto no sería posible, mayormente comienzan a dar largas en la solicitud de pedidos como método de ejercer presión, normalmente no tratan de comprender los motivos por lo cuales nosotros en el papel de proveedores no podemos ceder en descuentos excesivos que nos pongan en una posición de perder –ganar, el que nosotros llegásemos a aceptar una situación así significaría estar operando con un cliente que nos ocasionaría perdidas en el largo plazo y probablemente antes de ello. En mi experiencia las posiciones ganar – perder que toman muchas veces las partes en una negociación surgen debido al poder que su puesto les otorga, sienten que éste les empodera para poder escoger de entre las opciones disponibles y que pueden prescindir de ellas si éstas no se ajustan a sus intereses, por lo cual no es fácil hacerlos salir de su marco de referencia individual, ya que piensan que no pueden dejar que tu les vengas a imponer tus condiciones, se necesita tener mucha madurez para que se acepte una propuesta que beneficie a ambas partes cuando la otra parte esta acostumbrada a practicar el paradigma gano - pierdes.

Para lograr un acuerdo ganar – ganar, nosotros hemos tenido sin haberlo pensado recurrir al hábito 5 intentar comprender y después ser comprendido, nosotros entendimos lo que quería nuestro cliente, inclusive tenia peticiones de servicios adicionales que nosotros no prestábamos, entonces nosotros accedimos a su prestación siempre y cuando éstos servicios fueran cubiertos, explicamos la razón por la cual tenían que ser cubiertos y la otra parte entendió debido a que fue lo suficientemente madura para entender que no se nos podía exigir un trabajo que no fuera remunerado adecuadamente y que no podía esperar o exigir un servicio de calidad cuando ellos mismos no estaban fomentando esta relación al cubrirlo como un servicio de segunda clase.
El comprender a la otra parte en el ámbito de los negocios te ayuda para poder generar una mejor propuesta a tu cliente, a que ésta sea más atractiva a fomentar su confianza porque reconoce tu interés real en ellos y sabe que no le fallaras, puede tener la confianza de que entiendes de lo que te esta hablando, pero para ello sin duda hay que poner en practica el hábito 6 de la escucha sinérgica, no solamente escuchar y filtrar lo que dice desde nuestros lentes como indica Covey, si no escuchar tratando de comprender lo que nos comunica desde su marco de referencia, esta tarea es gigantesca.

En lo personal me llamaron mucho la atención los 6 principios, considero que te ayudan a direccionar tus energías y a ser más efectivo en tus relaciones, te ayudan a tomar consciencia de tus paradigmas actuales y te invitan a realizar una evaluación personal de tu efectividad.

Anónimo dijo...

Me parece que aunque el concepto de ganar-ganar es un concepto. Es una idea buena, en la realidad es muy poco aplicada y me atrevería a decir que hasta va en contra de principios mas extendidos, como los económicos. El mercado de futuros por ejemplo va en contra del principio de ganar-ganar. Ahí no se crea nada, para que uno gane otro tiene que perder.
Tal vez en países mas avanzados como los europeos este principio este mas arraigado, que en culturas con menos sinergia como las mexicanas.

Al contrario del habito anterior, el de primero entender y luego ser entendido. Es algo lógico y común que para una mente con sentido común y pensamiento lógico, no seria algo mas que natural y lo llamaría comunicación. Por desgracia lo que escasea en el mundo son este tipo de personas.

Por ultimo el habito de sinergia. Yo le pondría “momentum”. Es decir ya que estas encaminado, pues síguele.

Volviendo a mi critica anterior, creo que las “recetas de cocina” no son universalmente aplicables, ni deberían de ser manejadas como verdades absolutas. Mas bien como referencias.

José Juan Pereo

Anónimo dijo...

Con respecto al cuarto hábito, ganar-ganar, para mí solo es aplicable cuando hay un marco de confianza y de buenas intenciones entre las dos partes, generalmente esto solo se logra con relaciones que se han cultivado a lo largo de meses o años. En mi caso en particular, trato de ejercer este hábito con mis familiares y amigos, estableciendo un intercambio justo que beneficie a ambas partes. Sin embargo, en el ámbito laboral, me toca encabezar varias negociaciones con distintos proveedores, donde por desgracia las buenas intenciones no siempre prevalecen. Hay un proveedor en particular, que siempre trata de inclinar la balanza a su favor, mediante métodos amorales, como esconder información, amenazar con demandar, mentiras y otras herramientas parecidas a las de un cartel. Con esto quiero decir, que ante este tipo de situaciones es imposible mantener una posición ganar-ganar, más bien, hay que adoptar una posición defensiva.

El quinto hábito, procurar primero comprender y después ser comprendido, para mi se resume en escuchar activamente antes que hablar o emitir una postura personal. En mi experiencia, las negociaciones de todo tipo se complican, por la incapacidad de ponerse en el lugar del otro y tratar de entender la manera en la que piensa. Si uno está dispuesto a comprender a la otra parte, es infinitamente más sencillo llegar a algún acuerdo que sea justo para ambos, o en algunos casos convencer a la otra parte de una postura, desde su propia forma de pensar y actuar.

El sexto hábito, en mi opinión personal, es una consecuencia de los todos los anteriores. En el trabajo, trato de incrustarlo en el equipo, como si fuera algo natural. Las labores que desempeñamos parten del hecho que cualquiera de nosotros se puede equivocar y por lo tanto existe una completa apertura para escuchar todas las ideas, para así enriquecer las opiniones personales. Como todos los hábitos, primero trato de que mi equipo funcione bajo este principio, para que las otras áreas de la compañía tengan la intención de hacer sinergia con nosotros.

Iván Cruz Barrera.

Jorge dijo...

El pensar en ganar - ganar es el habito de una persona interdependiente con la capacidad de influir para obtener el beneficio para ambas partes en una negociación. No hablo de un éxito único para una de las partes, hablo de un éxito para ambos en su respectivo campo de acción de cada quien. Para una filosofía de ganar-ganar se necesita madures y estabilidad emocional para entender que los acuerdos mutuos benefician al grupo más que las decisiones tomadas por imposición de alguien; es el hecho de cooperar y no de competir.

Particularmente cuando tengo que negociar o tomar una decisión importante en grupo, ya sea decisión de trabajo o personal, trato de definir claramente los objetivos que deben alcanzarse y son sobre los que particularmente enfoco mi esfuerzo durante la negociación para alcanzarlos, fijo mi posición y argumento las razones que me llevan a pensar de alguna manera, sin embargo, procuro tener apertura a comentarios creativos que aporten en la solución o toma de decisión, debo reconocer, que en más de una ocasión he cambiado mi posición durante una decisión ante lo inminente que resulta el comentario de alguien más.

Para poder ganar-ganar debe aprenderse a escuchar a los demás para descifrar un diagnostico que cure la enfermedad y no solamente los síntomas. En particular soy un tanto egoísta en este punto, ya que antes de escuchar por completo a alguien suelo desesperarme e interrumpir, anticipando mi comentario que definitivamente seria otro de escuchar por completo a la otra persona, se me olvida que el ser humano por naturaleza quiere ser comprendido. En meses recientes he trabajado en escuchar más a las personas, no ha sido fácil porque realmente suelo desesperarme, pero me he llevado agradable sorpresas escuchándolos.

La sinergia es importante en el crecimiento de cualquier persona, es aprender de los demás, el ser humano tiende a pensar y ver las cosas de distinta manera unos a otros: me parece que el convivir con los demás en los ámbitos de trabajo y personal, enriquece a las personas con nuevos conocimientos y ayuda a fortalecer sus debilidades. Quisiera compartir, que hace poco más de un meses tuve que tomar cierta decisión, sobre algo que particularmente no quería, mi primera reacción, espontanea, era decir no y defender lo que pensaba, sin embargo, al final comprendí que me la decisión tomada no era totalmente en beneficio mío, sino más bien, era en un beneficio mutuo, un ganar-ganar para ambos.


Anónimo dijo...

Continuando con la lectura del libro, sigo descubriendo la facilidad del autor en sintetizar y expresar de modo simple lo que debería ser sentido común.
Sin embargo, parece que de manera natural ignoramos este sentido común y sólo lo vamos escuchando conforme suceden cosas en nuestra vida que nos afrontan con responsabilidades cada vez mayores, en la mayoría de los casos y es así que comenzamos a escuchar el sentido común y sobre todo, empezamos a comprender lo que nuestros mentores (padres) nos fueron mostrando cuando estabamos en desarrollo.
Esto, reflejado en los ámbitos personal y profesional tiene mucho sentido y es lo que yo he interpretado como la madurez.
Estos hábitos tienen que ver mucho con la madurez, porque exigen a pensar en conjunto, en interpretar y escuchar al interlocutor y aprender que de una sinergia efectiva surgen empatías, acuerdos y finalmente un ganar-ganar.
Cuando se es inmaduro, tiendes a pensar y "perseguir" siempre el ganar a pesar de todo y de todos (los individuos) y sobre todo en una sociedad como la nuestra (la mexicana) en la que la filosofía preponderante es la de "el que no transa no avanza". Un individuo inmaduro piensa que, porque leyó un libro o varios, porque ya lo pensó alguna vez o simplemente porque no ha tenido la experiencia vivencial suficiente que todo lo sabe y que no hay nadie que le pueda enseñar nada.
Al final, hay que comprender que todas las personas tenemos una historia que nos define y nos ha forjado en la personalidad que hoy tenemos, una vez que hagamos una introspección sobre quiénes somos podremos entonces comprender que alguna persona sea como es simplemente porque su historia así lo ha definido. Es vanidoso pensar que podemos entender a otra persona porque eso implicaría haber vivido en su persona, nombre y vida y eso es imposible pero, sí podemos entender que su historia es distinta y nunca juzgar.
Así es como podremos lograr relaciones constructivas, efectivas y en la que logremos siempre ganar-ganar.

Javier Pastrana

Unknown dijo...

El Hábito 4 habla acerca de Ganar-Ganar es decir impulsar la cooperación mutua con la gente que interactúa tanto en mi vida laboral como en mi vida personal.
El autor comenta que existen 6 paradigmas con respeto a este cuarto hábito, Ganar/ganar - Pierdo/pierdes - Gano/pierdes - Gano - Pierdo/ganas - Ganar/ganar o no hay trato, y que la aplicación de alguna de ellas dependerá de la realidad en la que nos encontremos, por lo que debemos tener claridad de hacía donde vamos y con quien interactúa os para enfocar nuestro esfuerzo a intentar Ganar-Ganar.

El Hábito 5 habla acerca de procurar primero comprender y después ser comprendido, tener empatía con las personas que nos rodean, para así interactuar y comunicarnos efectivamente, no quiere decir que estaremos de acuerdo todo el tiempo se trata de comprender las ideas de los demás sin necesidad de compartirlas todo el tiempo.

Y por último el Hábito 6, la sinergia, es en donde todos los hábitos se conjuntan, respetando y enfocando nos en las fortalezas en lugar de las debilidades propias y ajenas para así contrarrestar lo negativo y desarrollar lo positivo

Liz Odriozola

Unknown dijo...

Es realmente impresionante cuando se vive un cambio de paradigma tan notorio, en mi caso la perspectiva desde la que estoy leyendo los 7 hábitos y la manera en que ahora estoy digiriendo la información
Este libro me ha parecido como lo que decía la lectura sobre la ideología medular, no debe alterar su significado con el tiempo, a pesar de que fue publicado hace unos años sigue siendo totalmente aplicable.
En este segundo comentario el tema es analizar los siguientes hábitos, el hábito número cuatro (ganar/ganar) considero que es un principio básico para cualquier negociación, ya sea personal o de negocios, pues en términos generales buscamos una ideología de ganar (sin importar lo demás) o de ganar/perder, pero como dice el libro a largo plazo si uno pierde, perdemos los dos, por lo que es mejor buscar una forma en la que ambas partes se vean beneficiadas con una decisión, contrato, proyecto, etc. Pareciera difícil creer que haya opciones de esto, pero siempre hay alternativas y una de ellas, si no se puede dar una relación ganar/ganar, es mejor no llevar a cabo el acuerdo o acción. Esto genera confianza y a la larga generará un beneficio para ambos.
Éste hábito es de los que más me gusta, pues siempre trato de buscar el equilibrio y la justicia en las cosas, muchas veces no se puede por el paradigma de “la vida no es justa”, contra el cual es difícil luchar (por el grado en que las personas lo traen arraigado).
El siguiente hábito es el de primero comprender y después hacer que lo entiendan. No sé si ando muy optimista con los hábitos, pero también es muy relevante, pues pareciera que llevamos mucha prisa en ocasiones y con dos palabras que nos diga la otra persona creemos tener la respuesta correcto a lo que necesita y no buscamos llegar al fondo de lo que nos están expresando, tal vez, creo, que puede ir más allá de las palabras que está gesticulando esa persona en ese instante. No es fácil escuchar y entender lo que está intentado decir la otra persona, así como tampoco es fácil darse a entender, como menciona el libro se requiere de coraje (entre otras, pero es la que más se me quedó grabada porque me parece que es uno de los elementos que me falta), la comunicación es un proceso, un ciclo, que debe complementarse y realizarse eficientemente para que sea realmente efectivo tanto en la parte del hable como en la del escucha. Y en ésta última tenemos la escucha empática la cual ayuda a entender mejor la información que estamos recibiendo pues se está mostrando y teniendo el interés requerido para captar el mensaje.
Además considero que es una muestra de respeto escuchar lo que la otra persona quiere expresar, pues también cuando nosotros necesitemos o queramos expresarnos seremos igualmente respetados durante ese proceso.
En cuanto el hábito de sinergia, es claro que entre más sumemos esfuerzos llegaremos más lejos, éste hábito engloba varios aspectos sumamente importantes como cooperación, escucha, reflexión, respuesta de acción y comunicación por parte de cada miembro del grupo en el que nos encontramos. Sobre todo por la parte en que unos complementan las habilidades de otros y viceversa. Nos es posible que una sola persona pueda hacerlo todo y conocerlo todo. El apoyo mutuo es fundamental.
Pero claro la clave de todo lo anterior, es que las personas con las que se trabaja debería tener los mismos principios y hábitos o por lo menos comulgar con los fundamentales para que las partes tengan relaciones ganar/ganar, la comunicación sea efectiva y la sinergia se pueda dar de manera casi natural.

Rosa Samperio

Unknown dijo...

Estos tres hábitos para mis son de muchísima importancia, y sobre todo considero que son los paradigmas más fuertes. Desde que somos niños siempre nos enseñas que las personas deben de obtener beneficios sobre otras personas, desde el simple hecho de ver quien obtiene la calificación más alta hasta quien es el mejor para alguna actividad en especifico, siempre mencionando que estas por encima de alguien más.

Realmente nunca te enseñan a buscar un beneficio mutuo en algún tipo de encuentro o negociación, incluso en las empresas no lo hacen, simplemente buscan hacer que tu como parte de un equipo alcances el mayor beneficio sin tomar realmente en cuenta cual será la posición final de la contra parte.

En lo personal el simple hecho de escuchar considero que me ha abierto muchas puertas y ha ocasionado que logre llevar a cabo algún plan o proyecto a corto, mediano o largo plazo. Es algo que anteriormente no hacia, siempre buscaba hablar y hacer que las otras partes me entendieran y se pusieran en mi lugar, sin embargo no me daba el tiempo de escuchar y entender realmente cuales eran los objetivos de ellos en cualquier situación, y como lo dice Covey, no solo es escuchar, sino escuchar con empatía permite que las cosas se entiendan mucho mejor.

El sexto hábito es un tema muy interesante porque el lograr una sinergia con cada uno de los integrantes de un equipo no es algo sencillo, ni siquiera con alguna otra persona que conozcas en un entorno diferente, sin embargo el alcanzar a tener esa sinergia, siempre nos permitirá poder alcanzar los objetivos de mejor manera y de forma mas eficiente, en mi situación laboral es algo que trato de trabajar de manera constante, porque pienso que manteniendo una solidez en el equipo basada en sinergia hace que cada actividad sea más sencilla y que cada objetivo sea mas fácil de alcanzar.

En general, estos 3 hábitos son los que a mi punto de vista llevan el grosor de una persona en búsqueda de la eficiencia, creo que son temas que conocemos y manejamos desde pequeños pero con un enfoque distinto, el cual a través del tiempo es difícil darte cuenta si es correcto o no, porque es algo que has hecho durante toda la vida. El poder moverte de ese lugar creo que te permite crecer como ser humano y como profe sionista, que es a fin de cuentas lo que cada uno de nosotros busca.

Pedro Colín dijo...

Creo que uno de los hábitos mentales mas difíciles de cambiar en las culturas de competencia (occidentales) es la situación del buscar ganar-ganar en cualquier circunstancia.
Desde pequeños somos educados para la competencia en lugar de para la colaboración, en vencer al otro en lugar de acompañarlo, en ser el primero, siempre el primero.
E incluso la búsqueda de la "excelencia" es mas un asunto de ser el primero. Cómo hacer para que todos alcancemos nuestra potencialidad?, Cómo poder hacer que todos, en conjunto, podamos estar satisfechos con los logros individuales de todos?
Así pues, el cambio de paradigma, el gran salto es brincar hacia la colectividad. Hacia el todo para todos. Y no quiero ser mal interpretado como socialista, es evidente que es una doctrina caduca y utilitarista (la historia lo demuestra), pero definitivamente el bien común es el camino que nos puede guiar hacia el establecimiento de nuevas prioridades. Al desarrollo de competencias que nos hagan pensar en el conjunto y en la trascendencia a través de la colectividad.
Desde pequeño fuí educado para ser el "numero uno" para ser "el mejor", las experiencias de la vida han cambiado esa perspectiva para que piense en ser exitoso con mi equipo, solo cuando todos conseguimos la meta puedo considerarme también exitoso y confiado de que mi aportación es trascendente y útil.
Ahora trato de vivir todos los días con la consigna de que solo gano cuando todos ganamos y a quien hay que vencer es a mis propios límites, no todos los días lo logro, pero no ceso en mi intento.

Anónimo dijo...

Yo creo que mientras que con los primeros tres hábitos Covey se enfoca a explicarnos las bases del cambio interno en la segunda se enfoca a la forma en la cual vamos a exteriorizar este cambio, respecto al paradigma ganar-ganar y al centrarse en primero comprender creo que si deberíamos de tomarlo como principios para el sentido común en la actualidad, es una lástima que no sea así, pero me gustaría comentar más acerca del ultimo habito, en mi caso considero que no he tenido la oportunidad de trabajar dentro o con un equipo sinérgico, he estado en equipos muy eficientes y trabajadores pero no se acercan lo que libro describe como sinergia, además de lo anterior considero que este es el principio que más complejidad tiene en su aplicación, los 6 principios anteriores nacen de uno mismo y depende de nosotros mismos también al forma en que se aplican, pero con la sinergia el 50% corresponde a otra persona por lo cual resulta mucho más complejo llegar trabajar en esa forma si la contraparte no tiene la madurez suficiente para un cambio de paradigma. De lo anterior puedo deducir que para lograrlo es necesario contar con personas que hayan pasado por un proceso de madurez para poder llegar integrar un equipo que trabaja de forma sinérgica. ¿O caso no es necesario?

Emmanuel Marin Garcia